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El modisto más rico del mundo alista su sucesión

Con una facturación anual calculada en $us 560 millones y una compañía que a la venta costaría más de $us 1.100 millones, Pierre Cardin es más que un referente de la moda; el italiano revolucionó la industria con su modelo de negocios.

A la edad de 96 años, Cardin anuncia que prepara su sucesión, y si bien su fortuna —que como el valor real de sus empresas es un secreto— será heredada a su sobrino Rodrigo Basilicati, la administración de la casa de diseño deberá pasar a manos, como es de esperar, de otro modisto.

Solía esquivar temas sobre el futuro de la empresa, que pierde fuelle en Francia pero aún es muy popular en Asia y Estados Unidos. Ahora, tres meses después de la muerte de Karl Lagerfeld, aceptó que se ruede una película biográfica sobre su vida y le confiesa a la AFP que reflexiona sobre su sucesión. “Cuando haya muerto, habrá sucesores, por supuesto (…) Tengo tres jóvenes muy buenos. No quiero que hagan lo mismo que yo”, afirma.

A lo largo de su exitosa carrera empresarial, este modisto italiano tuvo un discípulo “favorito”. “Jean Paul Gaultier tenía 17 años cuando entró en mi empresa, lo lancé, creí en él y sigo creyendo. Es el único al que apoyé un poco”.

Pionero. En una entrevista con Pierre Cardin, la periodista Elena Pita, del sitio expansion.es, recuerda que el diseñador siempre fue un visionario, que socializó la moda con el pret-à-pôrter, las famosas prendas producidas en serie y listas para vestir que llevó a los países del Este y Asia décadas antes que cualquier otro.

Fue en 1979 cuando el empresario viajó a China para vender las licencias de su firma a grandes grupo de distribución, recuerda el portal modaes.es. Con el paso del tiempo, las licencias para producir textiles y accesorios sumaban más de 800 por todo el mundo.

¡He tenido éxito en todo lo que he hecho. La vida me ha favorecido!”, admite a la AFP, sentado al frente de un imperio que abarca desde la moda a los restaurantes pasando por los perfumes, la hostelería y los viajes, y presente en 140 países del planeta.

La estética avant-garde de Cardin se ve marcada por sus diseños geométricos y futuristas denominados “Space Age Look” con túnicas, goggles, cascos y figuras tridimensionales, reseña Elle.

Gracias a su visionaria costura, no solo es el modisto más rico del mundo, sino que el único que ostenta la distinción de miembro de la Academia de Bellas Artes de Francia, se lee en expansión.es. “Es más difícil tener esto (señala una insignia que lo identifica como miembro) que ser un príncipe”, le dice a Pita; y no ha de ser para menos, los académicos de tan magna institución suman solo 34.

Para él la elegancia es “sobriedad”. “Tengo 20 pantalones iguales, misma tela, mismo corte; con las chaquetas sucede otro tanto. Es mi estilo. Con la excepción de las zapatillas deportivas”, que calzo ahora porque son “cómodas”, le dice a la AFP. Algo más: llevar un pañuelo limpio y los calzados relucientes fue la máxima heredada de sus padres, una pareja de campesinos con la que tuvo que huir de Mussolini y vivir como refugiados de guerra.

Lo de su retiro no parece un anuncio al azar; en el sitio oficial de la afamada marca se lee: “El domingo 2 de junio de 2019 a las 6.00 pm, el museo Pierre Cardin —allí donde luce sus máximas creaciones— cerrará sus puertas por un periodo indefinido”.