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Al-Invest fortalece talentos de mipyme en 18 países

Desarrollar las capacidades productivas, empresariales y asociativas de 26.795 mipyme latinoamericanas es el objetivo del programa AL-Invest 5.0, una iniciativa internacional que lidera la Cainco en 18 países de la región.

El programa de cooperación de la Comisión Europea se inició en 1994 con el objetivo de atraer inversiones europeas a Latinoamérica, pero con el tiempo —viendo las realidades de la región— cambió para promover la productividad de las micro, pequeñas y medianas empresas (mipyme).

La quinta versión del AL-Invest, que se inició en 2016 y concluirá el próximo año, está a cargo de un consorcio de 11 organizaciones locales e internacionales coordinado por la Cámara de Industria, Comercio, Servicios y Turismo (Cainco) de Santa Cruz, que ganó la licitación de la tarea.

“Es un logro para el país, y en especial para su comunidad de empresarios y sus instituciones gremiales, que se confíe a una institución empresarial boliviana el liderazgo de este programa insignia de la Unión Europea para todo Latinoamérica”, destaca el presidente de la Cámara, Jorge Arias, quien califica la oportunidad como “histórica” para Bolivia.

“Por eso, en Cainco sentimos un sano orgullo de representar a ese empresariado y coadyuvar al desarrollo de proyectos en Bolivia y en 17 países latinoamericanos para impulsar la mejora de la productividad de las mipyme y así disminuir los niveles de pobreza que aún golpean nuestra región”, agrega el ejecutivo.

Según datos de la institución, a 22 meses de ejecutarse, el programa registra los siguientes avances en los 18 países: 13.408 mipyme se conectan entre sí mediante diversos mecanismos de vinculación empresarial (50,04%); 5.307 cuentan con herramientas para mejorar su vinculación comercial y/o gestión de mercado (35,91%); y 2.999 diversificaron sus mercados (32,51%).

Logros. Asimismo, 2.206 empresas iniciaron la incorporación de procesos de innovación en su cadena productiva, así como buenas prácticas de manufactura, gestión ambiental o gestión de responsabilidad social; 2.206 mujeres fueron empoderadas (51,54%); y 86 emprendedores jóvenes recibieron apoyo para el desarrollo de sus iniciativas de negocio (68,25%).

El fortalecimiento al sector también incluye capacitaciones, creación de núcleos empresariales, participación y organización de ferias productivas, misiones comerciales, implementación de métodos de mejora continua, incremento de servicios para el rubro y apoyo financiero a través de  fondos concursables, entre otros.

Se prevé una inversión total en los cuatro años de 31 millones de euros ($us 38,17 millones).

“AL-Invest es una exitosa iniciativa que busca fortalecer las economías locales gracias a emprendedores que toman en sus manos sus propios destinos”, subraya el embajador de la Unión Europea (UE) en Bolivia, León de la Torre.

En Bolivia, con esta labor, 1.860 mipyme se conectaron, 1.080 cuentan con herramientas para mejorar su asociación comercial o gestión de mercado, 797 diversificaron sus mercados y 728 incorporaron la innovación en productos o procesos, desarrollando buenas prácticas en manufacturas, gestión ambiental o responsabilidad social.

Al conversar con empresarios bolivianos y del exterior se ve “cómo aprovechan esta plataforma para crecer a través de sus diversas actividades”. Eso “nos da la pauta de que en la región sabremos sobrellevar esta desaceleración de la economía, que desde hace unos años está afectando a los empresarios en Bolivia y Latinoamérica”, sostiene Arias.

“Con AL-Invest, desarrollamos en cursos con especialistas europeos una colección de productos. Tuvimos asesorías en cuanto a presentación, comercialización y comunicación”, detalla el propietario de la textilera peruana “Hilos y Colores”, Faustino Flores, quien cerró su participación en el programa presentándose en una feria en París. “Nos abrimos a nuevos mercados y hoy somos exportadores”, subraya.

La estrategia “le permitió a nuestra empresa introducir mejoras en su metodología de trabajo, internacionalizar la marca y abrir sucursales en el exterior”, expresa Fabricio de León-Pappolino, de la uruguaya SurPlus.

En Ecuador, donde el beneficio llega a unas 1.000 empresas, la embajadora de la UE, Marianne Van Steen, resalta que las mipyme “son la vida económica de un país, por lo que fortalecer sus capacidades les permitirá abrirse al mercado nacional e internacional”.

“El éxito de este programa es también producto de la calidad de sus implementadores y estamos muy contentos por el hecho de que Cainco lidere —tras una competencia abierta y transparente— el consorcio de varias cámaras internacionales y socios que administran los fondos del programa”, dice De la Torre.

Vaca: ‘El programa nos ayudó con capacitación’

Jorge Castel

La microempresa “Casa de la Miel” se convirtió en un caso de éxito del AL-Invest 5.0, luego de que el programa internacional capacitara a sus propietarios y los ayudara a mostrar sus productos en diferentes eventos.

Laida Vaca, gerente general del emprendimiento, calificó la iniciativa como “una bendición”.

“Nos ayudó en capacitación, en buenas prácticas y en la imagen, y nos colaboró para participar en ferias y en la organización de la empresa”, señala Vaca, quien lleva adelante el negocio junto a su esposo y su hija.

La gerente comenta, además, que AL-Invest le dio la posibilidad de “compartir con otras empresas y aprender unas de otras”. “Así hemos crecido”, remarca. Antes, añade, “estábamos solos” y participar en una feria era “algo imposible”.

“Lo más difícil  para la empresa es encontrar un buen lugar para vender”.  Con la cooperación, “hemos participado dos años en la Expocruz. Ellos (los técnicos del programa) pagaron un porcentaje del costo”, sostiene la cruceña.

Coro: ‘Uno llega a conocer cuál es su potencial’

Jorge Castel

El aprendizaje obtenido en el programa AL-Invest 5.0 fue determinante para el crecimiento de Hesse, según Andrea Coro, gerente de la fábrica de embutidos tarijeña.

“Participé en el núcleo de jamones y productos cárnicos. Las capacitaciones fueron de gran ayuda para proyectarme”, cuenta.

Se daban entre uno y dos cursos o talleres por mes con el objetivo de ser aplicados “a medida que se avanzaba” en cada emprendimiento personal.

En estos encuentros se abordan temas como responsabilidad social y ambiental empresarial, marketing, ventas, planificación, motivación, marco legal, motivación e inclusión. “La verdad, luego de aplicar los conocimientos, uno llega a conocer cuál es su potencial, a dónde quiere llegar y a andar en un terreno más firme en el mercado”, afirma la gerente de Hesse, que proyecta sumar este año nuevos productos a su oferta estrella, los chorizos de llama y de queso.