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Gobierno tiene lista una guía de RSE para todos

El Gobierno elaboró una guía gratuita de RSE que podrá ser implementada por unidades productivas grandes, medianas y hasta pequeñas y micro, de la industria manufacturera, pero también por empresas de otros rubros, trabajadores y organizaciones sociales.

La Guía de Responsabilidad Social Empresarial (RSE), que al momento es socializada por el Ministerio de Desarrollo Productivo y Economía Plural (MDPyEP), consta de 80 páginas que detallan la forma en que se puede estructurar un sistema de gestión para acciones responsables con la sociedad.

El manual es presentado como “una herramienta de apoyo para facilitar a las unidades productivas del sector la implementación de prácticas empresariales socialmente responsables en los ámbitos social, ambiental y económico”.

La nueva guía, que se comenzó a elaborar en 2014, “brinda línea y enfoque metodológico” para que “todas las empresas—sin importar su tamaño—” puedan llevar adelante un programa o iniciativas de RSE “paso a paso” y de forma voluntaria, destacó Javier Espada, magíster en Sostenibilidad y asesor externo del MDPyEP, quien participó en la concretización de la propuesta.

“Es un documento bien hecho que comprende todas las fases de introducción y desarrollo de un proceso de gestión de RSE”, sostuvo Álvaro Bazán, director ejecutivo de la Corporación Boliviana de Responsabilidad Social Empresarial (CoboRSE), fundación privada que promueve y difunde el concepto y práctica de la responsabilidad social en el país.

No piensa así la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB), que considera que “la guía tiene aspectos metodológicos rescatables, pero también posee componentes que se deben mejorar”. “Uno de ellos tiene que ver con el hecho que no puede aplicarse a todos los tipos, tamaños, rubros o entornos empresariales”, manifestó el presidente de la patronal, Ronald Nostas, en respuesta a un cuestionario de La Razón.

Por ejemplo, indicó, las micro y pequeñas empresas (mype) —que representan el grueso del sector empresarial— “no se manejan de modo tan esquemático como presupone” este manual.

Espada mencionó al respecto que las interesadas en que sus prácticas empresariales sean socialmente responsables y que apunten a la sostenibilidad haciendo que sus acciones impacten positivamente en todo su entorno, sean grandes, medianas y mype —que no poseen la estructura ni herramientas necesarias para implementar un plan de RSE—, contarán con apoyo técnico gratuito del MDPyEP.

“Otro problema que percibimos es que la guía no considera las buenas prácticas que ya están aplicando muchas empresas en este ámbito y que se han construido desde hace varios años, bajo metodologías propias o adquiridas”, dijo el presidente de la CEPB, institución que “no ha sido parte de la elaboración” del manual y que solicitó “una reunión con el Ministerio de Desarrollo Productivo” para conocer las “visiones y alcances” del documento.

Espere…

La aplicación de la Guía de RSE, según el mismo documento, “incidirá en el desarrollo sostenible empresarial” e impulsará “una mejor relación” de la unidad productiva con la “comunidad, clientes, proveedores y otros”.

Las empresas que implementen el manual, agrega, podrán aumentar su productividad, reducirán sus costos de operación y tendrán una mejor relación con sus trabajadores y la sociedad.

No obstante, los expertos aseguran que el éxito de la guía dependerá de futuros alicientes que ofrezca el Gobierno para las empresas socialmente responsables.

“Se necesitan incentivos fiscales” como la “deducción de impuestos” para que las unidades productivas se apropien de la responsabilidad social. “Ese es el siguiente paso”, aseguró Espada.

“La responsabilidad social empresarial en el país no necesita hoy una guía (un manual) del Estado, sino incentivos para su aplicación. Ojalá sea ese el próximo paso”, subrayó a su vez Bazán.

“No creo que el impacto de la guía sea masivo (…). Las empresas están preocupadas por resolver los problemas del día a día, por cumplir con toda la normativa y por ser competitivos en relación a otras que no son formales y por tanto son más competitivas”. Además, “el proceso es a veces difícil de implementar”, observó el director Ejecutivo de CoboRSE.

FASES. La guía se socializó hasta el momento en La Paz, Oruro y Cochabamba y se prevé que se apruebe oficialmente en las próximas semanas. La ambiciosa meta es que la RSE sea implementada también por los trabajadores y organizaciones sociales.

“El Gobierno tiene una gran oportunidad para seguir promoviendo esto, ayudándose en quienes ya están trabajando en RSE y en empresas que sin el apoyo del Estado son más responsables con la sociedad”, expresó Bazán.

“El sector empresarial boliviano acompaña, promueve e implementa desde hace varios años prácticas y programas de RSE, especialmente en ámbitos como el medio ambiente, la promoción de los derechos de la niñez y el apoyo a poblaciones vulnerables”. Muchas de estas iniciativas fueron reconocidas dentro y fuera de Bolivia, afirmó el Presidente de la CEPB, elegida por Naciones Unidas como “punto focal” para implementar el Pacto Global, un programa mundial para alinear las prácticas de RSE a los Objetivos de Desarrollo Sostenible.