Patatas seguras; apoyan siembra temprana e invernal
Proyecto. Se redujo el déficit estacional de un alimento clave en el mercado.
La reducción del déficit estacional de papa en el mercado interno es uno de los principales logros de un proyecto estatal que benefició a decenas de miles de agricultores en 93 municipios de seis departamentos.
“Antes no teníamos semillas” aptas. “Nos comprábamos, pero no eran de calidad. Desde que nos entregaron las semillas nos hemos organizado casi 60 comunarios en la Asociación de Productores Agropecuarios Integrales”, cuenta Félix Ávalos, del cantón Millipaya del municipio de Sorata, una región que tiene las condiciones climáticas para cosechar el tubérculo dos veces el año.
Con el tiempo, añade el agricultor, la nueva asociación se fortalecerá y crecerá. “A veces la gente por falta de trabajo migra, pero como mejorará la producción ya no pasará eso”, destaca.
Ávalos es uno de los 24.362 productores beneficiados por el proyecto “Apoyo a la producción nacional de papa en siembras de invierno y temprana”, que la Institución Pública Desconcentrada Soberanía Alimentaria (IPDSA) ejecutó entre junio y diciembre del año pasado en 1.579 comunidades de 93 municipios de Santa Cruz, Tarija, Chuquisaca, Cochabamba, Potosí y La Paz.
Acciones. La iniciativa se implementó con el fin de elevar la productividad de la patata y garantizar el abastecimiento del alimento a precio justo en el mercado interno durante la época de déficit estacional, calculado en unas 138.286 toneladas para el periodo agosto de 2017-febrero de 2018, según el Observatorio Agroambiental y Productivo (OAP) del Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras.
“El proyecto fue recibido con mucha expectativa. Los productores de papa tenían muchos problemas, por ejemplo con el riego, y este esfuerzo logró incrementar el rendimiento” de sus cultivos, subraya Jhonny Rojas, director de la entidad pública IPDSA.
Uno de los principales resultados del trabajo fue la ampliación de la superficie cultivada del tubérculo de 5.937 a 16.923 hectáreas en siembras de invierno y tempraneras (+185%), un logro que se alcanzó con la dotación de 4.943 toneladas de semilla certificada y 17.718 bolsas de 50 kilos de fertilizantes, de acuerdo con información de la Institución Pública.
Además, se brindó capacitación y asistencia técnica a los productores del sector, se fortaleció la producción de simiente de calidad, se impulsó el riego tecnificado y se mejoraron los sistemas de comercialización del alimento.
Este apoyo permitió obtener un rendimiento promedio por hectárea de 17 toneladas (t) en Tarija y Potosí, de 13 t en Cochabamba, de 11 t en Chuquisaca y Santa Cruz y de 10,85 t en La Paz.
Esta productividad media es, en todos los casos, mucho mayor a la alcanzada durante los últimos 10 años en el país, 5,8 toneladas por hectárea, lo que ubica a Bolivia a la zaga de los países productores del tubérculo en la región, según informó en julio del año pasado Carlos Osinaga, director general Ejecutivo del Instituto Nacional de Innovación de Agropecuaria y Forestal (INIAF).
Líneas. “A la hora de almorzar, lo primero que vamos a encontrar” en las mesas bolivianas “es papa, luego viene el arroz, la lechuga y otras verduras”, dice el ministro de Desarrollo Rural y Tierras, César Cocarico, para destacar la importancia del alimento.
En el plano comercial, “Apoyo a la producción nacional de papa en siembras de invierno y temprana” facilitó el acceso y conexión de la nueva oferta al mercado, al generar “un relacionamiento directo entre el consumidor y el productor mediante la organización de ferias de precio y peso justo regionales”. En este marco, se realizaron en el último semestre 10 muestras en coordinación con OAP en las que se comercialización 41.968 toneladas del alimento.
Así, “se fortaleció la actividad productiva en la misma comunidad. Antes, se trabajaba de manera dispersa”; con el proyecto, “la comunidad se organizó en torno a la producción de papa”, es decir, se generó empleo, apuntó Rojas.
Gobierno prepara red de centros de semilla
Jorge Castel
El Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras prepara la apertura de un Centro Biotecnológico de Producción de Semilla de Papa, el primero de una red nacional de laboratorios que garantizarán a los productores la provisión de semilla certificada de alta calidad genética.
“Estimamos terminarlo a fines de febrero” de esta gestión, “equiparlo en marzo y ponerlo en funcionamiento el primer semestre”, informa Jhonny Rojas, director de la Institución Pública Desconcentrada Soberanía Alimentaria (IPDSA).
Apoyo. El primer complejo se construye en la comunidad de Chachacomani del municipio paceño de Batallas con una inversión de Bs 8,27 millones.
La semilla certificada del Centro Biotecnológico de Producción de Semilla de Papa abastecerá a comunidades en especial de La Paz y a otras de Oruro y Cochabamba.
“El objetivo es articular una red (…), tener otros centros en el país”, como “en los valles cruceños, en Chuquisaca, en Tarija y en Potosí”, adelanta Rojas.
Mercado. Comercialización al mayoreo del tubérculo en La Paz.
Proyecto mantuvo precios estables en época de déficit
Jorge Castel
El evitar un incremento en los precios mayoristas de la patata durante la época deficitaria de este producto en el mercado es uno de los principales resultados del proyecto estatal “Apoyo a la producción nacional de papa en siembras de invierno y temprana”.
De acuerdo con datos de la estatal Institución Pública Desconcentrada Soberanía Alimentaria (IPDSA), ejecutora de la iniciativa, el precio mensual al por mayor de la variedad huaycha del alimento en el eje central del país registró un incremento significativo en los segundos semestres de las gestiones 2013, 2015 y 2016.
Sin embargo, todo el año pasado la arroba de este tubérculo se mantuvo “estable” y en un rango de entre Bs 28 y 45, cuando en años anteriores el precio en los últimos seis meses de cada gestión trepó hasta los Bs 70, según reportes del Observatorio Agroambiental y Productivo del Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras.
“Estos logros y resultados positivos se deben a la intervención del Programa de Fortalecimiento a la Producción de Papa en Siembras de Invierno y Temprana en Bolivia, ejecutado en 2016, y al proyecto Apoyo a la Producción Nacional de Papa en Siembras de Invierno y Temprana, ejecutado en 2017”, explica el IPDSA, que este año continuará con el apoyo a las siembras no tradicionales.
Expansión. “La papa es uno de los cultivos fundamentales en la economía nacional. Más de 200.000 unidades campesinas la producen” en 292 municipios del país, “por lo cual es considerada base de la alimentación de la población boliviana”, indica la estatal.
Los municipios más productores son Colquechaca (Potosí), Sacaba, Sica Sica y Tiraque en Cochabamba y Caracollo en Oruro.
Mario Coca, docente de la materia de Fitotecnia y Producción Vegetal de la Facultad de Ciencias Agrícolas, Pecuarias, Forestales y Veterinarias de la Universidad Mayor de San Simón, recuerda que hasta los años de 1950 la papa en Bolivia era cultivada casi únicamente en las tierras alto-andinas.
“Con los años, gradualmente fue extendiéndose a otras zonas no tradicionales, como los valles mesotérmicos, las zonas de transición andino-amazónicas y los llanos orientales”, afirma.
El Instituto Nacional de Estadística informó en 2017 que el año agrícola 2015-2016, la producción de papa en Bolivia fue de 1,07 millones de toneladas.
Se busca eliminar la importación en 2020
Jorge Castel
El Ejecutivo trabaja para que el país no necesite importar más papa extranjera y prevé que este objetivo se alcanzará en los próximos dos años,
“En 2020 quisiéramos llegar a cero importación. El problema es que la industria de la comida rápida compra de afuera”. Así que “tenemos que producir papa de esas características”, afirma Jhonny Rojas, director de la estatal Institución Pública Desconcentrada Soberanía Alimentaria (IPDSA).
De acuerdo con un reporte del Instituto Nacional de Estadística, por cada 100 toneladas de papas producidas se importan 5 en Bolivia, cuyo mercado requiere de al menos 1,1 millones de toneladas del alimento.
“En 2018 continuaremos fortaleciendo” la producción nacional del tubérculo. “El objetivo es bajar la importación en un 4%” y “trabajar de manera directa e indirecta para que no falte” el alimento, sostiene el directivo, quien recomienda consumir papa boliviana, porque de esa manera “se apoya a los productores, se da empleo y se evita la fuga de divisas”.