El 22% de las empresas elige a mujeres para la alta gerencia
La OIT considera que la región ‘va por buen camino’ hacia alcanzar la igualdad.
Las mujeres del país han ganado presencia en los niveles directivos superiores en 22 de cada 100 empresas de Bolivia, un logro regional que puede mejorarse con mayor capacitación y una sociedad sin machismo.
Reportes del Banco Mundial (BM) dan cuenta de que el 22% del total de las compañías del Estado Plurinacional cuentan al menos con una mujer en un cargo directivo de nivel superior, una proporción que está por encima del promedio en Latinoamérica (19%).
El indicador del país se encuentra por encima de los de Brasil, Ecuador, Perú, Colombia, Argentina y Chile, pero por debajo de los de Paraguay y Venezuela.
En la región, “las mujeres superan hoy a los hombres en materia de logros académicos terciarios y, en los últimos 20 años, han engrosado las filas de empleos profesionales y cargos directivos de nivel medio y superior (…). Sin embargo, pocas han avanzado hasta llegar a ocupar los cargos directivos más altos (directora ejecutiva o miembro de la junta directiva)”, cita La mujer en la gestión empresarial: Cobrando impulso en América Latina y el Caribe, de la Organización Mundial del Trabajo (OIT).
Los datos del BM indican que en la mayoría de los países del continente es mayor la cantidad de pequeñas y medianas compañías que tienen al menos una mujer en un cargo directivo de nivel superior, en comparación con las grandes. En promedio, el 24% de todas las pequeñas firmas tenían al menos una mujer en la alta dirección, frente al 21% en las medianas y el 11% en las grandes.
En Bolivia, el 34,5% de las pequeñas firmas tiene una o más ejecutivas en cargos de jerarquía superior frente al 12% de las medianas y al 6% de las grandes.
“El freno del liderazgo de las mujeres depende de muchos factores”, entre ellos, del tipo de empresa, “de los mercados y de los tiempos”, afirma Militza Bedoya, flamante presidenta de la Cámara de Mujeres Empresarias de Bolivia (Camebol) filial La Paz.
Viviana Coloma, administradora de empresas y mentora empresarial, considera que el retraso del liderazgo femenino en el sector está, en algunos casos, marcado por la formación empírica de las postulantes y por la falta de instrucción en gestión empresarial, a diferencia de lo que ocurre con los hombres, que sí se capacitan para la actividad. Podrían pensar que es “una pérdida de tiempo”, pero “cuando mejoras tu gestión te vuelves más productiva y efectiva, y eso es dinero”, dice.
Tener una mayor participación en puestos de alta gerencia también “depende de cada una, del esfuerzo que pongamos en nuestra formación y de las oportunidades que se nos dé”, asegura la presidenta de la Federación de Empresarios Privadas de Chuquisaca, Teresa Dalenz, la única mujer entre los representantes de las federaciones departamentales del país.
Antes, “lamentablemente la educación no estaba al alcance de las mujeres”, por lo que el acceso de la población femenina al sistema educativo “es reciente”, recuerda la ejecutiva, que destaca que ella siempre tuvo apoyo en las instituciones en las que participó con su experiencia en el sector de la construcción y la hotelería.
Pero aún “somos una sociedad con el pensamiento de que los hombres pueden más. No creo que sea así, tenemos que creer que podemos”, sostiene Coloma.
DESAFÍOS. “Seguimos viviendo en una sociedad machista en la que tenemos que luchar un poco más para romper los preconceptos de lo que es una mujer”.
Que, por ejemplo, “se deje de ver como una debilidad más que como una fortaleza el hecho de dejar el trabajo por ser madre”, indica Bedoya.
La maternidad, agrega Coloma, es uno de los motivos por el que las mujeres quieren ser emprendedoras y empresarias, “porque creen que van a tener más tiempo para dedicarse a sus hijos. La empresa (propia) da esa libertad”.
Las emprendedoras y empresarias del país son personas “dinámicas e innovadoras”, pero eso no basta para que un negocio funcione. “Deben capacitarse para no fracasar y contar con estructura y gestión”, apunta Silvia Quevedo, presidenta de la Camebol.
“Estamos en una carrera por reeducar conceptos, a fin de que se nos valore en los mismos niveles. Aún estamos en desventaja. Hay momentos en que no nos consideran para cargos gerenciales, pero hay cambios. La equidad de género evolucionó en las organizaciones”, puntualiza Bedoya.
Según el estudio de la OIT, una encuesta mundial realizada en 2014 entre 583 organizaciones de 42 países indicó que “América Latina es la única región que va por buen camino para alcanzar la igualdad de género en el nivel profesional y niveles directivos superiores hacia 2025”. Esta indagación destaca que el continente “experimentará un crecimiento de la representación de la mujer en el nivel de dirección ejecutiva del 12% al 39% para 2024”.
La Paz se suma a la Camebol; le siguen Tarija y Cochabamba
La institución empezó a ampliar su presencia en las regiones
La Cámara de Mujeres Empresarias de Bolivia (Camebol), establecida en 2015 en Santa Cruz, tiene ya en La Paz su primera filial departamental, lo que se considera un paso hacia la motivación y potenciamiento de la participación activa femenina en el desarrollo económico del país; hasta fines de esta gestión seguirán representantes de Tarija y Cochabamba.
“Las mujeres estamos liderando la cultura del emprendedurismo” en el país y “La Paz es la punta de lanza” en esa tarea, afirma la presidenta ad hoc de la Camebol paceña, Militza Bedoya, posesionada el anterior jueves. “Este será un espacio para que las empresarias reciban mayor capacitación sobre diferentes temas que hagan que sus emprendimientos se vuelvan más grandes o tengan mayor impacto”, proyecta.
La institución, destaca, no solo apoyará a sus afiliadas sino también a mujeres profesionales independientes y grupos vulnerables sin representación.
El rechazo al pago del segundo aguinaldo y la necesidad de contar con una representación propia fueron dos de las razones principales que en septiembre de 2015 dieron origen a la Camebol, que tiene como objetivos: luchar contra toda situación discriminatoria en el país; potenciar y motivar la participación activa de las mujeres en el desarrollo económico, fomentar la formación profesional, crear sinergias entre las empresas, consolidarse como centro de unión y comunicación del sector y establecer relaciones con entidades nacionales y extranjeras.
“Cada filial es autónoma en su funcionamiento, pero respetando la misión y visión con las cuales nació Camebol”, subraya Silvia Quevedo, presidenta nacional de la organización privada, que en la capital cruceña cuenta con unas 300 asociadas, a las que se unen al menos tres por día.
“Seremos un espacio para acceder a una red de contactos de proveedores o de servicios de soporte empresarial, contadores, marketeros y asesores legales”, los cuales ayudarán a “generar mejores oportunidades en nuestros negocios”, detalla Viviana Coloma, una de las 13 fundadoras de la filial paceña de la Cámara, quien afirma que en la ciudad “no hay un espacio que aglutine y genere programas de calidad para fortalecer la gestión empresarial y el liderazgo de las mujeres”.
PRESENCIA. La regional de la Camebol en La Paz se lanzó con un taller en el que las empresarias realizaron demostraciones de sus productos y sumaron contactos. Se prevé que el número de socias llegue a 100 hasta fin de año.
En este 2018 también se tiene proyectada la inauguración de las filiales de “Tarija y Cochabamba”, cuyas delegadas ya “están realizando los trámites” correspondientes, adelanta la presidenta nacional de la Cámara.
Las empresarias y emprendedoras interesadas en unirse a la institución pueden visitar el sitio www.camebol.org, en el que encontrarán los términos y condiciones.