Aunque ZTE está en el mercado boliviano desde hace años, la marca china se presentó al país de manera oficial con el lanzamiento de dos smartphones de última generación, uno de los cuales es compatible con la tecnología 5G.
En un evento realizado en el hotel Europa, el gerente regional de ZTE para Latinoamérica, Tang Ping, y el presidente de la compañía en Bolivia, Wu Bo, explicaron la dimensión de la empresa y de su compromiso con el mercado nacional, al ser uno de los líderes mundiales en telecomunicaciones y en soluciones de tecnología para internet móvil.
A la hora de mostrar sus nuevos productos, el gerente comercial de ZTE Bolivia, Carlos Bautista, calentó el ambiente con la serie Blade, detallando los L130, A3, A5, A7, A10 Vita y A20 smart, modelos de gama media disponibles a un precio accesible. Sin dar cifras cerradas, el ejecutivo dijo que el rango de precios de los productos de esta marca está entre 60 y 500 dólares, lo que alcanza a equipos incluyen lo último en tecnología y materiales que garantizan calidad y elegancia.
Bautista explicó que la serie Blade, además de ofrecer lo último en tecnología de teléfonos inteligentes, incorpora en sus celulares innovaciones y características avanzadas para que el usuario pueda hacer con su equipo “lo que otros no hacen”.
Sus modelos más avanzados —el A10 Vita y el A20 Smart— integran tres cámaras con inteligencia artificial, una batería de 5.000 mAh, un sistema operativo Android 9 Pie, memoria RAM de 3 gigabytes (GB) y 129GB de almacenamiento interno.
Su producto estrella, el Axon 10 Pro 5G, es de alta gama, diseñado para satisfacer las necesidades de cada usuario en accesibilidad como en rapidez y almacenamiento. Es uno de los primeros equipos de la serie que cuenta con la tecnología 5G, de modo que cuando ésta llegue al país no sea necesario cambiar de dispositivos, principalmente para la recepción y manejo de datos.
Así, ZTE quiere ocupar en Bolivia el lugar que tiene en el mundo, clasificada en el Top 3 de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual durante los últimos siete años, por la solicitud de patentes, base de su desarrollo tecnológico.