Ronald Pereira: ‘Gobernación apuesta por empresas mixtas para evitar cuoteo’
En el mes aniversario de la fundación de la ciudad de La Paz, el Secretario Departamental de Desarrollo Económico y Trasformación Industrial de la Gobernación de La Paz evalúa el potencial de desarrollo económico y productivo de la urbe y la región.
— ¿Cómo está la Gobernación paceña en cuanto a ingresos?
— En los últimos años hubo una reducción sostenida de recursos, sobre todo de los que provienen del Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH), una de las fuentes más importantes de ingreso de las gobernaciones. Reduciendo todos los gastos que tenemos en temas compartidos como salud y otros, de los algo más de Bs 1.400 millones que tenemos ahora quedan 250 millones para proyectos de inversión. Entonces, es una estructura presupuestaria totalmente desconexa de la realidad que tenemos las gobernaciones. Las obligaciones y responsabilidades que nos ha ido transfiriendo la Ley Marco de Autonomías no han sido acompañadas con asignación de recursos. NdE. El presupuesto máximo que manejó el Gobierno Autónomo Departamental de La Paz fue de Bs 2.680 millones en 2011.
— ¿La Paz perdió liderazgo en la economía e industria?
— El departamento tenía hace varios años un peso importante en la generación de recursos. En la década de los 60 y 70 aportábamos cerca del 34% al Producto Interno Bruto (PIB) de Bolivia, 27% en los 90 y 24% en promedio en el último quinquenio. Antes, el 35% de la población se centraba en La Paz. NdE. Hoy el porcentaje es de 25,6%. Los desincentivos a que la gente tenga trabajo y oportunidades afectaron a los empresarios, que se van a Santa Cruz (…). Los niveles de conflictividad le cuestan al menos el 5% de su PIB en La Paz y le reducen su productividad en al menos 10% (…). No se genera en el territorio un espacio amigable para el emprendimiento, los bloqueos nos generan una pérdida de competitividad enorme. Necesitamos trabajar varios incentivos, como los impositivos, condiciones logísticas y un sistema de almacenaje industrial en la región. Es todo un desafío y el sector público debería estar en condiciones de generar estos espacios, porque a partir del almacenaje o servicios industriales realmente se marca la diferencia en lo que es la competitividad industrial.
— Pese a este estado, ¿es atractiva La Paz para la industria?
— Sí, por su capacidad transformadora, por los canales comerciales que tiene abiertos hacia mercados de exportación como Chile y Perú, y por el comercio hacia todo el eje andino y a otros departamentos. También (es favorable) para los rubros de alimentos, que requieren inversiones muy altas para la conservación en climas cálidos. El almacenaje de granos es más barato en el occidente. La Paz concentra también la inversión e innovación de la industria farmacéutica y el potencial de las industrias metalúrgica y química.
— ¿Cuál sería la forma de devolver al departamento el sitial que tenía en el desarrollo del país?
— Para devolverle a La Paz su sitial económico y productivo hay que generar empresas mixtas. Hemos desarrollado el modelo y trabajado en su implementación, el desafío es que éstas le den a la Gobernación un rol diferente en la economía. Una empresa mixta es radicalmente diferente a una pública, que con frecuencia es deficitaria, improductiva, no estratégica y le cuesta a cada uno de los bolivianos si entra en pérdida, como ocurrió con Enatex. Los privados están para eso, para que un emprendimiento sea competitivo en términos técnicos. Un negocio debe ser gestionado así, porque si lo administras como si fuera público estás condenado a que sea botín político, a que sea una empresa pesada, burocrática. La privada tiene que ser dinámica, despejada, transparente, fluida y con una capacidad importante de responder a las necesidades del mercado para no morir. Ese es el gran aporte del sector privado a una empresa mixta.
— ¿Cómo es ese modelo?
— La Gobernación es parte de la coinversión, una asamblea y los productores asociados, que no solo serán proveedores sino también formarán parte del emprendimiento empresarial, coparticiparán en las decisiones y en la rentabilidad. Ese es el modelo y con ese plan los desafíos son varios.
— ¿Al final de la gestión (2020), con cuántas empresas mixtas se ve la Gobernación?
— Tendremos al menos cinco de siete empresas: de mercados de venta directa, de potabilización de agua en boca de pozo, de cárnicos (Santiago de Machaca), mangos (Cajuata e Irupana), madera, té (Mapiri) y frutas (valles sur y norte), que requieren el compromiso de inversores privados, de asociaciones y municipios. Se prevé invertir en todas unos Bs 285 millones (…). No es posible determinar los montos de inversión privada aún dado que estamos en negociaciones, pero aspiramos a que las inversiones estén entre el 30 y 50% de cada proyecto.
— ¿Qué avances tienen las empresas mixtas?
— Hemos avanzado con inversores para las empresas de los cárnicos y de la madera. Los proyectos de té aún están en su etapa de diseño final, en dos meses tendremos resultados. El de frutas tiene un proceso de licitación en marcha y estará a final de año.
— ¿Este proyecto requiere de un nuevo marco normativo?
— Hay complejidades de la norma; cuando inviertes fondos públicos estás obligado a cumplir con la Ley Safco en los ocho subsistemas donde se gesta la burocracia. Estamos generando una normativa que nos permita validar este modelo mixto sin salirnos de la norma, como ocurre en Sucre con la empresa de cemento de capitales públicos administrada por privados, es posible y estamos explorando estos temas.
Pérfil:
Nombre: Ronald Pereira
Profesión: Economista
Cargo: Secretario Departamental de Desarrollo Económico y Transformación Industrial de la Gobernación de La Paz.