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¿Es hoy el esfuerzo el camino al éxito?

¿Cómo es la sociedad boliviana? Pues le da poca importancia al sentido del ahorro, rechaza la competencia, prefiere el medio ambiente al desarrollo económico y piensa que el trabajo duro suele llevar al éxito.

Esta forma de ver la vida fue identificada por la última Encuesta Mundial de Valores (EMV), una iniciativa global de investigación social que recoge información sobre las cualidades, percepciones y actitudes de los ciudadanos y sobre cómo éstas se transforman a lo largo del tiempo para condicionar los ámbitos sociales y políticos.

El estudio, aplicado por primera vez en Bolivia, identifica los valores que tiene la población boliviana relacionados con la ciencia y la tecnología; la pertenencia, el orgullo nacional y la inmigración; la igualdad de género; la ética, normas, autonomía y obediencia; la religiosidad; el bienestar subjetivo y la felicidad; y la economía, y los compara con los valores de poblaciones de más de 100 países.

En la categoría de percepciones económicas, destaca el hecho de que los bolivianos están, junto con los habitantes de otros países sudamericanos, entre los que menos reconocen la importancia de incluir valores favorables al ahorro en la enseñanza de los niños en el hogar, con un 23,8 frente al 77,9 de India, el líder en este ranking comparativo que toma en cuenta una escala de 1 a 100.

“Bolivia es uno de los países del mundo en el que menos se cree que es importante enseñar el sentido de la economía y el espíritu de ahorro a los hijos”, ratifica el coordinador del estudio, Daniel Moreno, del Centro de Investigaciones Sociales (CIS), una de las instituciones que apoyó el desarrollo de la Encuesta en Bolivia.

El informe de la EMV, efectuada entre marzo y abril de 2017, muestra también que (con un 73,4) el país es el segundo en el mundo donde se da más prioridad a la protección del medio ambiente por encima de las necesidades del desarrollo económico, una valoración que en general comparten las sociedades latinoamericanas.

Este “me parece un aspecto interesante en momentos en los que Bolivia está viviendo condiciones ambientales tan negativas, las cuales son producto de un modelo específico de desarrollo económico que pasa por el extractivismo y la ampliación de la frontera agrícola”, afirma el experto.

Los habitantes del Estado Plurinacional aparecen igualmente entre quienes más rasgos negativos encuentran a la competencia, con un 54,9 frente al 88,9 de Yemen, donde más destaca el carácter benéfico de la rivalidad como factor clave para el desarrollo personal o de un emprendimiento.

“Los bolivianos son escépticos acerca de los beneficios de la competencia, a diferencia de otros países donde están de acuerdo en que ésta es una fuerza positiva para la sociedad. Parece que priman en Bolivia valores de orden más comunitario que no pasan por la competencia como mecanismo de crecimiento y mejoramiento de la sociedad”, explica el coordinador.

BASES. La sociedad, al parecer, busca que el esfuerzo individual sea reconocido por su mismo valor y no por su impacto con relación a otro, agrega. “Eso no es sinónimo de solidaridad, puede interpretarse como una manera de ver las cosas que simplemente no es competitiva”, apunta Moreno.

La mayor parte de los entrevistados en Bolivia, asimismo, valoraron positivamente el trabajo, tanto en su calidad de actividad como en la de medio para lograr el éxito, lo que le dio al país un puntaje de 62,4 frente a 39,3 de Azerbayán y al 87,6 de Yemen.

Es así que 62 de cada 100 bolivianos piensan que, “a la larga, esforzarse en el trabajo suele llevar a una vida mejor”, mientras que 38 creen que “esforzarse en el trabajo no suele llevar al éxito” y que “eso depende más de la suerte y de los contactos”.

La EMV se aplicó en Bolivia con una muestra de 2.067 encuestados en 35 municipios de todos los departamentos y sus resultados fueron publicados el 2018. Lo que se presentó el 26 de septiembre pasado es un informe ampliado al respecto que procesa y presenta algunos de los resultados principales, facilitando el acceso a la información y buscando llegar a un público amplio compuesto por ciudadanos interesados en los temas, por activistas sociales y por personas involucradas en la gestión de políticas públicas o en la investigación académica.

“Tenemos la seguridad de que una mejor comprensión sobre los valores, las percepciones y las actitudes de la población boliviana respecto a los diferentes temas que hacen a su vida cotidiana, a sus aspiraciones, visiones de desarrollo y, particularmente, al ejercicio de sus derechos fundamentales, resultan indispensables para la formulación de políticas públicas integrales e inclusivas”, afirman el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) en la presentación del informe de la Encuesta sobre Bolivia.

Detalles de la EMV en el país

Desarrollo

La Encuesta Mundial de Valores fue aplicada por primera vez en Bolivia entre marzo y abril de 2017. Los resultados ampliados fueron presentados en septiembre de este año.

Actores

El estudio fue desarrollado por la comunidad privada de estudios sociales y acción pública Ciudadanía, con el apoyo del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y la Vicepresidencia a través del Centro de Investigaciones Sociales (CIS).

Jóvenes: Más cerca de los valores de mercado

La CNC plantea el reajuste del empresariado para captar a la nueva fuerza laboral del país

La Cámara Nacional de Comercio (CNC) resalta que el informe sobre Bolivia de la Encuesta Mundial de Valores (EMV) muestre “el mayor compromiso” de los jóvenes del país “con los valores del mercado y la empresa, lo que es coherente con el cambio tecnológico y las nuevas formas de producción”.

Estas transformaciones plantean a su vez en este segmento poblacional formas de trabajo y aspiraciones muy diferentes a las que se tenían en generaciones anteriores, tanto en términos de desarrollo personal y profesional, como en formas de asociación y desarrollo empresarial, indica la institución.

“Conceptos como la estabilidad laboral, carrera profesional y el propio empleo se están redefiniendo, por lo que es necesario que los gremios empresariales también empecemos a reajustar nuestras estructuras para captar a esta nueva clase empresarial, que en muchos casos no se constituye por emprendimientos relacionados a las actividades tradicionalmente identificadas dentro de la economía, como el comercio de bienes, la industria y algunos servicios”, dijo el presidente de la CNC,  Rolando Kempff.

SEGMENTOS. La EMV sostiene que en Bolivia la edad influye en la autonomía de los individuos: los del grupo de mayor edad esperan una mayor participación del Estado, mientras los más jóvenes aprecian más el esfuerzo individual. Para estos últimos, “el Estado debería establecer más bien incentivos que brinden garantías a la búsqueda individual del bienestar”, indica el documento.

Para Kempff, los resultados de la Encuesta, en el ámbito económico, son muy llamativos, ya que aun cuando muchos de los comportamientos descritos —como la coexistencia entre la preferencia por la propiedad privada y el emprendimiento a la vez que se exige mayor participación estatal en el desenvolvimiento del mercado— se intuyen desde hace mucho tiempo, la formalización de una medición multidimensional de estas conductas es necesaria para entender los orígenes de éstas.

El amplio documento de investigación social presenta varios datos sobre la percepción de la población boliviana respecto a temas que van desde la economía, la política, la religión y el medio ambiente, entre otros.