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Los avestruces africanas se asientan en El Alto

Las avestruces, las aves más grandes del mundo, de origen africano, llegaron a El Alto y se han adaptado con mucho éxito a las frías temperaturas de la ciudad y a sus más de 4.000 metros sobre el nivel del mar. El dueño de las aves es Víctor Mamani, quien incursionó en esta nuevo tipo de ganadería con apoyo de la Asociación Nacional de Criadores de Avestruz (Asoavestruz) Bolivia.

En su hábitat natural (África), estas aves pueden alcanzar los 3 metros de altura y pesar casi 200 kilos, alcanzar velocidades de hasta 90 kilómetros por hora y vivir entre 30 y 40 años. Sin embargo, la raza que en general se cría para su aprovechamiento es la african black, una mezcla desarrollada a partir de otras dos subespecies y de tamaño menor a las otras variedades, lo que permite un manejo más fácil en los criaderos. En el país hay actualmente 35 granjas afiliadas a Asoavestruz, afirma el presidente de la organización, Enrique Galindo, quien destaca que estas aves corredoras son altamente resistentes a los climas extremos, pues pueden vivir en zonas áridas o semiáridas con temperaturas que oscilan entre -15 y 40 grados centígrados.

Esta es la nota principal del suplemento El Financiero, que en esta edición también trae a sus lectores una entrevista con un experto boliviano en coaching Gabriel Justiniano sobre la felicidad en las empresas; la historia de la avícola Imba, que este mes cumple 50 años; las últimas decisiones del Banco Central de Bolivia en relación a la compra de oro nacional; y un análisis sobre el impacto de la producción de alimentos en la biodiversidad, entre otras notas de gran interés.