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Casi 1.560 sociedades apoyan la expansión de servicios

En Bolivia opera un total de 6.230 cooperativas, de las cuales un 25% (1.558) provee servicios básicos a la población, como agua, alcantarillado, energía eléctrica y telefonía, informó el presidente de la Confederación Nacional de Cooperativas de Bolivia (Concobol), Edgar Bautista.

Estas asociaciones están distribuidas por todo el mercado nacional y generan una importante cantidad de empleos directos e indirectos, afirmó el representante de la Concobol, quien calcula que el sector agrupa a unos “3,5 millones” de cuentapropistas en todo el país.

Bautista anticipó también que, para solucionar la falta de información precisa sobre las actividades del rubro, se planifica “un censo y un diagnóstico de todo el movimiento cooperativista en Bolivia”. “Seguramente para la próxima gestión vamos a trabajar en esto que es muy necesario”, agregó.

El Gobierno ha impulsado durante sus casi 14 años de gestión un modelo de economía plural que contempla formas de organización comunitarias, estatales, privadas y asociativas; sin embargo, las cooperativas de servicios públicos “corren un serio riesgo de ser estatizadas” por la administración del presidente Evo Morales, un proceso que se inició con las agrupaciones eléctricas en zonas de la Amazonía, como en Rurrenabaque y en Guayaramerín (Beni), y que continuará con las telefónicas, advirtió Bautista.

Al respecto, el gerente general de Coopaguas, Bismark Hurtado, sentenció: “El sistema cooperativo no ha caído ni durante la izquierda ni durante la derecha, y seguirá existiendo por su forma de administrar la cosa pública”.

Reconoció además que en el país se viven diferentes realidades y que hay asociaciones que hacen un buen trabajo y otras que no. No obstante, subrayó, “pensar en la estatización de las cooperativas es algo utópico”, porque “es muy difícil que las empresas públicas puedan prestar un buen servicio, salvo honrosas excepciones”.

Bautista denunció a su vez, sin identificar a la instancia, que su sector no puede fortalecerse ingresando a los programas del Gobierno y lamentó también la falta de inversión en el sector. “No somos empresarios, porque si lo fuéramos seríamos capitalistas, por ello de donde sea tenemos que rascar la inversión” para trabajar. El Ejecutivo, dijo, solo potencia a las empresa estatales como ENDE, Entel y EPSAS, mientras las cooperativas “hacen patria” con su propio esfuerzo.

Otros obstáculos que enfrentan las asociaciones y que “están liquidando al sector” de servicios básicos son “la regulación de las autoridades sectoriales” —de acuerdo con Bautista— y las tarifas del servicio de agua potable —a decir de Hurtado—, porque “no cubren el costo” de sus operaciones.

Por su lado, “las dificultades que enfrentan las cooperativas de electricidad tienen que ver con la organización del nivel de gobierno cooperativo, con los recursos humanos y el tamaño de los mercados que atienden”, detalló el presidente del Consejo de Administración de la Cooperativa Rural de Electrificación (CRE), Miguel Castedo.

El ejecutivo calificó el trabajo de esta asociación cruceña como “impecable en todo sentido”, ya que proporciona “una respuesta eficiente para alcanzar el servicio universal” al ofrecer “la mayor cobertura nacional y tarifas menores e igualitarias en el departamento”.

Para Hurtado es necesario un trabajo conjunto entre los gobiernos central y municipales y las cooperativas, ya que los primeros, por ejemplo, pueden instalar alcantarillado para que los segundos lo administren. “Esa es la forma ideal en la que el Estado puede potenciar a las cooperativas bajo el control de las autoridades correspondientes”, destacó.

El Gerente General de Coopaguas consideró, finalmente, que “si bien” su sector “es de derecho privado, presta un servicio público elemental” que  amerita la toma de conciencia y prudencia en la administración de los recursos.