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Inversión estatal se concentra en gas y energía

La gran industria impulsada con inversión pública se concentró en los últimos 13 años en electricidad e hidrocarburos, según un conteo de 29 proyectos identificados en cuatro áreas por el Ministerio de Economía, que proyecta para 2025 importantes avances en todos los rubros. 

En energía se ejecutaron 15 obras; en hidrocarburos, siete; en alimentos, cuatro y en evaporíticos, tres; detalló esa cartera de Estado a La Razón en respuesta a un cuestionario sobre el estado de desarrollo de la gran industria nacional.

“Los hitos más importantes de la industria del país fueron aquellos registrados durante los últimos 13 años, con la aplicación del Modelo Económico Social Comunitario Productivo. La nacionalización de los hidrocarburos en 2006 marcó el inicio del desarrollo no solo del sector —su industrialización—, sino también del resto de rubros de la economía nacional al constituirse en sector generador de excedentes”, cita el ministerio.

De acuerdo con el detalle de la misma fuente, desde 2011, en el sector eléctrico se construyeron ocho plantas termoeléctricas de distintas capacidades, tres centrales hidroeléctricas, tres complejos solares y un parque eólico. En construcción se encuentran las hidroeléctricas Miguillas e Ivirizu, una planta solar en Oruro y tres parques eólicos. Asimismo, se desarrolla un proyecto geotérmico en Laguna Colorada y se instalan ciclos combinados en tres termoeléctricas.

En hidrocarburos, en 2013 y 2015 se inauguraron las plantas separadoras de líquidos de Río Grande y Gran Chaco, que producen GLP y gasolinas; y  en 2014 y 2015 se modernizaron las refinerías Gualberto Villarroel y Guillermo Elder Bell, con nuevas unidades para producción de diésel y gasolinas.

En 2017, se inició la industria petroquímica con la Planta de Amoniaco y Urea de Bulo Bulo y la Planta de Tuberías y Accesorios de Polietileno en Kallutaca; y a partir del año pasado YPFB Corporación genera biocombustibles mediante la compra de alcohol anhidro a los ingenios sucroalcoholeros cruceños.

En minería, tras la nacionalización de Vinto, se invirtió en un nuevo horno Ausmelt de mayor capacidad, lo que pone a la fundidora de estaño como la sexta más grande del mundo. En cuanto a los recursos evaporíticos, se concluyó la cadena productiva a escala piloto, desde la extracción de la salmuera hasta la producción de baterías de litio. A escala industrial, en 2018 fue puesta en marcha la Planta de Cloruro de Potasio.

En el rubro de alimentos, Emapa —que en principio prestó apoyo y capacitación a los pequeños productores— fue el primer paso para después incursionar en el almacenamiento, transformación y distribución de alimentos. Como resultado, Emapa cuenta ya  con silos propios para almacenaje de granos, un ingenio arrocero, tres silos más en construcción y un complejo piscícola.

OBJETIVO. También destaca en el sector la fusión en 2018 de las estatales Lacteosbol, Promiel y la Empresa Boliviana de Almendras para conformar la Empresa Boliviana de Alimentos y Derivados (EBA), la cual cuenta con plantas procesadoras de lácteos, frutas, miel y almendras. De igual forma está la Empresa Azucarera San Buenaventura que, además de producir azúcar y alcohol, genera con biomasa su propia electricidad.

“Se espera que en 2025 la industria nacional, pública y privada, muestre un importante desempeño y consolide una economía diversificada, que cubra la demanda interna y exporte los excedentes generados”, destaca el ministerio.

Economía y Finanzas Públicas prevé que este objetivo se concretará con la suscripción de nuevos contratos de exportación de gas, GLP, GNL y urea a los países vecinos, y con la “completa internacionalización” de YPFB como proveedor de GNL a India, China y otros países; además, con la estatal como accionista en plantas termoeléctricas y de urea en Brasil, así como en la administración del gasoducto a ese país.

En el sector eléctrico, se tiene prevista la exportación de energía a los países vecinos y la generación de mayores volúmenes de energías renovables.

Para 2025, también la cadena productiva del litio estará desarrollada en suelo boliviano mediante las plantas industriales de materiales catódicos y baterías de litio construidas en sociedad con la alemana ACI Systems; y los salares de Coipasa y Pastos Grandes también producirán compuestos en un total de ocho plantas que se construirán en alianza con el consorcio chino TBA-Baocheng.

En el rubro agropecuario, “se tiene previsto que las empresas públicas constituyan el pilar de la seguridad y soberanía alimentaria mediante el acopio y transformación de granos, procesamiento de lácteos, frutas, endulzantes, almendras y sus derivados. Además, el ingenio de San Buenaventura proveerá alcohol anhidro para biocombustibles”.

En minería, se proyecta la puesta en marcha y pleno funcionamiento de plantas concentradoras en Huanuni y Colquiri, además de la producción de cobre en Corocoro y, ya desde 2021, la Planta Siderúrgica del Mutún, que dará inicio a la industrialización del hierro en Bolivia.

‘Seguimos en la línea del pasado’

Jorge Akamine Toledo,

es presidente de los economistas de Bolivia

El comportamiento de la economía nacional en los últimos 15 años sigue en la línea del pasado. Es decir, el crecimiento del PIB está determinado por el incremento de las actividades extractivas y la demanda del mercado externo.

Los actuales planes priorizan el incremento de la extracción para consolidar el mercado de exportación (…), el abastecimiento del mercado interno y la exportación de materia prima, lo que deja poco margen para la industrialización (…). Así que el escenario de la industria estatal hacia adelante se mantendrá inalterable mientras no logremos sobrepasar los obstáculos para la actividad, tales como un pequeño mercado interno a causa de los bajos salarios, la competencia desleal de la economía informal, la supervivencia de clases rentistas y otros.