Thursday 28 Mar 2024 | Actualizado a 11:05 AM

Ray Dalio: ‘Hay que rediseñar el capitalismo, que funcione para todos’

Su profundo conocimiento de los vaivenes del mercado le permite al fundador y presidente del fondo estadounidense Bridgewater Associates proyectar los caminos de la economía en el mundo, así como sus riesgos y oportunidades.

/ 30 de enero de 2019 / 15:00

Este hombre ha ganado —y ha hecho ganar— dinero a montones. Creó en los años 70 el fondo de alta rentabilidad Bridgewater, que en 2016 manejaba unos $us 153.717 millones, casi cuatro veces más que el Producto Interno de Bolivia de 2018 ($us 40.885 millones). Igual que ganó dinero, en sus comienzos también lo perdió. Se arruinó, pero resurgió de sus cenizas, así que conoce de primera mano los vaivenes de los mercados y también de las malas decisiones. Hijo único de una pareja de italoamericanos, nació en Queens (EEUU) en 1949. Su padre era músico de jazz y para su desesperación a su vástago nunca le interesó buscar seguridad laboral. Le iba demasiado la marcha. Con lo que ganó siendo cadi en un campo de golf más $us 4.000 que le prestaron sus padres, empezó la aventura de las finanzas. Ahora, 40 años más tarde, acaba de abandonar la primera línea de su empresa. Ha publicado Principios (editorial Deusto), en el que detalla con exhaustividad los suyos. Lo primero que se exige a sí mismo y a todos sus empleados es sinceridad radical, lo que da una idea del “estilo Dalio”. Atiende en la sede de la Fundación Rafael del Pino. Habla despacio, con la determinación y la paciencia de quien quiere pasar su mensaje. Conoce España. Lleva 40 años casado con una mallorquina, con la que tiene cuatro hijos. Reparten su tiempo entre Connecticut, Nueva York y Andratx, en la isla de donde es su mujer.

— Usted habla en su libro sobre la lucha entre los dos yos que todos tenemos dentro, el que busca el bien universal y el egoísta. ¿De qué forma determina eso el mundo?

— Muchísimo. Estamos en una batalla constante. Todos sufriremos si gana el yo egoísta porque haremos cosas ilógicas y dañinas los unos a los otros.

— Predijo hace tiempo que aumentarían los extremismos. ¿Cómo rebajamos el miedo de quienes temen que los inmigrantes les quiten el trabajo?

— La única forma de lograrlo es con un líder que reconozca que solo hay un camino: el compromiso y la unidad, no la fragmentación. Si yo me presentara como presidente, crearía un gabinete con todas las sensibilidades políticas, intentaría aunar las facciones razonables de ambos lados para trabajar los problemas. El extremismo te mata. Recordad vuestra Guerra Civil.

— ¿La mayoría la tiene en mente?

— Ambas partes tienen que esforzarse por entender a su opositor. Por otro lado, la desigualdad de oportunidades está en marcha a causa de los cambios tecnológicos, que empeorarán la desigualdad, y ambas partes tienen que tratar el tema como una emergencia nacional. Si tuviéramos un buen líder, se daría cuenta. Creo que el capitalismo está en riesgo, así como la democracia. Está en riesgo porque no está funcionando para un porcentaje significativo de la población.

— ¿Y cómo lo solucionamos?

— Creo que habría que rediseñar el capitalismo para que funcione para todos. A través de microfinanzas… Se pueden hacer muchas cosas o nos cargaremos el capitalismo. Y que la democracia funcione con ambas partes trabajando y haciendo concesiones constantes.

— ¿Por qué tiene interés en propagar sus principios?

— No busco que los adopte nadie, pero sí me gustaría que la gente los considerara y que desarrollara unos propios. Tener unos principios claros en los que creo me ha ayudado.

— Muchos tienen principios, pero no tan detallados.

— Hay que ir al detalle. En el pasado había unas normas comunes, la mayoría religiosas… Hoy estamos demasiado ocupados pensando en cómo ser funcionales. No puedes quedarte en “seré una buena persona”. Es demasiado vago. Debes detallarlos y cumplirlos. ¿Cuáles son los principios que unen a los españoles? Nadie lo sabe. ¿Queremos estar unidos o lo contrario? ¿Queremos tener suficientes principios que nos unan?

— El hecho de ser hijo de un músico de jazz, ¿de qué manera cree que le ha influido?

— La idea de la improvisación típica del jazz afectó a mi manera de pensar. Sí veo su influencia en mi determinación y mi acercamiento a la vida. Se necesita flexibilidad y creatividad para hacer lo que hago, tienes que pasártelo bien. Es una aventura muy divertida..

— En 2007 avisó a la Casa Blanca de que se avecinaba una crisis financiera. ¿Siente ahora en la nuca los ojos de la gente esperando su próximo aviso?

— Así es. Y creo que tendremos problemas de nuevo. Será diferente a 2008. Más gradual y más severo. Veo deuda externa, el peso de las pensiones y de la sanidad… Los bancos centrales ya no tienen apenas munición para estimular la economía. Con los tipos de interés casi a cero es difícil promover el crédito, la locomotora de la economía. Además, ahora tenemos una desigualdad enorme. Va a ser mucho más difícil salir de la próxima crisis con la gente dividida y luchando entre sí.

— ¿No le paraliza la idea de arruinarse de nuevo?

— Si eliminas los riesgos, no experimentas. El riesgo está más en tu mirada. Tu acercamiento al dinero se parece mucho a tu acercamiento a la vida. Mi visión era esta: ¿tiene mi familia una cama en la que dormir? ¿Tengo suficiente para la educación de mis hijos? ¿Puedo pagar el seguro de salud? Si la respuesta es sí, ya no hay riesgo ninguno. A partir de ahí, puedo arriesgar y arriesgar bien.

— ¿Cómo aconseja a los inversores particulares que sorteen los momentos de turbulencia?

— Tienen dos opciones: pueden intentar surfear el mercado, anticipando los movimientos mejor que los profesionales —no lo recomiendo— o buscar un equilibrio en sus inversiones. El que te vaya bien o mal depende del ciclo económico, y lograr ese equilibrio es más complicado de lo que parece. Aconsejo tener activos que funcionen en todas las circunstancias: si la economía crece o cae, si aumenta o baja la inflación… Conocer la relación entre esos activos es el secreto de un buen inversor. Y no se fijen en el pasado, y menos aún en el reciente. El mayor fallo es pensar que lo que ha funcionado volverá a hacerlo.

Perfil

Nombre: Ray Dalio

Cargo: Presidente de Bridgewater Associates

Gurú de las inversiones

La firma del multimillonario ha generado más dinero para sus inversionistas que cualquier otro fondo de cobertura en la historia. “El que te vaya bien o mal depende del ciclo económico, y lograr ese equilibrio es más complicado de lo que parece. Aconsejo tener activos que funcionen en todas las circunstancias”, dice.

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Ray Dalio: ‘Hay que rediseñar el capitalismo, que funcione para todos’

Su profundo conocimiento de los vaivenes del mercado le permite al fundador y presidente del fondo estadounidense Bridgewater Associates proyectar los caminos de la economía en el mundo, así como sus riesgos y oportunidades.

/ 30 de enero de 2019 / 15:00

Este hombre ha ganado —y ha hecho ganar— dinero a montones. Creó en los años 70 el fondo de alta rentabilidad Bridgewater, que en 2016 manejaba unos $us 153.717 millones, casi cuatro veces más que el Producto Interno de Bolivia de 2018 ($us 40.885 millones). Igual que ganó dinero, en sus comienzos también lo perdió. Se arruinó, pero resurgió de sus cenizas, así que conoce de primera mano los vaivenes de los mercados y también de las malas decisiones. Hijo único de una pareja de italoamericanos, nació en Queens (EEUU) en 1949. Su padre era músico de jazz y para su desesperación a su vástago nunca le interesó buscar seguridad laboral. Le iba demasiado la marcha. Con lo que ganó siendo cadi en un campo de golf más $us 4.000 que le prestaron sus padres, empezó la aventura de las finanzas. Ahora, 40 años más tarde, acaba de abandonar la primera línea de su empresa. Ha publicado Principios (editorial Deusto), en el que detalla con exhaustividad los suyos. Lo primero que se exige a sí mismo y a todos sus empleados es sinceridad radical, lo que da una idea del “estilo Dalio”. Atiende en la sede de la Fundación Rafael del Pino. Habla despacio, con la determinación y la paciencia de quien quiere pasar su mensaje. Conoce España. Lleva 40 años casado con una mallorquina, con la que tiene cuatro hijos. Reparten su tiempo entre Connecticut, Nueva York y Andratx, en la isla de donde es su mujer.

— Usted habla en su libro sobre la lucha entre los dos yos que todos tenemos dentro, el que busca el bien universal y el egoísta. ¿De qué forma determina eso el mundo?

— Muchísimo. Estamos en una batalla constante. Todos sufriremos si gana el yo egoísta porque haremos cosas ilógicas y dañinas los unos a los otros.

— Predijo hace tiempo que aumentarían los extremismos. ¿Cómo rebajamos el miedo de quienes temen que los inmigrantes les quiten el trabajo?

— La única forma de lograrlo es con un líder que reconozca que solo hay un camino: el compromiso y la unidad, no la fragmentación. Si yo me presentara como presidente, crearía un gabinete con todas las sensibilidades políticas, intentaría aunar las facciones razonables de ambos lados para trabajar los problemas. El extremismo te mata. Recordad vuestra Guerra Civil.

— ¿La mayoría la tiene en mente?

— Ambas partes tienen que esforzarse por entender a su opositor. Por otro lado, la desigualdad de oportunidades está en marcha a causa de los cambios tecnológicos, que empeorarán la desigualdad, y ambas partes tienen que tratar el tema como una emergencia nacional. Si tuviéramos un buen líder, se daría cuenta. Creo que el capitalismo está en riesgo, así como la democracia. Está en riesgo porque no está funcionando para un porcentaje significativo de la población.

— ¿Y cómo lo solucionamos?

— Creo que habría que rediseñar el capitalismo para que funcione para todos. A través de microfinanzas… Se pueden hacer muchas cosas o nos cargaremos el capitalismo. Y que la democracia funcione con ambas partes trabajando y haciendo concesiones constantes.

— ¿Por qué tiene interés en propagar sus principios?

— No busco que los adopte nadie, pero sí me gustaría que la gente los considerara y que desarrollara unos propios. Tener unos principios claros en los que creo me ha ayudado.

— Muchos tienen principios, pero no tan detallados.

— Hay que ir al detalle. En el pasado había unas normas comunes, la mayoría religiosas… Hoy estamos demasiado ocupados pensando en cómo ser funcionales. No puedes quedarte en “seré una buena persona”. Es demasiado vago. Debes detallarlos y cumplirlos. ¿Cuáles son los principios que unen a los españoles? Nadie lo sabe. ¿Queremos estar unidos o lo contrario? ¿Queremos tener suficientes principios que nos unan?

— El hecho de ser hijo de un músico de jazz, ¿de qué manera cree que le ha influido?

— La idea de la improvisación típica del jazz afectó a mi manera de pensar. Sí veo su influencia en mi determinación y mi acercamiento a la vida. Se necesita flexibilidad y creatividad para hacer lo que hago, tienes que pasártelo bien. Es una aventura muy divertida..

— En 2007 avisó a la Casa Blanca de que se avecinaba una crisis financiera. ¿Siente ahora en la nuca los ojos de la gente esperando su próximo aviso?

— Así es. Y creo que tendremos problemas de nuevo. Será diferente a 2008. Más gradual y más severo. Veo deuda externa, el peso de las pensiones y de la sanidad… Los bancos centrales ya no tienen apenas munición para estimular la economía. Con los tipos de interés casi a cero es difícil promover el crédito, la locomotora de la economía. Además, ahora tenemos una desigualdad enorme. Va a ser mucho más difícil salir de la próxima crisis con la gente dividida y luchando entre sí.

— ¿No le paraliza la idea de arruinarse de nuevo?

— Si eliminas los riesgos, no experimentas. El riesgo está más en tu mirada. Tu acercamiento al dinero se parece mucho a tu acercamiento a la vida. Mi visión era esta: ¿tiene mi familia una cama en la que dormir? ¿Tengo suficiente para la educación de mis hijos? ¿Puedo pagar el seguro de salud? Si la respuesta es sí, ya no hay riesgo ninguno. A partir de ahí, puedo arriesgar y arriesgar bien.

— ¿Cómo aconseja a los inversores particulares que sorteen los momentos de turbulencia?

— Tienen dos opciones: pueden intentar surfear el mercado, anticipando los movimientos mejor que los profesionales —no lo recomiendo— o buscar un equilibrio en sus inversiones. El que te vaya bien o mal depende del ciclo económico, y lograr ese equilibrio es más complicado de lo que parece. Aconsejo tener activos que funcionen en todas las circunstancias: si la economía crece o cae, si aumenta o baja la inflación… Conocer la relación entre esos activos es el secreto de un buen inversor. Y no se fijen en el pasado, y menos aún en el reciente. El mayor fallo es pensar que lo que ha funcionado volverá a hacerlo.

Perfil

Nombre: Ray Dalio

Cargo: Presidente de Bridgewater Associates

Gurú de las inversiones

La firma del multimillonario ha generado más dinero para sus inversionistas que cualquier otro fondo de cobertura en la historia. “El que te vaya bien o mal depende del ciclo económico, y lograr ese equilibrio es más complicado de lo que parece. Aconsejo tener activos que funcionen en todas las circunstancias”, dice.

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