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Agropecuarios y Gobierno van a la cumbre con agenda propia

Después de tres meses de convocada, la Cumbre Agropecuaria “Sembrando Bolivia” se llevará finalmente a cabo este 21 y 22 de abril en Santa Cruz de la Sierra, cita a la que el Gobierno y los agropecuarios del oriente van con agenda propia, según lo expresado hasta ahora.

El encuentro fue anunciado en enero por el Presidente con el objetivo de potenciar la agropecuaria para contrarrestar los efectos de la caída internacional del precio del petróleo y diversificar la generación de recursos en la economía boliviana, con énfasis en la seguridad alimentaria y la ampliación de la frontera agrícola.

Motivos de orden organizativo —como la presentación de las propuestas de los sectores participantes— y la cercanía de los comicios subnacionales de marzo impidieron el desarrollo del evento, que fue aplazado en tres oportunidades. A mediados de esta semana fue nuevamente el Jefe del Estado la autoridad del Ejecutivo en referirse al tema. En una conferencia de prensa, Evo Morales adelantó los cuatro ejes de la cumbre: productos, frontera agrícola, apertura de mercados y alianza Estado-privados para la industrialización.

A inicios de año, conocido el llamado del Mandatario, la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO) fue la primera en pronunciarse al respecto e informó que 17 organizaciones productivas de esa región participarían del encuentro nacional. La propuesta del sector productivo cruceño también se centra en cuatro pilares: seguridad jurídica, uso de biotecnología, liberación de exportaciones e infraestructura caminera y logística.

Por lo expuesto hasta ahora son dos los temas coincidentes, sin embargo, las partes los abordan con diferencia de enfoque. Mientras el empresariado demanda exportaciones “irrestrictas”, Morales ya indicó que éstas solo serán posibles en la medida en que el mercado interno sea cubierto.

Y en cuanto al tipo de producción, los empresarios han señalado la necesidad de recurrir a la biotecnología para mejorar la obtención de maíz, algodón y caña de azúcar, arguyendo que los transgénicos poseen mayor rendimiento y tolerancia a las enfermedades, son de ciclos de producción más cortos y se adecuan a diferentes campañas. En la conferencia de mediados de semana, Morales se refirió a este aspecto con tres palabras: “No es conveniente”. Actualmente, 95% de la soya que produce el país es transgénica.

El 5 de abril, el presidente de la Asociación Nacional de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo), Demetrio Pérez, dijo que “si no es aceptado cualquiera de los cuatro puntos planteados tendremos serios inconvenientes para avanzar en el cumplimiento de los objetivos de la Agenda 2025”, en referencia a que el potenciamiento de la agropecuaria es una de las prioridades del plan gubernamental a largo plazo.

El Presidente expresó esta semana que la apuesta del Estado es que este sector se constituya en un pilar de la economía nacional, conjuntamente el minero, el energético y el hidrocarburífero. “Seguimos convencidos en que el momento que la economía nacional tenga sostén de estos cuatro rubros, Bolivia prácticamente tendrá mucha esperanza y mucho futuro en términos económicos”.

Estado de la tierra

El vicepresidente Álvaro García comprometió concluir en 18 meses con el saneamiento del 30% (10 millones de hectáreas) de superficie que resta de un total de 34 millones en Santa Cruz.