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Los candidatos proyectan la ruta económica modelo

¿Qué tipo de economía necesita el país? Los aspirantes a la silla presidencial responde a través de programas de gobierno que, al menos en el corto y mediano plazo, no conducen al cambió de las bases extractivistas del desarrollo, según dos expertos.

“Los candidatos no proponen cambiar el actual modelo de economía abierta, basada en el Decreto 21060, sino más bien hacer ajustes al mismo que permitan mejorar los indicadores económicos”, afirma Jorge Akamine, presidente del Colegio Nacional de Economistas de Bolivia (Coneb).

“Todos los frentes en campaña coinciden en reconocer las débiles condiciones estructurales de la economía”, considera a su vez el analista Roberto Laserna.

“Los diagnósticos ponen en evidencia que no hemos superado la dependencia de la exportación de materias primas y que las iniciativas y emprendimientos que hace la gente no tienen el respaldo de políticas adecuadas y enfrentan más bien las desventajas de una mala infraestructura, una excesiva burocracia y demasiados impuestos”, agregó.

Una revisión a los nueve planes de gobierno de los candidatos que se disputarán el voto ciudadano en las elecciones del próximo domingo permitió identificar la visión que éstos tienen para impulsar el desarrollo del país.

La alianza Bolivia Dice NO-21F esboza una reforma económica que, junto a otras medidas, permita crear condiciones favorables para la inversión y la reactivación productiva.

Comunidad Ciudadana (CC) promete sustituir el modelo primario exportador “centralista” del actual Gobierno por un desarrollo productivo diverso y local.

El Frente Para la Victoria (FPV) se compromete a respetar las normas de la economía social de mercado y a reevaluar el actual modelo económico, porque responde a condiciones de bonanza y abundancia de recursos externos, pero es poco adecuado para situaciones de crisis y escasez.

Plan. El Movimiento al Socialismo-Instrumento Político para la Soberanía de los Pueblos (MAS– IPSP) anuncia que mantendrá su modelo económico social comunitario productivo —que está “en proceso de consolidación”— bajo un enfoque de soberanía productiva con diversificación.

El Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) pregona la libertad económica enmarcada en los intereses del Estado y la sociedad, así como el derecho a la inserción racional en el proceso de globalización y el fomento y promoción de la inversión privada nacional y extranjera en todos los niveles.

Para superar la dicotomía capitalismo/socialismo autoritario, o derecha/izquierda, el Movimiento Tercer Sistema (MTS) propone la implementación de una sociedad comunalista (sin ningún tipo de dominación), basada en el respeto a los derechos de las personas, la propiedad y el trabajo; en la soberanía y en la elección colectiva y directa de autoridades.

El Partido de Acción Nacional Boliviano (PAN-Bol) proyecta transformaciones estructurales económicas profundas para el funcionamiento de una sociedad holística, comprometida con la igualdad y la seguridad social.

El Partido Demócrata Cristiano (PDC) menciona que impulsará el crecimiento de la economía boliviana y que mantendrá su estabilidad, mientras que Unidad Cívica Solidaridad (UCS) propone un modelo económico de iniciativa privada integral.

“Hay propuestas que expresan su fe en el Estado como actor principal del desarrollo. El MAS encabeza este grupo, que quisiera seguir concentrando los recursos de inversión y las iniciativas en la burocracia pública, sin tomar en cuenta su propia y frustrante experiencia”, evalúa Laserna.

“En el otro extremo están Bolivia Dice NO, el MNR, la UCS y el PDC, que plantean una alternativa basada en la competencia y en la iniciativa de los inversionistas y emprendedores privados”.

“En un punto intermedio se ubica CC, que también propone un rol protagónico del Estado, pero más como promotor, con la ilusión de que otra burocracia podrá eludir las tentaciones de la corrupción y aplicar criterios de racionalidad para orientar a los agentes económicos”, indica.

Akamine, a su vez, sostiene que los programas de “todos los candidatos a la presidencia”  permiten ver que “por un buen tiempo” Bolivia va a tener “una economía basada en el extractivismo”.

“Nuestra economía será primaria exportadora por la simple razón que la extracción de recursos naturales nos genera y generará recursos para que el Estado cumpla sus fines”, apunta.

Intereses. “Hay también”, continúa, “una clara intención de consolidar la industrialización de materias primas e incentivar la industrialización liviana, es decir, de generar mayor valor agregado en los productos nacionales”.

“Frente al diagnóstico común, las propuestas abundan en fórmulas referidas a la diversificación, la industrialización y la innovación tecnológica. Todos proponen superar el extractivismo, lo que los diferencia es el cómo, que muchos simplemente omiten mencionar”, subraya Laserna.

Respecto a si los lineamientos principales de estas propuestas electorales acompañan las tendencias de desarrollo de la economía internacional, Akamine cree que, “al continuar con una economía abierta, el mensaje de los candidatos está basado en mantener o mejorar las relaciones con el mundo”, por lo que “se tomarán en cuenta las tendencias globales”.

Laserna, por su lado, recuerda que “la economía internacional se caracteriza por una creciente interdependencia y la aceleración de los cambios tecnológicos”, por lo que “la clave está en la flexibilidad organizativa y en la adaptación al cambio”.

“Esto quiere decir que una economía dirigida o controlada por el Estado no tiene ninguna posibilidad de éxito. No hay burocracia, por muy capacitada que sea y cualquiera sea su acceso a recursos técnicos, que pueda reemplazar a millones de personas que interactúan a través de mercados que muchas veces son apenas virtuales y en los que la información fluye continuamente. Nunca como en esta época la libertad económica ha tenido tanta fuerza productiva”, sostiene.

Ambos expertos identificaron igualmente algunas de las propuestas de los frentes en campaña que se deben incorporar al diseño de políticas o proyectos para el desarrollo de la economía boliviana, asumiendo que éstas reflejan las necesidades del país e independientemente del resultado de las elecciones.

Para Laserna, estos temas son el cuidado del medio ambiente, el emprendedurismo y la ciencia y la tecnología. “El problema es que no se encuentra la manera de traducirlos en políticas efectivas, posiblemente porque se sigue pensando en que son tareas para el Estado y no —como lo son en otras partes— para la gente, con el Estado eliminando obstáculos y removiendo trancas”, explica.

Para Akamine, están el cambio en las normativas tributarias, comerciales y laborales para incentivar el emprendedurismo y la innovación; mayor y mejor libertad para el empresariado privado; un eficiente gasto publico; y una inversión publica que no genere competencia para el sector privado, sino que sea complementaria.

Todas estas propuestas se lanzan en un momento en el que la economía confronta desafíos a nivel interno y externo.

Entre éstos se encuentran: la disminución las exportaciones, el consiguiente crecimiento del déficit comercial y la pérdida de reservas internacionales, la pesada deuda pública, el excesivo e “insostenible” gasto fiscal, los altos costos laborales y carga tributaria que “desalientan las inversiones” y los subsidios a través de precios de la energía que aumentan el déficit fiscal y distorsionan los mercados, detalla Laserna. En este marco, “cualquiera que sea el gobierno, enfrentará retos muy serios”, subraya.

Akamine, por su lado, considera que “la economía continuará con el mismo dinamismo, siempre y cuando se pueda mantener el tamaño de la misma, sin recurrir a mas endeudamiento o a seguir comprometiendo las reservas internacionales”. “El ambiente de la inversión dependerá del mensaje que mande el candidato ganador y éste puede cambiar sustancialmente si hay un cambio de autoridades”, indica.

¿Qué define la CPE para la economía?