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Grandes firmas apuestan por China

Los grandes grupos automotores se reúnen hasta el 29 en el salón de Shanghái, apostando por el mercado chino, el primero del mundo, pese al estancamiento y la desaceleración económica.

Tras una subida del 14% en 2013, las ventas de automóviles en China progresaron 6,9% en 2014, hasta los 23,5 millones de vehículos. En el primer trimestre de 2015, solo aumentaron 3,9% interanual.

“Un crecimiento de 6 o 7% aún es fuerte. Está por debajo del de dos cifras de los años pasados, pero lo que había antes francamente no era sostenible”, dice Carlos Ghosn, director general de Renault y Nissan. “Representa, con todo, más de un millón de coches adicionales año”, agrega.

Para Jochem Heizmann, director de Volkswagen, China “sigue siendo un mercado increíble”, pero que sufre el cambio de la segunda economía mundial, la “nueva normalidad” del reequilibrio buscado por Pekín.

De hecho, el gigante asiático está a punto de registrar su peor crecimiento en 25 años. Y una serie de ciudades han fijado cuotas estrictas de matriculación para frenar la contaminación y los atascos. Entre ellas está la propia Shanghái, mas las empresas, que no cesan de elevar su capacidad de producción, se declaran capaces de adaptar sus estrategias.

Los constructores extranjeros, aliados a grupos públicos locales, se quedan siempre con la mejor parte, empero las marcas estrictamente chinas aumentaron las ganancias en el primer trimestre y acapararon el 43% del mercado, una “ofensiva temporal”, matiza Maxime Picat, director general de Peugeot, quien lo atribuye, sobre todo, a la salida de modelos de 4×4 urbanos, muy populares en China, país que podría convertirse en el primer mercado mundial para este tipo de carros antes de 2018, vaticina John Lawler, director general de Ford Motor China.