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Franklin Pérez: ‘Los problemas del rubro de la construcción se pueden resolver

El próximo 8 de julio, los constructores del país conmemorarán los 70 años de fundación de la entidad matriz que agrupa a un sector empresarial que se mantiene como uno de los principales pilares de la economía nacional. Su aporte al desarrollo boliviano, sus desafíos y las necesidades que enfrentan para continuar dinamizando al país fueron algunos de los temas que conversó La Razón con Franklin Pérez, titular de la Caboco.

— ¿Cuál fue el aporte de la construcción a la economía nacional en la última década?

— Se tiene diferentes valores. En  2014 se llegó al 14%, pero desde el siguiente año hasta la fecha fue bajando. Para este año, nuestro aporte al Producto Interno Bruto (PIB) está proyectado en 5%; deseamos que suba, pero el empresario nacional no tiene mucha participación en las megaobras. El 80% de estos proyectos están en manos de empresas extranjeras y creemos que si se aplica el Decreto 3548 (que realiza modificaciones e incorporaciones al DS 0181 sobre las Normas Básicas del Sistema de Administración de    Bienes y Servicios) se daría acceso a las constructoras nacionales, fraccionando estos proyectos para la participación nacional. NdE. En los últimos 13 años, el rubro promedió una expansión anual de 8,17%; alcanzó su pico más alto en 2014 (14,4%) y su nivel más bajo el año pasado (3,5%).

— ¿Cómo se encuentra la construcción en Bolivia?

— Hay una desaceleración que se observa en los niveles de venta de cemento, existe una sobreoferta de soluciones habitacionales, la inversión pública también bajó en los gobiernos departamentales y municipales, y las megaobras públicas son realizadas por empresas extranjeras. Para lo cual es necesario definir políticas con el Gobierno central, para que exista una participación más adecuada del constructor nacional.

— ¿Principales dificultades?

— Una es la línea de crédito que está ligada al patrimonio, y eso debe cambiar en la banca como parte de una política que necesitamos conversar con la Asfi (Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero). Además, se debe evaluar la experiencia y desempeño que tiene una empresa para su calificación, y no están tomando en cuenta eso. Otro tema es el  decreto 3722, que plantea que las planillas de avance de obras de empresas del sector pueden ser aceptadas como garantía no convencional para conseguir financiamiento. La medida, sin embargo, no es aplicada por la banca. Al margen de las cifras que se muestras, estos son temas que podemos resolver.

— Dialogando con el Gobierno.

— Y de forma urgente. Tenemos la predisposición y como muestra firmamos un acta de entendimiento en 2018. Necesitamos dialogar sobre las metas programadas y las demandas de la ciudadanía en infraestructura, para encararlas de manera oportuna.

— ¿Sus reclamos aún no fueron atendidos?

— Creo que ellos están pensando que estamos atacando las políticas del Gobierno y ese no es nuestro criterio. Hay cifras que se pueden contrastar, estadísticas que se pueden mostrar, pero superando esos temas creo que corresponde sentarnos y encontrar una solución adecuada. Se han postergado muchas reuniones y creemos que es tiempo de retomarlas para concretar políticas.

— ¿Las empresas constructores están en emergencia?

— Así es. En Tarija y Chuquisaca las empresas están con problemas, no tienen obras; en Pando están entrando empresas extranjeras y las nacionales están solo con subcontratos a precios no adecuados. Entonces, es importante que unifiquemos nuestros criterios para avanzar en la dinamización de este sector.

— ¿El Ministerio de Economía observa elevadas tasas de ganancia en el rubro?

— No es una mirada adecuada de lo que ocurre en el sector de la construcción. La obra pública, por lo general, se adjudica al precio evaluado más bajo. Verificados los documentos legales, administrativos, técnicos y económicos, en la parte financiera presentamos un análisis de precios unitarios de materiales, mano de obra, equipo y maquinaria, gastos generales, utilidades y todos los impuestos de ley. Esa utilidad, que es de conocimiento público, está definida entre un 6 y10%, de tal manera que no hay más ganancia. Sin embargo, por modificaciones a los diseños o prolongación del tiempo se incrementan los gastos generales. También enfrentamos que en el proceso de edificación se decretan incrementos salariales o un segundo aguinaldo que no se contempla en el presupuesto del constructor, porque trabaja con precio fijo de inicio a fin de obra. Finalmente, retrasos en el pago por parte de los contratantes nos causan costos financieros. Estos factores merman la utilidad hasta la quiebra de la empresa. Entonces, esa afirmación de las elevadas tasas de ganancia no es real, es una incoherencia.

— ¿Todo este escenario permitirá que el sector continúe siendo una de los principales bases de la economía?

— En todo el mundo el sector de la construcción dinamiza la economía y genera empleo. Mientras más inversión exista vamos a estar mejor y lo sabe el Gobierno. Al margen de los datos, hay carencia de trabajo a nivel nacional, entonces, trabajaremos juntos.

— Caboco cumple 70 años. ¿Cuáles son los retos para los próximos años?

— Al margen de lo mencionado, necesitamos una sinergia con las autoridades de Gobierno para dinamizar el sector, robustecerlo, desarrollarlo y fortalecerlo.

Perfil

Nombre: Franklin Pérez Jordán

Profesión: Ingeniero Civil

Cargo: Titular de la Cámara Boliviana de la Construcción (Caboco)

Experimentado líder de los constructores

Se graduó en Ingeniería Civil en la Universidad Tomas Frías (Oruro) y cuenta con una Maestría en Administración de Empresas de la Escuela Europea de Negocios.  Desempeñó diferentes funciones en instituciones públicas y privadas, como el Servicio Geológico de Bolivia (Geobol). Dirigió además programas de riego en Cochabamba y supervisó la construcción nacional de iglesias para el Movimiento de los Santos de los Últimos Días. También fue docente en institutos tecnológicos de Cochabamba. Es Gerente General en la Compañía de Tecnología e Ingeniería Boliviana (Cotib). Trabaja más de 30 años en el sector y a la fecha preside la Caboco, que agrupa a más de 1.000 empresas.