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La construcción sustentable, un reto para el país

La inclusión, los incentivos para la inversión, una normativa adecuada y la coordinación entre los sectores públicos y privados son claves para el desarrollo de la construcción sustentable, coinciden representantes de esta industria en Bolivia, Chile y Perú.

Esta forma de construir se hace cada vez más crucial para el cumplimiento hasta 2030 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

El Gobierno chileno, por ejemplo, la entiende como “la optimización del uso de los recursos naturales y de los sistemas de edificación en los procesos de planificación, diseño, construcción y operación de las obras y su entorno, de tal modo que minimicen el impacto sobre el medio ambiente y la salud de las personas”.

En un edificio, por ejemplo, este modo de concebir el diseño arquitectónico y urbanístico se traduce en el consumo racional del agua, el uso eficiente de la energía, la conservación de materiales y recursos,  el cuidado de la calidad ambiental interior y la planificación del sitio.

“El tema ambiental es fundamental. Si hablamos de calidad de vida, no debemos pensar en nosotros sino en nuestros hijos y nietos”, dijo Javier Arze, presidente de la Cámara de la Construcción de Santa Cruz (Cadecocruz), que entre el 11 y el 13 de junio organizó el Séptimo Encuentro Inmobiliario Internacional, el cual a su vez planteó el desafío de construir ciudades inclusivas, sostenibles, amigables y que tengan a la persona en el centro del desarrollo.

En la cumbre, los directivos de las cámaras de la construcción de Argentina, Bolivia, Chile y Perú, además de un centenar de ejecutivos de los sectores inmobiliario y contratista de América Latina, identificaron los principales factores para el desarrollo de la industria de la construcción sustentable en la región.

Estos elementos son: la edificación de viviendas de calidad y con servicios básicos para las familias más necesitadas, el contar con una normativa enfocada en la inclusión en ciudades amigables, la generación de incentivos para las inversiones en este tipo de proyectos y las alianzas entre Gobierno y constructores.

“Es la única manera para que se puedan dar cambios estructurales en nuestra sociedad”, afirmó el ejecutivo de Cadecocruz, quien aseguró que a Bolivia le falta mucho por aprender para “humanizar” sus ciudades y brindar calidad de vida a sus habitantes.

Prueba de ello es que en el país sólo hay un edificio que cuenta con la certificación internacional LEED (ver cuadro de la siguiente página), otorgada a los inmuebles que aplican la sostenibilidad en todo su proceso de construcción. Otras cuatro estructuras están en proceso de obtener este reconocimiento.

Actores. Humberto Martínez, presidente de la Cámara Peruana de la Construcción (Capeco), cree que el principal problema de la edificación sostenible es que aún no  tiene las herramientas para levantar viviendas de calidad con acceso a servicios elementales como agua, desagüe y electrificación para millones de personas. “Es un desafío gigante”, sostuvo.

Por ello, ve necesarias las políticas nacionales y regulaciones sectoriales que promuevan la edificación de “viviendas dignas” cuidando el medio ambiente.

“Tremendo desafío tenemos para adelante en nuestros países: no solo construir viviendas sino desarrollar ciudades inclusivas”, destacó en la cumbre Sergio Torreti, expresidente de la Cámara Chilena de la Construcción.

“Debemos ser capaces de poner a la persona en el centro de todo el desarrollo de nuestras ciudades. Eso implica preocuparnos por su seguridad y educación y generarles espacios para que se reúnan. Ese es uno de los grandes desafíos para tener éxito en el desarrollo de ciudades y espacios urbanos”, afirmó el empresario. Acciones. El avance en este sector “tienen que ser parte de un esquema que permita a municipios y Gobierno ofrecer incentivos para su desarrollo (…) En Bolivia hay emprendimientos, pero necesitan apoyo con políticas claras que las hagan viables”, sostuvo el presidente de la Cámara Boliviana de la Construcción (Caboco), Franklin Pérez, quien calificó este tipo de edificación como beneficiosa para el país, porque posibilita el ahorro y promueve la generación de energías limpias.

Ernesto Aramburu, director de la consultora chilena Araval, consideró fundamental que en Bolivia se aplique una política de incentivos para la construcción sustentable en las ciudades, como la reducción porcentual de impuestos a la propiedad, al igual que en Chile y Perú, donde estas deducciones alcanzan hasta un 30%.

Como resultado del Séptimo Encuentro Inmobiliario Internacional, las cámaras de los países participantes elaboraron una agenda para que en los próximos meses las instituciones comiencen a alentar la implementación de opciones no tradicionales para edificar viviendas, generando energía propia y ahorrando agua.

“Necesitamos que nuestras ciudades sean más amigables e inclusivas y necesitamos densificación (un uso más intensivo del suelo urbano), lo cual mejorará la calidad de vida de nuestros habitantes”, expresó Arze.

En abril pasado, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) consideró en su Informe de Sostenibilidad que las ciudades son esenciales para el desarrollo económico de América Latina y el Caribe, al calcular que el 81% de la población de la región vive en zonas urbanas, una tasa que alcanzará el 90% en 25 años. En ese marco, sostuvo, las ciudades requieren de nuevas herramientas para fomentar un crecimiento sostenible, dado que el tamaño físico de las mismas está aumentando de dos a cuatro veces más que la tasa de desarrollo de la población.

Este aspecto es primordial para asegurar el futuro de las próximas generaciones ya que, según la Fundación Ciudad del Saber, “el modelo urbano actual y el crecimiento sin la planificación adecuada han vuelto las actividades del hombre cada vez más agresivas con el medio ambiente”.

“A medida que este proceso se agudiza, se multiplican también las voces y movimientos sociales que claman por un concepto de ciudad que, en lugar de responder a la inercia de mercado, contemple los principios del desarrollo humano sustentable”, agrega la institución panameña.

De ahí que estos conceptos se han convertido en un tema de discusión entre cooperantes, gobiernos de la región, inmobiliarias y empresas para definir políticas que viabilicen el diseño y construcción de edificios cómodos, multifuncionales, eficientes en el consumo de energía y agua, de bajo costo y, sobre todo, planificados para tener una larga vida útil; como sugiere Ciudad del Saber.

Bolivia no es ajena a este panorama. El 8 de junio, el presidente Evo Morales expresó su preocupación por la expansión de ciudades como Cochabamba, donde las tierras con vocación productiva son “sembradas con cemento”.

Es así que el martes pasado anunció que se reunirá con los alcaldes de las ciudades del país para planificar de manera conjunta el desarrollo urbano, frente al crecimiento desorganizado de las urbes debido a la falta de planificación.

Aramburu coincidió en que en la región se necesita avanzar en la gestión integrada e inteligente del espacio urbano, la cual debe estar  planificada en función a las necesidades de los ciudadanos.

Así, la población podrá para alcanzar una aceptable calidad de vida en las calles y viviendas, tendrá lugares donde pasear y recuperar su relación con la naturaleza, vías para trasladarse y espacios para comprar, para descansar y para disfrutar del ambiente creativo que debe envolver a la ciudad.

Los asistentes al encuentro inmobiliario esperan que esos conceptos se integren principalmente a proyectos de urbes en acelerado crecimiento, como Santa Cruz, que tiene una demanda habitacional insatisfecha que, hasta el 2022, se calcula en 14.000 nuevas viviendas, según la Cadecocruz.