Icono del sitio La Razón

Desechos que ‘dan vida’

Convertir las bolsas y botellas de plástico desechadas que dañan el medio ambiente en tubos que dan soporte a las redes de electricidad en las construcciones y que llevan agua para el agro, es la propuesta que un emprendedor hace realidad desde 2014 en Cochabamba.

“Todo comenzó cuando participé en el concurso Emprendeideas” 2014 de Soboce “con el proyecto ‘Veneno que da vida’”, cuenta Eloy Aquino.

El técnico electromecánico, hoy de 50 años, recuerda que tres elementos fueron fundamentales para hacer realidad el sueño: el recuerdo de su padre que le contaba cómo de niño sufría para transportar agua para su parcela, la contaminación con empaques y envases sintéticos que afecta a la capital valluna y la insistencia de tener un emprendimiento propio de su esposa Janeth Cussi, quien “se cansó” de su extenso horario laboral como encargado de planta en las industrias de plástico en las que trabajó por más de 25 años.   

“Nos inscribimos el último día. La verdad fui desanimado y nunca pensé ganar”, pero “gané Bs 30.000”, expresa.

Así nació Deplastic, nombre compuesto por las primeras letras de los nombres de los padres de Aquino (“d” de Dionisio y “e” de Eleuteria) y la palabra inglesa plastic (plástico). Hoy, el negocio ofrece una línea de tubos para electricidad de 1/2, 5/8 , 3/4 y 1 pulgada y otra de cañerías para riego de 1/2, 4/4, 1,5 y 2 pulgadas que fabrica con máquinas que construyó y financió él mismo.

Estos productos se elaboran en un pequeño taller alquilado de 8×10 metros que se encuentra en la avenida Blanco Galindo, en la zona Sumumpaya, donde también comercializa los tubos que tienen origen en el material reciclado. El proceso comienza con el acopio de la materia prima, que luego se muele, se lava y se seca para después aglutinarla. Posteriormente, el polvo resultante pasa al filtrado, al peletizado y a la extrusora, de la que salen los tubos para agua y electricidad.

Además de “la planta”, Deplastic vende a través de distribuidores de la zona comercial Barrientos como Andrés Calle, quien comenta que los productos  “son de calidad y tienen buen precio”, por lo que tienen gran demanda en poblaciones del Valle Alto y Bajo como Punata, Tarata, Comarapa y Cliza, entre otras.

El rollo de tubería de la microempresa tiene un precio de Bs 130, mientras que otros productos similares cuestan unos Bs 350, según Aquino. “Nosotros vimos el tema más social y cubrimos costos (…). Lo que gano alcanza para cubrir banco, energía eléctrica, sueldos” de tres empleados que trabajan en dos turnos “y los gastos de la casa. Mejoró la calidad de vida de mi familia (de cuatro hijas) y me parece suficiente, pero queremos crecer para crear más empleos”, dice con ánimo el emprendedor oriundo de Colquiri (La Paz).

El negocio genera también oportunidades de trabajo para pequeños negocios acopiadores. “Ya no salgo a buscar las bolsitas y eso me pone feliz. Hay algunas empresas que nos entregan la materia prima lista para hacer los tubos”, indica el electromecánico.

La fábrica comenzó produciendo 2 toneladas (t) mensuales y al momento fabrica hasta 8 t al mes.

“Más adelante sacaré tubos de 4 y 6 pulgadas, eso me pide el mercado. Me falta presupuesto, me ofrecen los bancos, pero para una máquina tengo que tener una propiedad”, concluye Aquino. Los interesados en los productos pueden llamar al 4374603.