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La chinchilla se asoma en la riqueza orureña

La chinchilla, uno de los roedores silvestres más valiosos, puede generar empleo y más ingresos para las familias de Challapata con la ayuda de una iniciativa impulsada por la Universidad Técnica de Oruro (UTO).

El proyecto, ejecutado desde el 15 de abril por la carrera de Medicina Veterinaria y Zootecnia, con sede en Challapata, busca en principio la reproducción y repoblamiento de este animal, para lo cual los técnicos de la UTO compraron nueve de estos roedores (dos machos y siete hembras) por los que pagaron de Bs 800 a 1.000.

El objetivo es contar en dos años con unos 80 ejemplares, lo que es posible ya que este prolífico animalito tiene dos camadas por año (cada una con una a cuatro crías), pese a lo cual—según el Libro rojo de la fauna silvestre de vertebrados de Bolivia— está en “peligro crítico de extinción”, debido a la caza intensiva por su piel, la pérdida de su hábitat, la falta de alimentos, enfermedades y el uso folklórico que le dan las poblaciones locales.

A la fecha, el pequeño grupo ya tuvo sus dos primeras crías.

El proyecto durará dos años, tiempo en el que se investigará el manejo técnico, sanidad, alimentación, crianza, cuidados y mejoramiento genético de estos mamíferos, detalló  el veterinario Antonio Édgar Achá, docente de la UTO y encargado de las chinchillas. “Hemos adquirido las de la especie lanígera (de cola larga) mejorada. Las tenemos en jaulas en un ambiente higiénico”.

Aunque se encuentra en sus inicios, la iniciativa ya despertó un gran interés entre las autoridades departamentales y municipales.

Achá adelantó que una vez que concluya el proceso de reproducción de los animales, en abril de 2020, y que los estudiantes de veterinaria estén adecuadamente capacitados en la crianza de los roedores, se trabajará en otro proyecto de dos años que tendrá como fin la comercialización de la piel, una actividad que involucrará a las familias de Challapata.

El alcalde de ese municipio, Martín Feliciano, aseguró que su gestión apoyará cualquier iniciativa relacionada con la crianza de estos mamíferos, ya que estas ideas tienen un gran potencial económico.

A partir del trabajo que lleva a cabo la UTO, “las iniciativas” con estos roedores “empezarán a cobrar fuerza porque son una nueva opción económica para las familias en el altiplano. Ya existen personas interesadas en este emprendimiento y se van a agrupar en la Organización de Productores de Chinchilla”, aseveró.

“A partir de estas experiencias esperamos valorar la piel de chinchilla en el ámbito departamental y nacional, un valor agregado que por ejemplo Argentina exporta a Italia y a otros países donde se trabajan textiles, alfombras y abrigos” con ese material, dijo Lizet Márquez, secretaria de Desarrollo Productivo y Transformación Industrial de la Gobernación orureña.

Como Oruro, “ya hemos empezado con el trabajo de la cría en cautiverio de este animal silvestre, cuando se llegue a repoblar y se tenga la suficiente cantidad hay que pensar en industrializar la piel” para que con ellas se puedan fabricar prendas de vestir de alto precio, sostuvo la autoridad.

Espere…

Esta piel es muy apreciada en el mundo, en especial en Europa, “donde la demanda es de más de 2 millones” de piezas al año, subrayó Thunupa Nina, exsenador orureño que fue proveedor de chinchillas de la UTO y pionero en el departamento en la posesión de estos ejemplares.

“En París, por ejemplo, una prenda de vestir de piel de chinchilla o un tapado tiene un costo de hasta $us 70.000”, contó.

El Servicio Nacional de Áreas Protegidas (Sernap) destaca que los chinchíllidos le deben su excepcionalmente suave, densa y larga piel a que cada folículo de su pelaje tiene un pelo de la guarda rodeada por dos grupos de entre 50 y 75 pelos de lana.

Perspectivas. Indica también que cada ejemplar tiene un peso de entre 4 y 5 kilos, y un largo total de entre 22 y 26 centímetros.

El dorso tiene una coloración general azulada, gris perla o gris oscuro, usualmente con el extremo de los pelos de color negro, mientras el vientre es de un amarillo claro. La cabeza es grande y el hocico ancho, y las patas anteriores cortas, pero con dedos flexibles. Los machos son además de menor tamaño que las hembras.

De acuerdo con Nina, que llegó a tener 100 chinchillas en una pequeña granja en La Paz, la crianza de estos animalitos le puede generar a los emprendimientos familiares buenas utilidades si se cuenta con los conocimientos necesarios para la actividad.

En Argentina, Brasil y Estados Unidos, agregó, crían variedades adaptadas a los climas cálidos —gracias a un trabajo genético para aprovechar la piel—, pero también las convierten en mascotas.

“Que no solo sea un proyecto experimental, sino que sea una fuente de trabajo, hacer de la piel un producto exportable, como lo hace Argentina a China, Italia y Japón”, insistió Severo Choque, exdirector del Servicio Departamental de Agricultura y Ganadería.

En primera instancia, agregó, hay que buscar mecanismos de financiamiento para empresas familiares a través de programas productivos nacionales o regionales. “La chinchilla es un animal silvestre, pero también es una oportunidad económica que no se está aprovechando en el altiplano boliviano”, apuntó.

Bernardo Montoya, exfuncionario de la desaparecida Corporación de Desarrollo de Oruro y hoy docente de la Facultad de Ciencias Agrarias y Naturales de la UTO, rememoró que entre los años 90 y 95 se implementó en Caracollo un proyecto de crianza de conejos y chinchillas.

“Había entre 300 y 400 ejemplares manejados técnicamente en jaulas y en un ambiente oscuro y alejado del ruido. Los machos se juntaban con las hembras solo para el apareamiento, porque después del cruzamiento la hembra se quería comer al macho”, comentó. Pero la iniciativa fracasó y las chinchillas desaparecieron.

Recordó que en ese tiempo había un comentario muy generalizado, en sentido de que un militar que por entonces era autoridad en la Prefectura habría mandado a confeccionar para su esposa un abrigo con las pieles de al menos 200 chinchillas. 

Vásquez siembra pejerrey en el Poopó

Juan Mejía

El Gobierno Autónomo Departamental de Oruro sembró aproximadamente 100.000 alevines de pejerrey en las aguas del Poopó con el fin de reactivar la actividad piscícola en el lago y generar ingresos para más de 300 familias de 14 cooperativas pesqueras en los próximos 10 meses,

La actividad, efectuada el 22 de junio y liderada por el gobernador Víctor Hugo Vásquez, fue acompañada de cerca por los dirigentes de los pescadores, autoridades originarias de los Uru Muratos y el ejecutivo de la Federación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Oruro, Juan Challapa.

Todos juntos vieron cómo los peces volvían a dar vida al Poopó, que recuperó el nivel de sus aguas gracias a las lluvias de fines de 2017 y principios de este año.

Producción. Se informó que el costo de los alevines de pejerrey —traídos desde el lago Titicaca (La Paz)— fue de Bs 200.000, recursos provenientes de la gobernación y de los municipios de Poopó, El Choro, Challapata, Huari y Toledo.

Con este proyecto “se va a acelerar el repoblamiento del pejerrey en el lago. Calculamos que en los próximos nueve o 10 meses se logrará producir unos 17.000 kilos de carne de pescado a un costo de más de un Bs 1 millón”, afirmó el gobernador Vásquez.

Agregó que la idea es sembrar cada vez más peces en las aguas, para que cuando llegue el tiempo del desove se pueda hablar de millones de peces en el lugar. Pero es necesario tener disciplina para respetar la veda y empezar la pesca en marzo de 2019, avisó.

“Mi gran deseo es que el Poopó continúe con agua y con millones de pejerreyes y que éstos sean una fuente de alimentación, aunque eso va a depender de la naturaleza. Pero hay que tener mucha fe (…), hay que pedir a Dios y a la Pachamama que este lago se convierta en fuente de energía y economía para todos”, dijo el principal representante del Gobierno Autónomo Departamental.

Vicente Valero, autoridad originaria de los Uru Muratos, consideró que la siembra de alevines es histórica para todos, porque desde noviembre de 2014 —cuando el lago empezó a secarse— se habían perdido todas las esperanzas de volver pescar.

“Hoy, los pescadores reciben el apoyo de la Gobernación en la producción de carne de pez, pero es importante respetar la veda para tener una buena pesca en la próxima gestión”, declaró Challapa.