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Mejora de rebaños en 4 regiones alienta a 35.000 familias

Al menos 35.000 familias que viven de la crianza de ovejas y cabras en cuatro departamentos del país vieron que su ganado dobló su peso y redujo su mortandad con ayuda de una iniciativa estatal que busca la prosperidad de la población rural.

Los resultados son parte del proyecto “Fortalecer la producción de ovinos y caprinos en La Paz, Oruro, Potosí y Chuquisaca”, cuyo fin es mejorar la calidad genética de este ganado, incrementando los indicadores reproductivos y productivos de estos animales, para lograr una actividad rentable y sostenible.     

La primera fase del trabajo, impulsado por la estatal Institución Pública Desconcentrada Soberanía Alimentaria (IPDSA), se inició en mayo de 2014 y concluye en marzo del próximo año. “Esperábamos este proyecto” y cuando se implementó “causó sensación, movilizó a todos (en el pueblo). Hoy estamos abocados al manejo de nuestro ganado, que es el sostén de nuestro diario vivir, que es para la educación de nuestros hijos, para todo”, dice Victoriana Viraca, de la comunidad de Toma Toma, en el municipio orureño de Toledo.

La primera fase del proyecto incluyó cuatro tipos de tareas.

La primera fue la inseminación artificial y la construcción de un centro de mejoramiento genético; la segunda, el establecimiento de parcelas forrajeras de alfalfa y la recuperación de praderas nativas mediante la apertura de zanjas de infiltración y siembra de pastos endémicos (cebadilla, q’awchi); la tercera, la construcción de atajados y de vigiñas (reservorios de agua) y/o qhutañas  (estanques); y la cuarta, el fortalecimiento de las capacidades de los ganaderos.

Recursos. Las ‘vigiñas’ garantizan el agua a las ovejas.

En este último punto, la labor estuvo orientada a la sanidad de ovejas y cabras, a su alimentación, reproducción, infraestructura productiva y al manejo y conservación de forrajes, todo con asistencia técnica.

“El principal objetivo” de “Fortalecer la producción de ovinos y caprinos” es “garantizar la disponibilidad de alimentos, contribuir a la seguridad alimentaria con soberanía”, subraya Richard Huanca, director del proyecto estatal, que favoreció a pobladores de 184 comunidades: 63 en La Paz, 59 en Oruro, 36 en Potosí y 26 en Chuquisaca. “Desde el inicio, se benefició a más de 35.000 familias”, puntualiza.

Avances. Los esfuerzos realizados en el marco de la iniciativa permitieron reducir de 12,5 a 7% la mortalidad de ejemplares menores de un año y subir de 16,6 a 33 kilos (99%) el peso de un borrego de seis meses. “Trabajamos para que (los comunarios) puedan generar más ingresos con la crianza” de estos rumiantes. “Las ovejas criollas se crían hasta los dos años para el faenado. Con el mejoramiento genético reduciremos” el tiempo “para venderlas de un año a seis meses”, afirma.

Viraca recuerda que antes una oveja criolla “costaba a los seis meses Bs 150” y “hoy, con el mejoramiento genético, vale entre Bs 280 y 300. Una reproductora”, por su parte, “está entre los Bs 1.200 y 1.500”.Huanca detalla que este año el mejoramiento genético avanzó con inseminaciones a 2.800 ovejas en La Paz y Oruro y 1.860 cabras en Potosí y Chuquisaca. Además, se inició el 23 de octubre en el municipio de Toledo —uno de los 24 que cubre el proyecto— la edificación del primer Centro de Mejoramiento Genético de ganado ovino del país con una inversión mayor a los Bs 11 millones.

“Serán 70 días calendario para la construcción”, asegura Huanca.

Espere…

Logística. El complejo apoyará la producción de 120.000 familias en La Paz, Oruro, Potosí, Chuquisaca y Cochabamba. Se contará 250 reproductores ovinos hembras y 26 machos de elite (para inseminación artificial y monta controlada), se producirán 15.000 pajuelas de semen por año y se obtendrán 2.000 pajuelas de embriones por año, entre otros.     

Para mejorar la infraestructura ganadera, continúa el funcionario, se construyeron 1.078 vigiñas y qhutañas en La Paz y Oruro, mientras que en Potosí y Chuquisaca se perforaron pozos de agua.

En manejo de praderas nativas y producción de forrajes se recuperarán este año 2.000 hectáreas (ha) en Oruro mediante un convenio con la Gobernación de ese departamento y 680 ha en La Paz a través de acuerdos con las autoridades municipales. En Potosí y Chuquisaca se apostó por el cultivo de penca  forrajera.

En fortalecimiento técnico, “hasta el momento se han hecho tres grandes talleres de manejo, sanidad y capacitación en mejoramiento genético en los cuatro departamentos”, afirma Huanca.

La segunda fase de “Fortalecer la producción de ovinos y caprinos en La Paz, Oruro, Potosí y Chuquisaca” se iniciará en marzo de 2018 y terminará en 2023, luego de lo cual se prevé empezar una tercera fase. “En la segunda etapa se verá netamente el funcionamiento del centro”, sostiene.

Plantines de la penca.

Impacto de carne ovina se verá en 2018

Jorge Castel

Para incrementar la producción de carne ovina y caprina por medio de la apertura de nuevos mercados, el Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras realizará en 2018 un estudio que identificará la incidencia del consumo de este alimento entre la población.

La investigación se efectuará cuando empiece “la segunda etapa” del trabajo, aproximadamente en marzo de la siguiente gestión, informó a La Razón Richard Huanca, director del proyecto “Fortalecer la producción de ovinos y caprinos en La Paz, Oruro, Potosí y Chuquisaca”, implementado por la Institución Pública Desconcentrada Soberanía Alimentaria (IPDSA), entidad dependiente del ministerio.

Las cabras y, principalmente, ovejas son una fuente esencial de ingresos y alimento para las familias del área rural, ya que proveen carne, leche y también lana con la que se fabrican prendas de vestir y frazadas. El tiempo de gestación de estos mamíferos dura unos 150 días.

“Las ovejas criollas se crían hasta los dos años para el faenado. Con el mejoramiento genético reduciremos” el tiempo “para venderlas de un año a los seis meses”, afirma Huanca.

El proyecto es financiado con recursos del Tesoro General del Estado, informa el ministerio.

Promueven plantación de pencas para forraje

Jorge Castel

Trabajo. Personal del proyecto realiza la inseminación.

La novedosa siembra de tuna forrajera para la alimentación de rumiantes es parte del proyecto “Fortalecer la producción de ovinos y caprinos en La Paz, Oruro, Potosí y Chuquisaca” de la estatal Institución Pública Desconcentrada Soberanía Alimentaria.

La actividad, que se impulsa en municipios de los dos últimos departamentos, permite al ganado contar —principalmente en invierno— con una fuente de alimento y agua, ya que la planta puede desarrollarse en zonas áridas.

Con este objetivo se repartieron manuales y se dan capacitaciones a los comunarios para explicarles las características del vegetal, así como sus variedades, la ubicación de las plantaciones y la preparación del terreno, entre otros.

De acuerdo con datos del Gobierno, se calcula que en   La Paz y Oruro “existen 2,9 millones de cabezas de ovinos y en Potosí y Chuquisaca, 1,89 millones de caprinos”, detalla el director del proyecto.