En el mundo hay 197 millones de desempleados, según la OIT
El organismo internacional alerta de que el número de personas sin un trabajo se incrementará durante éste y el próximo año. Cuarta parte de los nuevos desocupados en 2012 es de las economías avanzadas
En el quinto año tras la irrupción de la crisis financiera en el mundo, el crecimiento mundial registró una desaceleración y el de-sempleo aumentó de nuevo, esta vez en cuatro millones, dejando un acumulado de 197 millones de personas sin trabajo a 2013.
Así lo revela el reciente informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) titulado “Tendencias Mundiales del Empleo 2013”, difundido en su sitio oficial, y que alerta del incremento de la tasa de desempleo.
El estudio señala que unas 39 millones de personas han abandonado el mercado laboral ya que las posibilidades de trabajar demostraron ser inalcanzables, generando un déficit de 67 millones de puestos de trabajo a nivel mundial desde 2007.
El organismo advierte que a pesar de un repunte moderado en el crecimiento de la producción, para el periodo 2013-2014, se estima que “la tasa de desempleo experimentará un nuevo incremento y que el número de desem- pleados en el mundo aumentará en 5,1 millones en 2013, hasta sumar un total de más de 202 millones de personas sin trabajo en 2013, y otros tres millones en 2014”.
Se prevé que unos 74,2 millones de jóvenes entre 15 y 24 años estarán desempleados en 2013
Regiones. Una cuarta parte de los nuevos cuatro millones de desocupados en todo el mundo en 2012 corresponde a las economías avanzadas, mientras que el resto en otras regiones, con efectos significativos en Asia Oriental, Asia Meridional y África Subsahariana.
Aquellas regiones que han logrado prevenir un incremento adicional en el desempleo con frecuencia han experimentado un deterioro en la calidad del trabajo, en la medida en que el empleo vulnerable y el número de trabajadores que viven por debajo o muy cerca de la línea de la pobreza aumentaron.
Sin embargo, las nuevas condiciones de recesión en Europa se han propagado a nivel mundial. Una disminución de la actividad económica y del crecimiento del empleo aún en los países que inicialmente habían logrado eludir la segunda ola de la crisis constituye un efecto secundario del crecimiento débil de las economías avanzadas en 2012, en particular la recesión en Europa.
Hasta el momento, el principal mecanismo de transmisión de las consecuencias a nivel mundial ha sido el comercio internacional, pero regiones como América Latina y el Caribe también se han visto afectadas por la creciente volatilidad de los flujos internacionales de capital que las han obligado a ajustar rápidamente sus políticas macroeconómicas a fin de mitigar los efectos sobre las tasas de cambio, debilitando sus economías nacionales.
El informe también apunta a que el crecimiento se desaceleró en 1,4% en Asia Oriental, debido en gran parte a una ralentización notable en China, donde disminuyó hasta 7,8%, la tasa de crecimiento más baja en el país desde 1999.
En Asia Meridional, donde el crecimiento en India disminuyó bruscamente hasta 4,9%, la tasa más baja del país en una década, el crecimiento del PIB regional se desaceleró en 1,6%.
Las regiones de América Latina, el Caribe y el Oriente Medio también experimentaron una desaceleración considerable, subraya el estudio de la OIT.
Entre las causas de esta de- saceleración, el informe considera que la incoherencia entre las políticas monetarias y las fiscales adoptadas en diferentes países y un enfoque poco sistemático hacia el sector financiero y los problemas de la deuda soberana, en particular en la zona euro, han provocado que la incertidumbre perjudique las perspectivas mundiales. Además, en muchos países —agrega— las inversiones aún no se han recuperado hasta los niveles anteriores.