América Latina se transforma para ser despensa del mundo
28% de las tierras con potencial agroproductivo está en la región.
El rápido aumento de la población mundial, que en 2050 será de 9.000 millones de personas, y el crecimiento de la capacidad adquisitiva de ciudadanos de países como China están permitiendo la rápida transformación de Latinoamérica en una región de agronegocios.
Para satisfacer las demandas de la población mundial en 2050, los expertos calculan que la producción de alimentos del planeta tiene que aumentar un 60%. Y con el aumento de la capacidad adquisitiva de amplias franjas de la población en países asiáticos, especialmente en China, las necesidades alimentarias serán incluso más exigentes.
“Los volúmenes que se van a necesitar en 20 años van a ser enormes, como nunca vistos antes. La población va a pasar de 7.000 a 9.000 millones para 2050”, dijo a EFE Aitor Ezcurra, jefe de división de Corporativos de la Corporación Interamericana de Inversiones (CII) del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
“Y el otro crecimiento de la demanda de productos alimenticios viene del poder adquisitivo. En países como China, la renta per cápita está creciendo de forma brutal”, continuó.
“Hay segmentos de la población que están en el punto de inflexión que empiezan a consumir mucha más carne. Y son segmentos de 200 millones a 300 millones de personas que en cuestión de pocos años van a estar consumiendo entre 5 y 10 kilos más de carne al año. Son millones de toneladas de ese alimento que alguien va a tener que producir”, dijo.
Durante la reunión anual del BID y la CII que se realizó a principios de abril en Asunción (Paraguay), expertos y empresarios destacaron la oportunidad que tiene América Latina en satisfacer esa creciente demanda alimentaria y convertirse realmente en la despensa del mundo de mano de los agronegocios.
Ezcurra explicó que “el agronegocio tiene un entendimiento de toda la cadena de valor. Desde los que producen fertilizantes, pesticidas o semillas pasando por el productor primario, el proveedor de logística, el procesador, el vendedor y el consumidor”.
Pese a que los productos latinoamericanos siempre han sido el origen de alimentos para otros continentes, los enormes volúmenes que harán falta en las próximas tres décadas hace necesario que cambie el esquema productivo de las explotaciones agropecuarias.
América Latina ya está embarcada en ese proceso de transformación, pero los expertos señalan que es necesario acelerar el cambio de explotación agropecuaria a agronegocio. “Hay medianos productores que ya se pueden considerar agronegocios porque están invirtiendo en capacidad de almacenamiento, en transporte y logística”, dijo Ezcurra.
MERCADOS. La importancia que Latinoamérica ya tiene en el comercio mundial de productos agrícolas y componentes alimentarios con valor agregado lo demuestra que el 60% de las exportaciones de soja vienen de la región, así como el 45% de azúcar o el 40% de carne vacuna y pollo. En otros productos como frutas o café, también destaca en los mercados globales.
El potencial de la región es producto en primer lugar de sus ventajas competitivas. América Latina cuenta con un tercio del agua fresca del mundo y cerca de un 28% de las tierras con mediano o alto potencial agrícola. Ezcurra dijo que desde el grupo BID, CII se está enfocando “de una manera mucho más directa y dedicada al sector. Hemos creado un equipo específico de 10 personas para financiar los agronegocios”.
El funcionario de CII también destacó que los proyectos que el BID financia en ese sector tienen como requisitos aumentar la productividad, que sean modelos inclusivos donde los productores medianos y pequeños tienen acceso a la cadena de valor y son medioambientalmente viables.
El hambre aumenta en 35% en 2016
La combinación de precios récord, conflictos y condiciones climáticas extremas aumentaron el número de personas afectadas por el hambre en el mundo de 80 millones en 2015 a 108 millones en 2016. Ese total representa un incremento de 35% de las personas enfrentadas a una “inseguridad alimentaria grave”.
Ya es una cuestión de seguridad
“El hambre exacerba las crisis, causando más inestabilidad e inseguridad. Lo que aparece hoy como un desafío ligado a la seguridad alimentaria se vuelve después un reto vinculado con la seguridad”, advirtió Ertharin Cousin, directora del programa alimentario de la Organización de Naciones Unidas.
AFP, Roma