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Hugo Siles: ‘Transparencia informativa genera más competitividad’

El editor de la lista de las 250 Empresas Más Grandes de Bolivia hace un recuento de la información que acumuló en 22 años el “mapa de negocios más completo” del país, que se publicará en noviembre —y por primera vez junto a La Razón— como parte de un esfuerzo editorial que ofrecerá 50.000 datos de interés para los sectores público y privado.

— ¿Que variaciones ha tenido el ranking desde sus inicios?

— La primera edición nació con 100 empresas, de una mezcla entre el ‘ranqueo’ de sus ventas y su patrimonio. Eso cambió en los siguientes números y gradualmente fuimos aumentando a 200 y luego a 250. No fue sencillo, porque aún las empresas no son absolutamente transparentes, en algunos casos tienen su información celosamente guardada y, entonces, no se puede tener la totalidad de la información.

— ¿Cómo conseguía estos datos antes y cómo lo hace hoy?

— Antes enviábamos centenares de boletas (solicitud de información) a las empresas vía fax y vía mail. En segunda instancia, visitábamos las entidades que tenían alguna información, balances y resultados, como las exsuperintendencias, el mercado de valores y otras. Ya con el transcurrir del tiempo se facilitó el levantamiento de datos de muchas empresas vía internet. Pero de todas formas el trabajo demanda de cinco a seis meses. En Bolivia adolecemos de una transparencia absoluta de información pública de las empresas, por eso la riqueza del ranking.

— ¿Algún empresario le quiso vender la información?

— Afortunadamente no, y creo que ese es un mérito de las empresas, ninguna lo hizo.

— ¿Había antes más apertura de las entidades públicas?

— Sí, ahora ocurre lo contrario. En los últimos años, en algunas entidades de fiscalización ya no dan información de las empresas. Tiempo atrás existía información pública en lugares muy específicos y ahora ya no, o se difunden resultados con muchísimo retraso. Si se encuentra información pública será de 2014 y, en el mejor de los casos, de 2015. Ahora presentaremos la (data) de 2016, que es casi imposible de encontrar.

— ¿Cuántas firmas estatales figuraban en los primeros rankings y cuáles desaparecieron?

— En la primera lista había por lo menos una docena de empresas públicas. Eran tiempos en los que la capitalización, la privatización, tenían su impacto, como en 1997, cuando existía información pública del sector empresarial y podían verse los resultados de capitalizadas como el Lloyd Aéreo Boliviano (LAB), Enfe, YPFB, Chaco, Andina y Transportes, pero eso gradualmente se fue cerrando. Después desapareció el LAB, una empresa gigante que en 2000 tenía Bs 925 millones en ventas. En 1996 también figuraban Inti Raymi, Comsur, Cobee, SAO, Cristis, Orbol, Soboce, Gravetal, Manaco, Toyosa, Coboce: en ese tiempo no existía la potencia del sector hidrocarburífero sino del minero. Hoy están YPFB, Chaco y Andina, hubo un desplazamiento del motor de la economía, de lo minero a lo petrolero.

— ¿En qué porcentaje refleja el ranking el desarrollo de las empresas en Bolivia?

— Al 100%. El Instituto Nacional de Estadística (INE) tiene el Producto Interno Bruto (PIB) agregado y por sectores, nosotros tenemos el mismo PIB pero por empresas. Ellos (el INE) generan datos macroeconómicos, nosotros microeconómicos. Las 250 empresas más grandes de Bolivia representan más del 80% del PIB, entonces, tenemos todo el desarrollo económico (del país). Esta es una evaluación financiera mediante la metodología ranking. La proyección es realizar una publicación internacional como (la revista) AméricaEconomía, avanzar a Sudamérica en algunos años más.

— ¿Sus datos le salvaron “la vida” a algún empresario?

— Sí, hubo experiencias muy saludables. Gente del área financiera y de la construcción, particularmente, me llaman continuamente para preguntarme sobre el pulso microeconómico de Bolivia, no sobre lo marco porque ya eso es público. Se han forjado muy buenas amistades y salvamos la vida de muchos empresarios. Muchos de ellos —precisamente por la confidencialidad con la que se maneja la información— no saben cómo está su competencia. Entonces, la transparencia ha generado también competitividad, porque muchas empresas no conocen los resultados (de otras de su rubro) y caminan básicamente con indicadores macros o sectoriales, pero nunca con datos individuales de las empresas.

— ¿Puede adelantar alguna de las sorpresas que tendrá el ranking que saldrá en noviembre?

— Una novedad es la presentación de balances, estados y resultados de YPFB de los últimos 10 años. La gente conocerá cuánto ha generado la empresa en ese tiempo, se dará cuenta de que, según el análisis microfinanciero, hubo una declinación muy fuerte en utilidades y ventas de las empresas más grandes.

— ¿El país ha ingresado a un “invierno económico”?

— Desde 2006 hubo una convergencia entre los indicadores macro y los indicadores microfinancieros, lo que permitió tener un verano económico muy fuerte. Este verano económico dio paso (hoy) a la desaceleración, pero el clima no se enfrió porque la economía ha generado un alto nivel de productividad y de consumo. Entonces, el consumo —un indicador de la economía que evidentemente muestra desaceleración— no genera un cambio abrupto. Si se consumía 100, ahora se consume 98 o 95, no 50.

Pérfil:

Nombre: Hugo Siles

Profesión: Economista y comunicador social

Cargo: Creador y editor del Ranking 250 Empresas Más Grandes  de Bolivia

Apasionado por la información

Cuenta con un título en Economía de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), una licenciatura en Ciencias de la Comunicación Social de la Universidad Católica Boliviana (UCB) y una maestría en Administración de Empresas de la Escuela de la Producción y la Competitividad (ePC). Actualmente cursa un doctorado en Ciencias del Desarrollo en el Cides-UMSA. Ejerció también como docente de asignaturas en Economía y Comunicación en la Escuela Militar de Ingeniería y las universidades Pública de El Alto, Real y Privada Boliviana.