Los efectos de las lluvias e inundaciones incidirán en el corto y mediano plazo en el aumento de la tasa de inflación, advirtieron los productores del país, mientras el Gobierno garantiza que no habrá desabastecimiento de alimentos en el mercado interno.
El miércoles, el presidente Evo Morales calificó de “dramática” la situación generada por las lluvias, que dejaron 36.726 hectáreas (ha) de cultivos perdidos y 1.829 casas destrozadas en 130 municipios.
Sin embargo, al día siguiente, el viceministro de Desarrollo Rural y Agropecuario, Víctor Hugo Vásquez, informó a La Razón que las precipitaciones pluviales afectaron, hasta el lunes, a 15.704 ha de cultivos agrícolas, cifra que seguirá elevándose debido a que, según el Senamhi, la intensidad de las lluvias continuará hasta mediados de marzo y las precipitaciones se prolongarán hasta principios de abril, por lo cual se prevé que los reportes de daños sigan llegando.
Las 15.704 ha representan el 0,45% del total de la producción de alimentos prevista para este año, de 3,5 millones de ha.
Vásquez aseguró que el abastecimiento de alimentos en el país está garantizado, aunque indicó que hay “variaciones en los precios” de algunos productos debido a las afectaciones climáticas, daños en las vías que impiden el traslado de alimentos y porque “algunos especuladores buscan aprovecharse de la situación”.
Apuntó que los cultivos más afectados son los de papa, de maíz y trigo, aunque los daños “no son de consideración”.
El presidente de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO), Julio Roda, coincidió en que la provisión de alimentos está asegurada, pero también subrayó que “el rendimiento de los cultivos como la soya, el sorgo, la caña de azúcar y otros bajará por los daños en las áreas productivas”.
El presidente de la Federación de Empresarios Privados de Santa Cruz, Gabriel Dabdoub, indicó que los efectos de las intensas lluvias aumentarán la tasa de inflación en febrero debido a la pérdidas agropecuarias registradas, así como también por la falta de transitabilidad de vías para llevar los productos hacia las ciudades.
La inflación en enero llegó a 0,26%: el índice tuvo una incidencia positiva por la elevación del precio de la zanahoria, la pensión para la educación primaria y secundaria y el almuerzo consumido fuera del hogar. En 2013, el indicador cerró en 6,48% y para este año se prevé que llegue a 5,5%.
Vásquez afirmó que las variaciones en los precios de alimentos “no incidirán” en el Índice de Precios al Consumidor. “La inflación está controlada, porque en la campaña de verano hay mayor producción de hortalizas y frutas”.
Respecto a la provisión de carne, el viceministro informó que el Gobierno ayudó a evacuar 360.000 reses en embarcaciones en áreas inundadas. Pese a ello, se reportó una pérdida de 15.000 cabezas de ganado, un cálculo preliminar debido a que en las zonas afectadas, pero dispersas en el Beni, se dificulta la obtención de datos.
Índice. El titular de la Federación de Ganaderos del Beni y Pando, Mario Hurtado, ratificó que su sector perdió $us 26 millones por la muerte de 42.000 cabezas de ganado, por lo que no está asegurada la provisión de esta carne para el periodo 2015-2017. La muerte de terneros y novillos, dijo, representa “más del 50%” de la producción de 2013 y parte de 2014, una situación de escasez que fue rechazada por Vásquez, ya que Santa Cruz tiene la suficiente provisión de este alimento.
Roda prevé la disminución, en el corto plazo, de algunos productos como la carne de res, pues esta última se estaría vendiendo masivamente para evitar más pérdidas. “Se proyecta que habrá una reducción en la producción de carne a fin de año o en 2015, porque las vacas preñadas perdieron a sus crías por las inundaciones, el estrés y la falta de alimento”, dijo.
Ante esta situación, Dabdoub sugirió que se entregue de forma inmediata la indemnización del Seguro Agrario Pachamama a los agricultores, a fin de cubrir las pérdidas y para reiniciar la siembra.
‘La inflación en febrero será alta’
Los efectos climáticos tienen consecuencias directas en la producción de alimentos, pero también ocasionan daños en los tramos viales que impiden el traslado de los artículos de las zonas productoras hacia los centros de abastecimiento. En ese marco, estos efectos incidirán de forma positiva en la tasa de inflación de febrero. En las últimas semanas, ya se ha registrado una elevación de precios de las hortalizas y las frutas en los mercados del país debido a las afectaciones climáticas. Sin embargo, es necesario tomar en cuenta que si la variación de precios de los principales productos de la canasta familiar, como las verduras, las frutas y las carnes de res o pollo, es alta, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) será mayor. En cambio, si la oferta de productos estacionales escasea, la incidencia en el indicador será mínima. El Gobierno estimó que para esta gestión la tasa de inflación llegará a 5,5% y me parece que es una proyección moderada, la cual está ligada al crecimiento de la economía boliviana. Es posible que hasta cerrar este año se pueda alcanzar esa meta, siempre y cuando los precios de los productos de primera necesidad disminuyan durante el segundo semestre. En febrero, la inflación será alta, porque ya se está sintiendo la variación de los precios de los artículos de consumo masivo. La nueva producción ha sido afectada y todo el stock de alimentos que había se está terminando en los mercados. Ante esta situación, el Ejecutivo debe reforzar su política en el control monetario y la regulación del circulante para controlar la inflación. A ello se debe sumar una política productiva que garantice el suministro de alimentos en el mercado interno para evitar su escasez.
Jimmy Osorio López
es analista económico.