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Bolivia le toma el pulso a la pugna entre Xi y Trump

La creciente tensión comercial de consecuencias globales imprevisibles que viven las dos economías más grandes del planeta puede tener efectos colaterales negativos o positivos en Bolivia, según expertos en mercados internacionales.

Tanto Estados Unidos (EEUU) como China han sido en los últimos años parte esencial del desarrollo del comercio exterior nacional, al absorber una buena parte de las materias primas —en especial— y de las manufacturas del país.

Según datos a 2017 del Instituto Nacional de Estadística (INE), EEUU es el cuarto principal destino de las exportaciones bolivianas y China el séptimo, mientras que en importaciones el gigante asiático es el mayor proveedor de productos del país y la república norteamericana, el cuarto.

“China es, literalmente, ‘la fábrica del planeta’. Lo que le pase a ese país, bueno o malo, repercutirá en todo el mundo directa o indirectamente”. Por ejemplo, “el anuncio” de ambos países de subirse recíprocamente los aranceles para ciertos productos “ha hecho tambalear las bolsas” de valores “en todo” el ámbito internacional, dice Gary Rodríguez, gerente general del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE).
Bolivia “recibiría el coletazo en las exportaciones”, apunta el especialista y pone dos ejemplos.

Si resultado de su enfrentamiento comercial con EEUU, China baja sus exportaciones de manufacturas y no puede, por ejemplo, “vender la misma cantidad de vehículos, comprará menos minerales y el cobre, aluminio, hierro y  otros bajarán sus precios” en los mercados externos. “Pero si mantiene su producción y no puede llevar sus coches a Estados Unidos, esos bienes llegarán a otros países, desplazando” las marcas de “otros países proveedores” de motorizados con “menores precios”.

En el caso de la soya —uno de los principales productos nacionales de exportación—, si China sube los aranceles a la importación estadounidense del grano, EEUU va a tener que colocar ese alimento a un menor precio en otros mercados. Y esa producción “competiría con la de Bolivia, por ejemplo, en los mercados andinos”.

El especialista en comercio exterior Julio Alvarado considera, por su lado, que el enfrentamiento arancelario entre ambas potencias  “no afectará de forma directa al país”, que es un “exportador de materias primas”. “Todos quieren comprar materias primas”, indica.

Espere…

Bienes. “Estas medidas tendrían indirectamente un impacto positivo en Bolivia porque —al imponerse sanciones mutuamente para determinados productos— tanto chinos como americanos buscarán nuevos mercados para vender sus productos” y para ello “deben hacerlos atractivos, darles calidad y bajar sus precios”, dice.

“Esa disputa comercial va a beneficiar a los países que no están involucrados en ella y no producen esos bienes” gravados con nuevos impuestos de importación, puntualiza el economista.

Wilfredo Rojo, presidente de la Cámara Nacional de Exportadores de Bolivia (Caneb), cree por su lado que “el efecto colateral que puede existir no será importante”.

“Creo que no afectará a las materias primas” que los bolivianos venden a otros países, expresa.

Para el analista Alberto Bonadona, la pugna comercial no afectará en nada al país. “Lo que vamos a hacer es importar menos norteamericano y seguir importando más chino, pero ese es el proceso ya generalizado, por eso grandes cambios no creo que se den en el comercio boliviano”, afirma.

Este medio intentó comunicarse con el viceministro de Comercio Interno y Exportaciones, René Peñarrieta, para conocer la posición del Gobierno sobre este tema, pero desde su despacho se informó que la autoridad está fuera del país.