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Iwao Aritake: ‘El desarrollo de la creatividad es clave para la productividad en Japón’

El experto internacional visitó La Paz y Santa Cruz del 5 al 13 de octubre para dar el ciclo de conferencias “Formación Técnica Superior y Productividad. Factores de éxito del modelo japonés”. El evento fue organizado por la Agencia de Cooperación Internacional de Japón (JICA) y el Instituto Técnico Superior Atenea, que implementa métodos nipones para mejorar la calidad de su servicio educativo e incrementar la inserción laboral de sus egresados. Aritake acercó así a empresarios, emprendedores y académicos —con ayuda de un traductor— las buenas prácticas implementadas por casi 70 años en Japón, la tercera economía global.

—¿Cuál es la importancia de la formación técnica superior en la productividad de un país?

—Para Japón fue trascendental en su época más fuerte de crecimiento y desarrollo industrial. (Pero) la productividad japonesa tiene su base, antes que en la formación técnica, en la capacidad de identificar qué se va a producir, cómo se va a producir y cómo se va a vender. Y lo que ha sostenido estos tres puntos importantes durante muchos años es la fuerza de voluntad para el trabajo duro y constante.

—¿De qué manera contribuyó esta formación técnica superior al desarrollo nipón?

—Para la formación y crecimiento de profesionales en Japón no nos concentramos tanto en la parte técnica, trabajamos e intentamos desarrollar mucho más la capacidad y habilidad de las personas. Nos enfocamos mucho más en el aspecto personal, en la creatividad; buscamos que los estudiantes sean más libres, que piensen, que sean creativos. La formación técnica que se enseña es básica, lo más importante es la persona y su capacidad de razonamiento, de adaptación y de hacer propuestas. Al enseñar a las personas en un instituto, en Japón somos realistas, solo lo técnico no va a permitir que entren a las empresas y tengan un alto desempeño. En los institutos enseñan la base para que los jóvenes puedan defenderse en una empresa y les enseñan también que cada empresa tiene su propio esquema de trabajo y que ellos deben ser capaces de adaptarse a ese estilo de trabajo y proponer mejoras todo el tiempo. En Japón hacemos mucho énfasis en el entrenamiento y capacitación dentro de la empresa. Cada una de ellas, si quiere ser productiva, tiene que ser un centro de entrenamiento y de mejora continua.

—¿Existen las condiciones en Bolivia para que se puedan replicar algunos de los avances del proceso de mejora continua de la formación técnica implementados en Japón?

—Claro que sí; sin embargo, copiar el método japonés está bien al comienzo, pero si imitan de manera idéntica durante mucho tiempo con seguridad van a fallar, ya que somos diferentes. Hay que adecuar esa metodología a la cultura y realidad de su país. De igual manera, Japón fue aprendiendo de Estados Unidos, ellos nos enseñaron la mejora continua en un principio y nosotros aprendimos de nuestros propios errores e hicimos adaptaciones profundas de acuerdo con nuestra propia cultura.

—¿Cómo evalúa el desarrollo de la formación técnica superior en Bolivia? ¿Cuáles considera que son los principales desafíos para la formación superior técnica?

—No me considero con el conocimiento suficiente o un especialista en ese sentido, pero he visto que algunos institutos han adaptado varias buenas prácticas de Japón y que se están esforzando en implementarlas de manera consistente (…). Puedo sugerir dos trabajos hacia adelante. Primero, los directivos y profesores que ya han tomado cursos de entrenamiento en Japón, como es el caso del Instituto Atenea, tienen que mantener la metodología japonesa de manera consistente y persistente. Segundo, estas personas ya capacitadas y sus centros de formación deben transmitir lo aprendido y trabajar de manera coordinada con los otros institutos. Finalmente, el reto para la mejora continua es tener corazón fuerte, voluntad de trabajo duro y nunca decir “no puedo”; hay que establecer planes y ejecutarlos de manera persistente y consistente, verificar los resultados obtenidos, establecer nuevas acciones para lograr los resultados esperados y nuevamente planificar. Es un ciclo que no tiene fin.

—¿Tiene datos sobre la cantidad de centros de educación técnica que hay en Japón en relación a número de habitantes?

—No dispongo de esta información en este momento. Antes habían muchos más institutos, esta cantidad se ha ido reduciendo por condiciones de mercado. En Fukuoka, que es la ciudad más grande de donde yo vengo, ahora solo hay tres institutos y antes había 11. Un factor es que la cantidad de población juvenil se ha reducido mucho en Japón. La juventud de hoy considera más fácil trabajar en la parte administrativa y no tanto en la parte técnica. Ya no hay el gran interés que había antes. Las empresas pequeñas y medianas no consiguen gente trabajadora, no hay jóvenes con formación técnica. Entonces, las empresas están exigiendo mayor carga horaria de trabajo y están abriendo sus puertas para jóvenes del resto de Asia. Obviamente, el nivel es diferente, la capacidad es diferente y eso también es un reto para las empresas y para la sociedad japonesa. Japón es una isla y ese es un problema: la mente es más conservadora y ahora aceptan a extranjeros más por obligación que por convicción, ya que no hay otra salida para tener mano de obra, especialmente técnica.

Perfil

Nombre: Iwao Aritake

Profesión: Especialista en kaizen

Cargo: Asesor del Centro de Asistencia a Empresas de Fukuoka

Perito en ‘kaizen’ y ‘monozukuri’

El asesor del Centro de Asistencia a Empresas en mejora continua (kaizen) y optimización de todos los procesos de la cadena de valor de un producto (monozukuri) de la prefectura de Fukuoka y líder de cursos del centro de entrenamiento Kyushu de JICA compartió su experiencia con directivos, jefes de carrera, docentes de institutos técnicos y gerentes y propietarios de empresas del país. Uno de los espacios en los que Aritake compartió sus conocimientos fue la Universidad de Aquino Bolivia (Udabol). “El caso del Instituto Atenea tiene que replicarse a otros centros de formación técnica” de Bolivia, afirmó el especialista.