Consumo energético se ralentiza en Potosí
SDSN realiza un estudio para publicar en 2020 el ‘Atlas Municipal para los ODS’
Potosí es el único departamento de Bolivia donde el consumo total de energía eléctrica se redujo en el periodo 2014-2106, según un estudio que identifica que los municipios con mayor pobreza energética están en occidente.
La investigación fue efectuada en los últimos dos años por la Red de Soluciones para el Desarrollo Sostenible (SDSN), con base en microdatos de 40 proveedores del servicio eléctrico del país facilitados por el Viceministerio de Electricidad y Energías Alternativas.
Los resultados de ese trabajo permitieron establecer indicadores del consumo de electricidad relacionados con los niveles de ingreso económico de las familias y de las empresas. “Mientras más energía es utilizada por una familia o empresa, los usuarios tendrán mejores condiciones para su desarrollo”, subraya Lykke Andersen, directora ejecutiva de la organización no gubernamental (ONG).
En 2016, el consumo de electricidad en el sector empresarial potosino por ejemplo cayó en 14% y el de la minería en 0,32%, mientras que el residencial y el del alumbrado público aumentaron en 10% y 9%, respectivamente.
Óscar Gardeazábal, presidente de la Federación de Empresarios Privados de Potosí, reconoce que el consumo energético del sector disminuyó en los últimos años, aunque no pudo cuantificar en qué porcentaje, ya que el gremio no cuenta con “datos precisos” sobre este tema.
Hallazgo. El estudio, coauspiciado por la Universidad Privada Boliviana (UPB) y la Fundación Solydes, da cuenta también que de los 20 municipios del país con mayor pobreza energética (menor consumo eléctrico) 8 están en La Paz, 6 en Potosí, 4 en Oruro, 1 en Cochabamba y 1 en Chuquisaca.
Entre el 97 y el 99% de las viviendas ubicadas en estos municipios utilizan menos de la mitad del límite de la Tarifa Dignidad, que ofrece un descuento del 25% en la factura de luz cuando el uso es igual o menor a 70 kilovatios/hora (kWh) mes. Es un promedio de vida de 52.
Esto quiere decir que en esos hogares se utilizan menos de 35 kWh al mes, cuando el consumo promedio domiciliario en el país es de 116 kWh mes y el de Santa Cruz —donde más energía se emplea— está en 150 kWh mes.
Según Andersen, el uso de electricidad en las familias está estrechamente ligado a los niveles de ingreso económico, un principio que le permitirá publicar en 2020 un Atlas Municipal para los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en Bolivia.
Los hogares sin acceso a electricidad viven en condiciones de “extrema pobreza (…), sin focos o electrodomésticos básicos y menos acceso a medios modernos de comunicación e información”, indica la investigadora.
“Las conclusiones de este estudio serán muy útiles para explicar varios tópicos relativos a la eficacia de las políticas de electrificación, el precio de la electricidad, la estructura tarifaria y las prácticas de lectura de medidores y facturación, el desarrollo del mercado de electrodomésticos y la capacidad de inversión de los hogares, entre otros”, destaca el investigador en temas energéticos Juan Carlos Guzmán.
VARIABlES. Sin embargo, agregó, “la realidad completa” de la “pobreza energética” del país se podrá ver si se considera “toda la estructura de consumo de energía, térmica y eléctrica”.
“El no tener energía eléctrica es una variable de pobreza utilizada por el Instituto Nacional de Estadística, aunque en la dimensión de energía es importante incluir otros tipos de fuentes de energía, como el Gas Licuado de Petróleo en garrafas o el gas natural por cañería”, entre otros, recuerda Beatriz Muriel, directora ejecutiva del Instituto de Estudios Avanzados en Desarrollo (Inesad).
El estudio de SDSN también establece que en 2016 el uso de electricidad en Bolivia se incrementó en 3,92%. Pando es el departamento donde más aumentó el uso (6,79%); le siguen Chuquisaca (6,54%), Santa Cruz (6,09%), Oruro (5,87%), Cochabamba (5,34%), Tarija (4,33%), Beni (2,21%) y La Paz (1,29%).
Santa Cruz aparece como la región donde más electricidad se utiliza, 3,04 millones de MWh (megavatios-hora); le sigue La Paz con 1,68 millones y Cochabamba con 1,20 millones de MWh.
A nivel de municipios, el consumo en Santa Cruz de la Sierra (de 2,03 millones de MWh) casi se compara con los de La Paz, Cochabamba, El Alto y Sucre (2.1 millones de MWh). Es decir la capital cruceña emplea más del doble de la electricidad que se utiliza en la urbe paceña y tres veces más de lo que usa Cochabamba.
“El Gobierno podrá utilizar” los datos del estudio “para sus políticas púbicas”, porque en las regiones donde más pobreza energética hay “es donde se necesita invertir en agua, saneamiento, electricidad, educación y salud; en todo lo que necesita la gente”, dice Andersen.
Crece el consumo de diésel oil y gasolina
La Paz, El Alto y Cotoca son los municipios donde más creció la demanda
En los cuatro últimos años, la comercialización de gasolina especial en el país creció en un promedio anual del 11,1%, alcanzando la pasada gestión los 1.799 millones de litros (l), según un estudio de la Red para el Desarrollo Sostenible en Bolivia (SDSN), que también analiza el empleo nacional de diésel entre 2015 y 2018.
El departamento de Beni aparece en ese periodo con un crecimiento promedio anual en ventas de gasolina del 19,7%, le siguen Potosí (16,6%), Pando (16,1%), Cochabamba (15,3%) y La Paz (11,1%). Entre los municipios con mayores entregas del combustible están La Paz (195 millones de litros), seguido por El Alto (186 millones), Cotoca (160 millones), Cochabamba (113 millones), Montero (102 millones) y Santa Cruz de la Sierra (95 millones).
En cuanto a las ventas de diésel oil, se observa un crecimiento promedio del 8,6% en todo el país, siendo Beni la región donde se registró un mayor aumento en las entregas de este carburante.
A nivel de municipios, El Alto y Cotoca son las ciudades donde más se expendió este combustible durante 2018 (157 millones de litros por región).
Según la directora ejecutiva del SDSN, Lykke Andersen, estos niveles de consumo reflejan en qué regiones del país se registra un “dinamismo empresarial”.
ANÁLISIS. “Estos datos nos sirve para conocer dónde existe movimiento comercial o dónde están pasando las cosas en el país. (…). Si eres empresario y tienes que decidir dónde invertir probablemente vas por estos lugares”, afirma la investigadora.
Complementa señalando que fuera de estas regiones puede no haber oportunidades laborales para la población y que para el Gobierno estos datos pueden ser utilizados para la elaboración de políticas públicas y gestión de inversiones en agua, saneamiento, electricidad, educación y salud.