IGBlue perfila un polo de la industria verde
La empresa firmó alianzas con Viacha, Achocalla y Mecapaca.
IGBlue comenzó el trabajo para convertir a Viacha, Achocalla y Mecapaca en un polo industrial ambiental en el que se procesarán residuos sólidos para fabricar materiales de construcción, combustibles y electricidad con técnicas de enterramiento cero.
La presentación de la propuesta se realizó el lunes en un salón de eventos próximo a la plaza principal de Achocalla y en presencia de autoridades de los tres municipios, representantes y dirigentes regionales y el ministro de Medio Ambiente y Agua, Carlos Ortuño.
La ambiciosa meta es eliminar la basura que se produce en Viacha, Mecapaca, Achocalla, La Paz y El Alto convirtiéndola en materia prima que alimentará un complejo industrial altamente tecnológico de tratamiento de residuos, explicó Martín Ragonesi, director de Operaciones de IGBlue, empresa presente en Bolivia desde hace tres años e integrada por inversores del holding internacional Bluegrace.
“Hablé con el presidente Evo Morales y nos ha instruido que tomemos especial atención a esta propuesta, porque es esencial alcanzar y llegar con los servicios básicos a toda la población y en esa línea hemos venido trabajando para, en primer lugar, acceder al agua potable y al cuidado al medioambiente”, sostuvo Ortuño.
PROCESOS. El Polo Industrial Ambiental Región La Paz será un complejo que estará conformado por cinco sectores productivos principales y tres secundarios.
Los primeros son las áreas de recepción y segregación, de tratamiento de aguas cloacales, de generación de electricidad, de áridos y materiales de construcción, y de tratamiento de neumáticos fuera de uso. Los segundos son los de acondicionamiento de plásticos; de poda; y de cartón, papel, metales y vidrios.
Todos los sectores recibirán los materiales de la planta de segregación para ser transformados o adecuados como materia prima o productos acabados para su venta en las distintas industrias.
El complejo, que ocupará unas 20 hectáreas, procesará en principio 800 toneladas (t) de desechos y generará trabajo para al menos 600 personas, 90% de las cuales serán de los tres municipios. La cantidad de empleos directos, asimismo, llegará a los 2.000.
Este centro de procesamiento de residuos será operado por IGBlue durante 20 años, después de ese tiempo pasará a manos del Gobierno Municipal de Achocalla.
“Si se suman al proyecto La Paz y El Alto llegaríamos a procesar unas 1.400 t, dijo Ragonesi y también detalló que los alteños producen aproximadamente 650 t de basura, los paceños 600, los viacheños 70, los de Achocalla 40 y los de Mecapaca 20 t. Si las autoridades de las dos primeras ciudades deciden no ser parte de la iniciativa, el proyecto reducirá su tamaño, pero igual se llevará adelante, aseguró el ejecutivo.
Un primer paso para hacer realidad el proyecto es la “alianza estratégica” que concretó IGBlue con las autoridades de Viacha, Mecapaca y Achocalla en el marco del Decreto 3469 que establece los preceptos y el contenido mínimo de los Contratos de Alianzas Estratégicas de Inversión Conjunta, una norma que a su vez se enmarca en la Ley 466 de la Empresa Pública (de diciembre de 2013) y la Ley 516 de Promoción de Inversiones (de abril de 2014).
Los acuerdos fueron aprobados por los concejos de los tres municipios, destacó Ragonesi.
PLANIFICACIÓN. El alcalde de Viacha, Delfín Mamani, manifestó que su gestión participará del proyecto para que se reduzca la alarmante cantidad de de-
sechos que llega a ese municipio desde El Alto y La Paz.
El burgomaestre de Mecapaca, Enrique de la Cruz, expresó, a su vez, que en su jurisdicción hay total satisfacción por esta iniciativa amigable con el medio ambiente.
Dámaso Ninaja, principal autoridad edil de Achocalla, no ocultó su satisfacción por ser parte del polo industrial ambiental debido a que, una vez concluido el plazo del comodato, la planta quedará como bien de su región.
Durante el tiempo de vigencia del contrato, la empresa comercializará los bloques, pavimento y ladrillos; fuel oil, gas oil, diésel oil grado 3, alquitrán; biogás y energía eléctrica (hasta 21 megavatios); leña y agua depurada para su reutilización que las naves industriales del complejo produzcan a partir de la basura.
Los materiales de construcción se venderán a los municipios para el mejoramiento de calles, avenidas y edificios públicos, mientras que la electricidad se integrará a la estatal ENDE.
Se prevé que las obras se inicien en tres meses y que el centro empiece a operar en un año y medio. El monto final de inversión, que estará a cargo en su totalidad de IGBlue, se definirá una vez que La Paz y El Alto decidan si se sumarán al proyecto.
“El Gobierno y los municipios no ponen un solo centavo para el tratamiento de los residuos (…). No nos metemos en la recolección, los municipios nos deben entregar la basura en planta de manera gratuita”, dijo Ragonesi.
Con el proyecto, se creará “un polo industrial que integre las tecnologías existentes en el mundo”, subrayó por su lado Alberto Sanz, director Técnico de IGBlue.
“Son tecnologías que ya están probadas en el ámbito global”, ya que “trabajamos con inversionistas, chinos, americanos y europeos. Tenemos 19 años de experiencia” en el mercado internacional, agregó el directivo de IGBlue.
“No tenemos grandes avances en tecnología para el tratamiento de la basura y este proyecto es un inicio para contrarrestar el daño al medioambiente (…). Este convenio es respaldado en el ámbito legislativo”, sostuvo a su vez Máxima Apaza, senadora suplente del oficialismo por el departamento de La Paz.
La estatal Dirección General de Gestión Integral de Residuos Sólidos informó en 2011 que Bolivia generaba 1,7 millones de toneladas de basura, de las que se reciclan solo el 2,8%.