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‘Coworking’, oficinas a bajo costo

Ambientes cómodos y con diseños motivacionales para reuniones grupales o trabajo individual, mobiliario moderno, tecnología para conectarse con el mundo y servicios de cafetería forman parte del ambiente que envuelve a quienes acuden a un cowork.

El coworking o trabajo en cooperación es un modelo de oficinas compartidas que se inició en Estados Unidos en 2005 y que se extendió rápidamente en los últimos años, llegando a sumar la pasada gestión la cantidad de 15.500 espacios de este tipo en todo el mundo, de acuerdo con el estudio Coworking Forecast 2018.

El secreto del éxito de estos emprendimientos es que permiten a los usuarios, profesionales independientes, emprendedores o empresarios de negocios pequeños e incluso grandes, contar con ambientes propicios y 100% equipados para hacer negocios y, por lo tanto, ahorrar entre un 20 y 30% en costos de operación.

“Queremos ofrecerle a la gente las condiciones óptimas para trabajar y una comunidad positiva que pueda impulsar el esfuerzo de los emprendedores”, afirma Luciana Córdova, una de las cuatro socias de Network, la última de los al menos 12 coworks que hay en el eje troncal del país.

El acceso a las oficinas del siglo XXI puede tener un costo diario, semanal o mensual, montos que —dependiendo del tipo de negocio— pueden incluir servicios técnico y de recepción, conexión wifi de alta velocidad, salas de reuniones, cocina, sala de espera, parqueo, jardines, además de servicios de seguridad y limpieza.

En Network, en el que además hay un escáner, impresora multifuncional, audífonos en cada escritorio y periódicos, café, agua y fruta gratis, entre otras comodidades, “tenemos capacidad para 60 personas sentadas. La idea es tener todo tipo de planes que se adapten al consumidor”, dice

Córdova. El local de dos plantas, ubicado en la Av. Montenegro, está construido sobre una superficie de 260 metros cuadrados y abierto de 08.00 a 20.00. El uso del servicio por día tiene un costo de Bs 80.

Cowork, una propuesta similar en la zona de San Miguel, se desarrolló en 2014 como parte de una franquicia que tiene base en Cochabamba y que al momento cuenta con otros dos negocios.

“Tenemos unas 1.200 visitas que usan el servicio al mes. Las épocas altas son noviembre, cuando los ejecutivos se hacen evaluaciones y estrategias de negocios y cierran actividades; enero y febrero, cuando se hacen cierres de año o se redondean los planes de negocios; y junio y julio, en las evaluaciones de medio año”, cuenta Roberto Casanovas, gerente general de Cowork La Paz.

En la Av. América de la capital del valle, funciona también desde agosto del año pasado 360 Workplace, proyecto desarrollado por la empresa publicitaria Chromart con una inversión mayor a los $us 20.000, recuerda Yolanda Méndez, gerente general del negocio.

Propuesta. El trabajar en una oficina compartida “no es fácil, sugiere un cambio de hábitos, pero tiene buena aceptación por los millennials”, sostiene la encargada del establecimiento, el cual ofrece también al emprendedor un equipo de consultores que brindan capacitación y asesoramiento para el desarrollo de proyectos.

Todos los coworks buscan darle así un valor añadido a sus propuestas. Network, por ejemplo, concretó alianzas para brindar atención de cafetería y una base de proveedores en servicios legales, informáticos, desarrollo web, diseño gráfico, contabilidad y administrativos que facilitan el trabajo. Además, el local utiliza sus espacios para exponer las obras de arte de jóvenes artistas bolivianos.

En la zona de Equipetrol (Santa Cruz) están Make Cowork y The Hub Co-Working.

El negocio “está funcionando, pero de a poco. Pasa que todavía la gente no se acostumbra a trabajar fuera de su casa o en un café. Tiene que haber ese cambio de chip”, señala Sergio Pool, gerente general del segundo local, el cual está dedicado desde hace un año “al mundo creativo de la cultura naranja” y en el que un diseñador podría pagar Bs 80 por ocupar un escritorio de 08.00 a 12.00.

Los cowork, en general, permiten la conformación de redes de contactos y pueden ser usados no solo por profesionales, sino también por estudiantes y todos quienes busquen un lugar cómodo y equipado para realizar su trabajo,

“Es el negocio del futuro”, asevera la Gerente General de Workplace, que prevé expandirse a las ciudades del eje troncal.

“Vamos a extendernos a otros lugares en Santa Cruz y luego iremos a La Paz”, adelantó el gerente de The Hub Co-Working.

Cowork, a su vez, anticipó que se prepara para instalar su cuarta oficina en el centro paceño.

Alquiler de oficina puede llegar a $us 6.000

Jorge Castel

Alquilar una oficina en zonas comerciales de las ciudades del eje troncal del país puede costar entre $us 115 y 6.000, según un sondeo que realizó este medio a través de anuncios y consultas con los arrendadores de estos espacios.

El arrendamiento de un ambiente de 12 metros cuadrados (m2) en el edificio De Col en la avenida Montes cuesta $us 115 y 355 de un espacio de 31 m2 en un edificio frente al Monoblock de la Universidad Mayor de San Andrés.

El costo del alquiler “es relativo”, pero cada vez más gente pide descuento. “A veces, rebajamos unos 100 pesos, pero no podemos más, porque es precio facturado”, indica Fabián Romero, quien ofrece una oficina en la zona de San Miguel, donde un ambiente de 96 metros cuadrados (m2) se alquila por $us 1.200.

En El Alto, en la zona de Ciudad Satélite, el arriendo de un local de 30 m2 en el edificio Corazón de Jesús llega a $us 144 y otro de 200 m2 a $us 1.006.

En Cochabamba, por una oficina de 47 m2 equipada con persianas, conexión de fibra óptica, sistema de seguridad y servicio permanente de conserjería, además de cocineta y baño, se paga $us 360 facturados. Un local de 57 m2 a estrenar, a su vez, en la torre Atlántida sobre la calle Antezana, con una “pequeña cocineta, baño privado, iluminación led y cortinas eclipse” cuesta $us 382.

Demanda. En Santa Cruz, los recintos pueden tener más detalles. El alquiler de un espacio, por ejemplo, especial para doctores o dentistas en la calle Ñuflo de Chávez, con patio interno, cocineta, baño, recepción, sala de espera compartida, sala de juegos para niños y acceso controlado con alarmas y guardia de seguridad, cuesta $us 251.

Pero en la Torre Alas, ubicado en el cuarto anillo de la ciudad, el arrendamiento de una oficina de piso completo “lista para utilizar”, que incluye espacios abiertos, dos baños, cocineta y ventanales que permiten  luz en toda la oficina, cuesta al mes $us 6.034.

En la zona del Urubó, en la que se ofrece muchos ambientes exclusivos, un espacio de 32 metros cuadrados se ofrece a un precio de $us 380.
El alquiler de oficinas se incrementó en los últimos años impulsado por la demanda de un mayor número de micro y pequeñas empresas.

Datos de la Fundación para el Desarrollo Empresarial (Fundempresa) concesionaria del Registro de Comercio de Bolivia, dan cuenta que en los últimos siete años la base empresarial vigente del país se expandió en 92,3%, de 153.792 en 2012 a 295.829 unidades productivas la pasada gestión. De esta base, el 79,3% es unipersonal.

Negocio que acelera en el mundo

El número de oficinas compartidas en el mundo se incrementará en 22%, de 15.500 en 2017 a 18.900 a finales de este año, según proyecta la Encuesta Global de Coworking 2018.

El número de personas que usan las oficinas del siglo XXI habrá aumentado de 545.000 en 2015 a 1,69 millones a fines de esta gestión, de acuerdo con el estudio, que elabora anualmente la revista Deskmag.