El deceso de dos niños en el incendio de una vivienda usada como taller textil clandestino sacudió a Argentina y destapó la existencia de cientos de denuncias sin investigar y mafias que controlan este negocio ligado a la venta ilegal.
El siniestro que acabó con la vida de los niños, de 7 y 10 años, se produjo el martes en Flores, un barrio popular de Buenos Aires, donde en los últimos años han proliferado los talleres ilegales. La ONG La Alameda había denunciado en 2014 la existencia de 30 talleres donde se somete a los trabajadores, pero las autoridades competentes no investigaron.
El lugar que ardió en llamas era, precisamente, uno de los identificados por La Alameda, que inició demandas contra varios funcionarios del Gobierno de la ciudad, que encabeza el conservador Mauricio Macri, por eludir responsabilidades.