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Venta directa se convierte en un escalón para salir de la pobreza

Más de la mitad de las personas en situación de pobreza que se dedicaron a la venta directa en el país lograron salir de esa condición gracias a los ingresos que generaron con el comercio de productos para el hogar, cosméticos, paquetes de turismo y otros.

“El 53% de las personas que trabajan en venta directa logró salir de la pobreza porque a través de esta actividad comercial iniciada en nuestras empresas pudieron generar ingresos que cubren sus necesidades básicas y tener una mejor calidad de vida”, dijo Ricardo Mendoza, presidente de la Asociación Boliviana de Empresas de Venta Directa (Asoem).

Estas más de 261.000 personas que trabajan como consultores independientes —el 80% de las cuales son mujeres— contribuyeron el año pasado junto con las 12 empresas de Asoem con el 1,4% del PIB de Bolivia, lo que representa unos $us 471 millones, según Captura Consulting.

Esta fuerza de ventas por catálogo, conformada por el 11% de la población económicamente activa, trabaja en principio a tiempo parcial y luego le dedica más horas a este negocio, detalló el también Director General de Herbalife, quien como cabeza de Asoem es la voz de Omnilife, Tiens, Essen, Yanbal, Natura, Zermat, Azzorti, 4Life, ETraveland, Belcorp y Bata.

Muchas de las actividades del sector, incluso, son desarrolladas por parejas y por personas mayores de edad, detalló el ejecutivo.
El sistema de venta directa es considerado en el mundo, explicó, como un mecanismo de generación de ingresos extras ante la carencia de fuentes de empleo.

En Bolivia, las compañías del rubro respetan las disposiciones legales, ya que los productos pagan sus aranceles y patentes y cuentan con registros y permisos de la Aduana, del Ministerio de Salud y del Senasag. “La población puede estar segura de que los productos que comercializan estas 12 empresas son legales y que el sistema de venta directa es totalmente confiable”, subrayó Mendoza sobre la Asociación, cuyas empresas crecieron en los últimos años a un ritmo anual de entre 7 y 8%.

Aunque el comercio directo está presente en los nueve departamentos del país, las compañías del sector tienen un calendario comercial diferente. Por ejemplo, las de cosmética tienen de 19 a 21 campañas por año. Los promotores de venta, asimismo, se concentran en Santa Cruz, La Paz, El Alto, Cochabamba y Tarija.

De acuerdo con Mendoza, los hábitos de consumo han cambiado en el país y las redes sociales y el marketing digital se constituyen en un mecanismo muy fuerte para la promoción y adquisición de productos y servicios. “Hoy por hoy, el boliviano administra su tiempo de manera más eficiente para hacer pedidos por internet. El pago lo puede hacer también mediante depósitos en línea o transferencia bancaria”, detalló.