Icono del sitio La Razón

Droguería Inti cumple 8 décadas al servicio de la salud boliviana

La industria farmacéutica de Bolivia se potenciará en éste y el próximo año con una inversión de $us 12 millones que estará a cargo de Droguería Inti, que en dos días cumplirá 80 años de vida institucional impulsando el desarrollo del sector.

“Para los próximos dos años, Inti ha previsto invertir hasta $us 12 millones en diferentes proyectos y en la mejora de su planta de producción, lo que representará mayor productividad, más calidad, generación de empleo y aporte al crecimiento del país”, informó a La Razón el gerente general de la empresa, Christian Schilling, nieto del creador del tradicional Mentisan ungüento, uno de los pocos productos con sello boliviano, sino el único, que se pasea por casi todo el mundo.

La compañía, que nació en La Paz el 15 de marzo de 1936 con el nombre de Droguería Hamburgo, fue fundada por Ernesto Schilling, un excombatiente alemán de la Primera Guerra Mundial que llegó a Bolivia en 1925 para poner su experiencia en plantas de uso farmacéutico al servicio de un compatriota que tenía una importadora de hierbas medicinales.

Historia. Once años después (1947), luego de un proceso de transformaciones al interior de la compañía, se produce el cambio de razón social a sociedad anónima Inti, que en aymara significa sol. “Mi abuelo le puso ese nombre, porque confiaba en que un día la empresa brillaría como el sol. Hoy, los logros obtenidos reflejan que así es”, dijo Christian Schilling.

Desde su nacimiento, la compañía fue actor importante en del desarrollo de la industria farmacéutica del país.

Creó el Mentisan ungüento en 1937; fue pionera en los años 50 en la diversificación de las presentaciones de los productos (tabletas, grageas y cápsulas); produjo en los 60 los primeros sueros de origen boliviano, que hasta entonces eran importados; convenció en 1977, junto con otras empresas del sector, al gobierno del entonces presidente Hugo Banzer de prohibir vía decreto la importación de medicamentos elaborados por algunos de los laboratorios bolivianos, para proteger la industria nacional; y en los 80 su planta en El Alto fue la primera del sector en obtener la certificación internacional de Buenas Prácticas de Manufactura (BPM).

La firma generó también confianza en los productos “made in Bolivia” en una época en que los medicamentos nacionales “eran rechazados y se consideraba lo importado como mejor”.

“Somos una empresa cien por ciento boliviana. Nuestra visión fue siempre confiar en el país y así lo hemos hecho desde 1936, pese a las dificultades que hemos atravesado”, aseveró el Gerente General de la compañía.

Gonzalo Muñoz, químico farmacéutico industrial, quien trabaja casi 40 años en la empresa, hoy como Gerente Técnico, recordó que durante estos 80 años, la empresa se sobrepuso a varios malos momentos, como “la época de la revolución del 52, cuando era muy difícil conseguir divisas” o el periodo de cuatro años de gobierno de la Unidad Democrática y Popular (UDP), en el que se registró una hiperinflación acumulada de casi 10.000%.

Hoy, Droguería Inti ocupa el 25% del mercado farmacéutico nacional; es la que más fuentes de empleo genera en su rubro (comenzó con tres y hoy tiene 975 colaboradores); es la única del sector que cotiza en la Bolsa Boliviana de Valores; se encuentra entre las 100 compañías que más impuestos pagan en el país; es uno de los mejores 100 lugares para trabajar; y es la firma farmacéutica con mayor reputación en el mercado.

Éste es “el mejor” momento de Inti, destacó Schilling. “La coyuntura (económica) ha sido buena, las decisiones tomadas fueron buenas y el equipo de trabajo es bueno y mucho más consolidado que el de antes (…). Pero estoy convencido de que al final la calidad de nuestros productos convence y mantiene fieles a nuestros clientes”.

Identidad empresarial

Valores

Calidad, responsabilidad, compromiso, ética profesional, apertura al cambio, servicio al cliente e innovación constante son los valores que  acompañan a Droguería Inti.

Red

La empresa cuenta con ocho agencias propias en el país y al menos 150 vendedores de sus productos.

La empresa busca tener una oferta más limpia

Inti se encuentra en proceso de implementar un sistema de producción más limpio (PML), bajo la norma NB 61002, que es de cumplimiento voluntario por parte de las empresas, informó Christian Schilling, gerente general de la droguería boliviana.

La compañía cuenta con la mayor planta de producción de medicamentos de Bolivia. El complejo, ubicado en El Alto, consta de cinco grandes áreas destinadas a la fabricación de medicamentos sólidos, líquidos, sueros, inyectables y una exclusiva para el tradicional Mentisan, todas certificadas con las normas de Buenas Prácticas de Manufactura (BPM).

Esto certifica que la empresa elabora los fármacos en ambientes adecuados y bajo técnicas de control que resguardan su inocuidad, con altos niveles de eficiencia, pureza y empleando tecnología de vanguardia. “La construcción del complejo industrial con todas las exigencias y tecnología de punta demandó una inversión mayor a los $us 25 millones”.

El laboratorio de control de calidad de Inti está equipado, asimismo, con máquinas de alta precisión, “únicas en Bolivia”.

“Durante los últimos cinco años, la empresa ha invertido en promedio $us 2 millones anuales, principalmente en la adquisición de maquinaria de última generación para el laboratorio y en la compra de algunos predios para la construcción de almacenes de distribución en diferentes ciudades del país”, sostuvo Schilling.