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BM percibe una señal de alerta en aumento de la quema de gas

En un comunicado de prensa en su sitio web http://www.bancomundial.org, se detalla que los datos recientes “señalan un aumento de 2.000 millones de metros cúbicos en la quema de gas durante 2011 en relación con el año anterior”. Los funcionarios de la Asociación Mundial para la Reducción de la Quema de Gas (GGFR, sigla en inglés), alertan de que no sólo se deben mantener sino también redoblar los esfuerzos para reducir la quema.

La GGFR es una alianza público privada que lanzó el Banco Mundial en agosto de 2002 con el objetivo de asistir a gobiernos y empresas en sus esfuerzos por reducir la cantidad de gas quemado en el mundo. Los miembros son representantes de gobiernos de países productores de petróleo y de las principales empresas de petróleo estatales y privadas.

“El leve aumento de la quema, de 138.000 millones de metros cúbicos en 140.000 millones de metros cúbicos en 2011, que revelaron los últimos datos satelitales, se debe en gran medida al incremento de la producción de hidrocarburos en Rusia y de las operaciones de gas y esquisto bituminoso en el estado de Dakota del Norte de los Estados Unidos”, precisa.

Sin embargo, “si bien el aumento puede parecer menor en comparación con la caída del 20% en la quema de gas a largo plazo desde 2005 (de 172.000 millones de metros cúbicos a 140.000 millones de metros cúbicos), constituye una señal de alerta”, dicen los funcionarios del Banco Mundial.

Explican que “la reducción lograda en la quema de gas desde 2005 disminuyó las emisiones de gases de efecto invernadero en un volumen equivalente a lo que emiten aproximadamente unos 16 millones de autos”.

“Ese aumento pequeño destaca la importancia de que los países y las empresas no solo sostengan sino profundicen sus esfuerzos por reducir la quema de gas asociada con la producción de petróleo”, comentó Bent Svensson, director de GGFR. “Es una señal de alerta de que los grandes logros de los últimos años podrían perderse si los países y empresas productores de petróleo no acrecentaran sus esfuerzos”, subrayó.

Los datos satelitales de 2011 indican que la quema de gas a nivel mundial aumentó 2.000 millones de metros cúbicos. “Los Estados Unidos, Rusia, Kazajstán y Venezuela son los países que más aportaron al aumento y deben redoblar sus esfuerzos en lo que respecta a la utilización de gas asociado”. Precisan que “la mayor parte de este aumento en los Estados Unidos proviene de Dakota del Norte, donde se incrementó considerablemente la actividad relacionada con la producción de esquisto bituminoso y gas” y que “Rusia sigue en el primer lugar entre los países que más queman gas; luego están Nigeria, Irán e Irak. Con los 7.100 millones de metros cúbicos que quemó en 2011”.

Para S. Vijay Iyer, gerente del sector de energía del Banco Mundial, si se reduce la quema de gas y los países y empresas productores de petróleo incrementan la eficiencia en el uso de la energía aportaría a mitigar el cambio climático. Y señala que “en lugar de desperdiciar el valioso recurso, se deben desarrollar mercados e infraestructura de gas a fin de utilizar el gas asociado para generar electricidad y combustibles más limpios para cocinar”.

A pesar de la “frecuente falta de informes de quema de gas por parte de los Gobiernos y las empresas”, este último informe logró  “una mayor congruencia en las estimaciones nacionales y mundiales de los volúmenes de quema de gas desde 1995 hasta 2011”.

La energía en ‘el futuro que queremos’

En el documento final de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible Rio +20 denominado “El futuro que queremos” (http://www.un.org/es/comun/docs/?symbol=A/CONF.216/L.1), se señala en el primer punto que los Jefes de Estado y de Gobierno acordaron “renovar” su “compromiso en
pro del desarrollo sostenible y de la promoción de un futuro económico, social y ambientalmente sostenible para nuestro planeta y para las generaciones presentes y futuras”.

En el punto 125 de 283 que contiene el documento se trata el tema de la energía. También reconocen que tiene un papel fundamental en el proceso de desarrollo porque “el acceso a servicios energéticos modernos y sostenibles contribuye a erradicar la pobreza, salva vidas, mejora la salud y ayuda a satisfacer las necesidades humanas básicas” y “que esos servicios son esenciales para la inclusión social y la igualdad entre géneros y que la energía es un insumo clave para la producción” y se  comprometen a “facilitar la prestación de apoyo” para que 1.400 millones de personas de todo el mundo puedan acceder a esos servicios. Sin embargo, el documento no obliga a ninguna acción inmediata como se detalla en el punto 127: “reafirmamos nuestro apoyo a la aplicación de políticas y estrategias nacionales y subnacionales, basadas en las circunstancias y  aspiraciones de desarrollo de cada país, utilizando una matriz energética apropiada para satisfacer las necesidades de desarrollo, incluso mediante un mayor uso de fuentes de energía renovables y otras tecnologías de bajas emisiones, el uso más eficiente de la energía, la mayor utilización de tecnologías energéticas avanzadas, incluidas tecnologías menos contaminantes de aprovechamiento de los combustibles fósiles, y el uso sostenible de los recursos energéticos tradicionales. Nos comprometemos a promover los servicios energéticos modernos y sostenibles (…), como por ejemplo de electrificación y de difusión de soluciones sostenibles para la cocción de los alimentos y la calefacción”.