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Las nuevas angustias para la zona euro

La zona euro salió del atolladero de la deuda griega, pero sigue siendo vulnerable, según expertos.

Tras varios años de profunda recesión y tres programas de ayuda, Grecia salió oficialmente el 20 de agosto de la tutela de sus acreedores, la zona euro y el FMI, para volver a financiarse sola en los mercados. Pero a pesar de esta discreta “buena noticia”, después de años de errancia y de grandes crisis políticas, la zona euro aún debe superar varios desafíos.

“La crisis griega no se resolvió, se pospuso (…). De una forma u otra va a estallar. Grecia volverá a estar en crisis mucho antes de 2032”, asegura Charles Wyplosz, profesor de economía en el Instituto de Altos Estudios Internacionales y de Desarrollo de Ginebra.

Atenas deberá empezar a reembolsar a partir de 2032 el grueso de su deuda, de alrededor del 180% del PIB. Es imposible decir cómo entonces estará política y económicamente el país.

“No se resolvió para nada el problema de la deuda pública, que sigue siendo grande en Italia, Grecia y Portugal, a pesar de sus esfuerzos”, advierte Anne-Laure Delatt, directora adjunta del Centro de Estudios Prospectivos y de Informaciones Internacionales.

A éstos se añaden dos pesos pesados, España y, sobre todo, Francia, que siguen teniendo una deuda importante, lo que plantea un riesgo para el conjunto de la zona euro. En este contexto, “el euro al final se convierte en una moneda caótica, con permanentes turbulencias, cuando en un principio debía garantizar la estabilidad”, resume Nathalie Janson, profesora en la escuela Neoma.