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BM: Deterioro del agua reduce la economía en un tercio

El mundo enfrenta una crisis invisible de la calidad del agua que disminuye en un tercio el potencial de crecimiento económico en zonas altamente contaminadas y pone en peligro el bienestar humano y ambiental, advierte un informe del Banco Mundial (BM). 

Quality Unknown: The Invisible Water Crisis (Calidad desconocida: La crisis invisible del agua) muestra con nuevos datos y métodos de qué modo una combinación de bacterias, aguas residuales, productos químicos y material plástico puede absorber el oxígeno de las fuentes acuíferas y transformarlas en veneno para las personas y los ecosistemas.

Para arrojar luz sobre la cuestión, el BM creó la base de datos sobre la calidad de ese líquido más grande del ámbito internacional, con información que se obtiene a través de estaciones de seguimiento, tecnologías de teledetección y aprendizaje automático.

El informe señala que la carencia de agua limpia limita el crecimiento económico en un tercio y, por lo tanto, se insta a prestar inmediata atención a nivel mundial, nacional y local a estos peligros que enfrentan por igual los países desarrollados y en desarrollo.

“El agua limpia es un factor clave para el crecimiento económico. El deterioro de su calidad frena ese crecimiento, empeora las condiciones de salud, reduce la producción de alimentos y exacerba la pobreza en muchos países”, dijo David Malpass, presidente del Grupo Banco Mundial.

“Los Gobiernos deben tomar medidas urgentes para contribuir a resolver el problema de la contaminación de este recurso, de modo que los países puedan crecer más rápidamente en forma equitativa y ambientalmente sostenible”, agregó en una nota de prensa.

IMPACTO. Un elemento clave que contribuye al deterioro de la calidad del agua es el nitrógeno que, al aplicarse como fertilizante agrícola, con el tiempo ingresa a los ríos, lagos y océanos, donde se transforma en nitratos, de acuerdo con el novedoso estudio.

La exposición temprana a los nitratos, a su vez, afecta el crecimiento y el desarrollo cerebral de los niños, lo que repercute en su salud y su potencial de ingresos en la edad adulta.

El escurrimiento y la descarga en el agua de cada kilogramo adicional de fertilizantes de nitrógeno por hectárea, alerta, pueden aumentar las tasas de retraso del crecimiento de los niños en un 19% y reducir sus ingresos en la edad adulta hasta en un 2%, en comparación con aquellos que no están expuestos.

En el informe también se señala que el rendimiento agrícola cae a medida que aumenta la salinidad de las aguas y los suelos como consecuencia de las sequías más intensas, las marejadas ciclónicas y el incremento de las extracciones del recurso.

Datos. Debido a la salinidad de las aguas, por ejemplo, cada año se pierde en el mundo una cantidad de comida suficiente para 170 millones de personas.

En este marco, en el estudio, se recomienda medidas que los países pueden adoptar para mejorar la calidad del líquido, entre ellas: políticas y normas ambientales; un seguimiento minucioso de las cargas de contaminación; sistemas que garanticen el cumplimiento de las normas; infraestructura de tratamiento del agua respaldada con incentivos para la inversión privada, y difusión de información confiable y precisa entre los hogares para inspirar la participación ciudadana.

Para el Banco Mundial, el crecimiento demográfico y económico ejercen hoy una presión “sin precedentes” sobre el líquido.

Si continúan el actual crecimiento poblaciones y las prácticas de gestión del agua, por ejemplo, el mundo enfrentará un déficit de 40% entre la demanda proyectada y el suministro de agua disponible a fines de 2030.

Asimismo, la producción agrícola —que actualmente consume el 70% de agua que se extrae en el mundo— tendrá que subir en 60% en 2050 para alimentar a 9.000 millones de personas, lo que representa un incremento en la explotación del líquido del 15%.

“En 2025, alrededor de 1.800 millones de personas vivirán en países o regiones con escasez absoluta de agua”, advierte el banco.