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Aporte privado para apagar el fuego

El desastre ambiental en la Chiquitanía motiva a varias empresas a sumarse a los esfuerzos para controlar el fuego y tratar de reconstruir la región. Las donaciones de productos y servicios son entregadas a las autoridades correspondientes.

Por ejemplo, bomberos y voluntarios que luchan aún por apagar los incendios recibieron de Alicorp 8.000 kg de alimentos básicos (fideos, conservas de pescado, aceite y galletas); 30.000 litros de agua embotellada de Coca-Cola, que también se destinaron a la hidratación de los damnificados; 500 kg de fideo y 7.000 raciones de galletas y queques de La Suprema y 25.000 raciones de comida de Nestlé, la cual también entregó alimentos para macotas.

También contribuyeron Cervecería Boliviana con 26.842 litros de Maltín y gaseosas, además de agua no potable para apagar las quemas; Huawei, con mochilas extintoras y botines de seguridad; Cofar, con más de 700 productos oftalmológicos e inyectables y Bagó, con cremas para dermatitis.

Amaszonas, a su vez, habilitó vuelos solidarios destinados a los bomberos, médicos y voluntarios que trabajan en las áreas afectadas por las quemas, y al traslado de alimentos, medicamentos y otros insumos de emergencia; Nacional Seguros envió dos ambulancias equipadas con medicinas de primera necesidad, médicos y paramédicos y Viva inició la recolección de plantines para la posterior reforestación de la zona.

Los incendios en la Chiquitanía, el Chaco y el pantanal de Santa Cruz dejaron hasta el miércoles 4.472 familias afectadas y 161 damnificadas que perdieron vivienda o cultivos, informó el Gobierno. La cifra de hectáreas quemadas es ya de 1,7 millones.