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Desarrollan ganado criollo resistente al cambio climático

Un proyecto binacional trabaja en el desarrollo en Bolivia de una raza bovina criolla, que sea fértil, resistente al estrés térmico en las zonas más calurosas del país y cuya alimentación no dependa de pastos de alta calidad.

La iniciativa, denominada “Identificación de germoplasmas bovinos resistente al estrés térmico”, es impulsada por la Facultad de Ciencias Veterinarias (FCV) de la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno (UAGRM) de Bolivia y el Instituto de Genética Veterinaria de la Universidad Nacional de La Plata de Argentina.

Encabeza esta labor el albéitar Juan Antonio Pereira, doctor en Ciencias de la Bioproducción y actual director de la FCV.

“El ganado Criollo Yacumeño ha evolucionado naturalmente comiendo pastos de baja calidad”. Los ejemplares de esta raza criolla “no son tan productivos como los del ganado foráneo”, pero “son fértiles y resistentes. Buenos candidatos para sobrevivir en tiempos donde el clima se vuelve extremo”, detalla el especialista, quien desde 1988 trabaja en programas de mejoramiento genético y reproductivo de razas lecheras y de carne.

Productividad. El trabajo se inició con el “rescate” por parte de la FCV de 120 cabezas de ganado criollo que iban a ser faenados en la estancia Espíritu del Beni, en Santa Ana del Yacuma, animales que durante 35 años crecieron en medio de pasturas inundadas y que fueron sometidos a un proceso de selección de productores de carne en climas extremos.

Con este grupo de ejemplares “comenzó el programa de conservación de ganado Criollo Yacumeño”, recuerda Pereira.   

El proyecto está en su tercer año de ejecución, cuenta con un presupuesto de $us 80.000 y se enfoca en tres aspectos clave: el análisis de la diversidad genética del ganado Yacumeño, la identificación del nivel de terneza de la carne de esta variedad y la capacidad de los ejemplares de resistir el estrés térmico.

En la primera tarea se determinaron los “linajes paternos y maternos” y otras características hereditarias de este conjunto de animales con la ayuda de técnicas de análisis genético molecular, detalla.

En la segunda, se comprobó que el Criollo Yacumeño “tiene como el Angus Argentino altos genes de terneza”, lo que hace que su carne sea de gran calidad.

Avances. En el tercer eje “estamos mejorando un criollo para el Chaco. Los reproductores yacumeños cruzan con otras vacas criollas” chaqueñas. “Ponemos estos genes del Criollo” Yacumeño en otro Criollo” Chaqueño “para crear otro biotipo de criollo”, indica el veterinario.
Hoy, el investigador y su equipo trabajan también para saber si los ejemplares yacumeños tienen un gen que se ha demostrado está presente en los criollos de Venezuela y de Colombia, que les permite adaptarse al trópico.

El mejoramiento genético es una tarea con mucha tradición en Bolivia, aunque hasta ahora se enfocó al mejoramiento de razas extranjeras. “En el tema de climas extremos nosotros trabajamos con la raza cebuina, que en condiciones tropicales es la que más se adapta. El 80% es cebú, que viene de  India y trabaja en las condiciones extremas de calor, humedad y tipo de plantas forrajeras que tenemos en el medio”, sostiene Fernando Baldomar, gerente general de la Asociación Boliviana de Criadores de Cebú (Asocebú).

La institución, agrega, impulsa el mejoramiento genético con base en la selección de los hijos de los reproductores caseros, que es una de las formas de desarrollo genético “más seguras y confiables a lo largo del tiempo”, asegura.

Asocebú registra 5.000 nacimientos in vitro al año

Jorge Castel

La Asociación Boliviana de Criadores de Cebú (Asocebú) registra cada gestión unos 5.000 nacimientos de ejemplares de cebú mediante la fertilización in vitro, informa Fernando Baldomar, gerente general de la organización privada.

Asocebú es líder en el país en el uso de esta técnica de reproducción asistida. “Tenemos más de 40 años trabajando en el tema de mejoramiento genético”, afirma el representante de las más de 200 cabañas que se dedican a la actividad.

“Anualmente registramos entre nacimientos y de animales adultos casi 30.000” ejemplares, dice.

Baldomar explica que el cebú es el vacuno con mayor resistencia en zonas tropicales. La raza fue traída de la India, donde hay regiones muy secas como Pakistán.

Detalles. La morfología del cebuino está adaptada al calor y a los cambios nutricionales. “Por ejemplo, la jiba guarda grasa, es su reserva de energía”, destaca.

También tienen mayor cantidad de glándulas sudoríparas por metro cuadrado respecto a las razas europeas. Por eso puede disipar mejor el calor, detalla.

Otra de las características es que la parte de la prolongación de la piel que está en el pecho hace que los capilares tengan mayor refrigeración y ayuden a la dispersión del calor.

Además, tienen pelo corto, fino y sedoso, ideal para el clima cálido. “El animal tiene una serie de características para adaptarse al calor, como la piel negra”, declara Baldomar.

Datos del Instituto Nacional de Estadística dan cuenta que en Bolivia el hato ganadero se incrementó desde 2006 hasta 2016 en 22,5%, de 7,4 millones a 9,08 millones de cabezas. En 2016, el 33,8% de los ejemplares eran machos y el 66,2% hembras.

El avance ganadero  en oriente

El presidente de la Federación de Ganaderos de Santa Cruz (Fegasacruz), José Luis Vaca, reporta que hasta el primer semestre de este año el hato ganadero en ese departamento superará las 4 millones de cabezas.

Fegasacruz proyecta que en 2025 haya aproximadamente 50.000 toneladas de oferta exportable de carne vacuna boliviana.