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Los desafíos de la tecnología en 2020

Las grandes promesas del internet 5G y de la “supremacía cuántica” y las batallas sobre la protección de la vida privada y contra la desinformación son algunos de los principales retos para la tecnología en 2020.

En 5G, la próxima gestión, las nuevas redes móviles de conectividad, más rápidas y potentes, pasarán de la fase experimental a la de comercialización. El gran momento será el lanzamiento por parte de Apple del primer iPhone compatible con la red 5G, un paso que ya dieron Samsung, Xiaomi o Huawei. Otra incógnita será el papel que tendrá el proveedor chino Huawei en el despliegue mundial de esta tecnología.

Los fabricantes de teléfonos inteligentes esperan asimismo que sus ventas se recuperen tras dos años de estancamiento, aunque una ligera mejora se registró en el tercer trimestre de 2019.

Otra batalla crucial en 2020 será el video en streaming (retransmisión en línea). Apple y Disney quieren competir con Netflix y paralelamente Google se lanza al universo de los juegos en línea.

El 2020 podría ver también nuevos avances en la informática cuántica, después de los anunciados por Google e IBM a finales de 2019. El primero, por ejemplo, afirmó que alcanzó la “supremacía cuántica”, etapa en la que una máquina cuántica supera en capacidad a la más potente de las supercomputadoras; anuncio que, sin embargo, es cuestionado por algunos expertos.

DESARROLLADORES. También habrá que seguir los progresos de la asistencia para conductores en la industria mundial del automóvil, a falta de un coche perfectamente autónomo, que sigue siendo un proyecto lejano.

Tesla anuncia como “inminente” la comercialización de un coche que podrá conducirse “de casa al trabajo, probablemente, sin ninguna intervención, pero bajo la vigilancia de un humano”.

Amnistía Internacional, la organización no gubernamental que apoyó a generaciones de activistas perseguidos en las peores dictaduras, afirma por su lado que el modelo económico de Google y Facebook “basado en la vigilancia” es una “amenaza sistémica a los derechos humanos”.

En los distintos países de la Unión Europea (UE) se están llevando a cabo investigaciones y procedimientos contra estas empresas e inclusive otras, aplicando el reglamento europeo sobre la protección de los datos personales que entró en vigor en 2018.

Un nuevo reglamento “ePrivacy” del bloque europeo debe, en este marco, establecer nuevas normas con respecto a las cookies (archivos de los sitios web), que rastrean al internauta. “La gente es más consciente” de los peligros de la dispersión de sus datos y de la posibilidad de que sus actos y gestos sean trazados. Pero al mismo tiempo, “las cámaras de vigilancia y los altavoces conectados se venden como panecillos calientes”, explica el analista Dominique Bindels, de Euromonitor International.

Los expertos se cuestionan también si el próximo año podrá controlarse el apetito devorador de GAFA (Google, Apple, Facebook y Amazon) y otros gigantes de la red, que atacan nuevos sectores de la economía (series, juegos, transportes, salud y pagos).

Libra, el proyecto de moneda digital de Facebook, debería ver también la luz en 2020, pero está siendo cuestionado por las autoridades tanto en Europa como en EEUU. Elizabeth Warren, probable candidata demócrata para la presidencia estadounidense, aboga por el desmantelamiento de los gigantes de la tecnología en nombre de la libre competencia.

IMPUESTOS. En la UE, la comisaria Margrethe Vestager, encargada de la competencia y de los intercambios digitales, está considerada ya la pesadilla de GAFA.

La Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) confía en obtener un acuerdo político sobre la tributación de los gigantes digitales y las multinacionales en junio de 2020.

Otro desafío tecnológico se esconde en la campaña presidencial de Estados Unidos, que pondrá a prueba la capacidad y la voluntad de las redes sociales para organizarse contra la desinformación y la manipulación.

En Europa, la Unión Europea está estudiando una nueva noción intermedia entre “gestor” (el estatuto actual de una red social como Facebook) y “editor”, con el fin de crear un concepto de responsabilidad editorial.

También continuarán las negociaciones en la Organización de Naciones Unidas (ONU) sobre las normas de buena conducta internacional en el ciberespacio, en un momento en que los Estados adquirieren armas cibernéticas cada vez más sofisticadas.