La epidemia puede frenar el avance mundial
La contracción de la demanda y la producción china afectarán a otros países.
La propagación del nuevo coronavirus en China, segunda economía del planeta, podría frenar un poco más el crecimiento económico mundial, ya debilitado, apuntan los expertos.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) prevé un crecimiento mundial del 2,9% este año, su nivel más bajo desde la crisis financiera de 2008-2009, lastrado por la guerra comercial entre Estados Unidos y sus socios.
A fines de enero pasado, el presidente del banco central estadounidense (FED), Jerome Powell, consideró que la “incertidumbre” rodea la economía mundial.
Ahora varios economistas se preocupan además por los efectos fuera de China del coronavirus, que puede frenar tanto la producción como la demanda del gigante asiático.
“Como mayores sean las perturbaciones en China, más podrán propagarse en el extranjero”, dijo Neil Shearing, el jefe economista de la consultora de investigación Capital Economics, tras la decisión de compañías como la japonesa Toyota de prorrogar las vacaciones del Año Nuevo chino.
“Un freno de la demanda interior china tendría un impacto en la economía mundial, justo cuando intenta recuperarse de las consecuencias de la guerra comercial del año pasado y de 2018”, según el banco holandés ING.
Impacto. “China podría perder un punto de su Producto Interno Bruto (PIB) en año pleno y esto retiraría mecánicamente 0,4 puntos del PIB mundial”, afirmó Michala Marcussen, jefa economista de la firma europea de servicios financieros Société Générale, que calificó sin embargo esta hipótesis de “relativamente benigna”.
El coronavirus ya dejó más muertos que el SRAS, una enfermedad respiratoria viral que apareció en China en noviembre de 2002, que fue identificada como una amenaza global en marzo de 2003 y que mató a 349 personas en esos dos años.
El freno de la economía china, cuya expansión este año podría quedar por debajo del 6%, de acuerdo con previsiones anteriores al coronavirus, podría afectar de entrada a los países con los que tiene mayores relaciones comerciales (Taiwán, Corea del Sur, Holanda, Hungría e Indonesia), según la aseguradora Allianz.
Otros, como Alemania, podrían verse afectados también, apuntó Phil Smith, un economista del proveedor de información global IHS Markit, que prevé un “impacto en las exportaciones de la industria alemana (…) en los próximos meses”.
A decir del economista de Capital Economics, la propagación podría extenderse “a los países productores de materias primeras como Chile y Australia”, que ya se vieron afectados por el freno de la demanda china el año pasado y podrían sufrir un deterioro suplementario de sus exportaciones.
“China es la base mundial del mercado de materias primas”, indica ING. “Como más tiempo estén cerradas las fábricas, se mantengan las restricciones para viajar y se vea afectado el sector de la construcción, más importantes serán las consecuencias sobre la demanda de materias primas”, evaluó el banco.
En paralelo, los precios del petróleo ha caído un 20% en un mes. “La epidemia de coronavirus podría frenar el aumento de la demanda de petróleo si continúa extendiéndose, provocando excedentes (de oferta) con el aumento de la producción en Brasil, en Noruega y Estados Unidos (EEUU)”, proyectó la agencia de calificación financiera Fitch.
Por otra parte, varios economistas identifican al turismo como primera víctima económica de la epidemia de neumonía viral.
“Los turistas chinos gastan mucho dinero en los países asiáticos, el coste de las prohibiciones de viajar se repercutirá en la región”, sostuvo Shearing.
El nuevo coronavirus aún no ha llegado a América Latina, pero la crisis sanitaria china ya se vislumbra como otro escollo económico para la región.
Con decenas de millones de personas confinadas en sus casas, varias provincias industriales paralizadas y severas restricciones al transporte, la demanda de China tenderá a disminuir y eso impactará en el comercio exterior.
Para la región, que viene creciendo menos desde hace cinco años y se estancó en 2019, la crisis china se suma a los retos de la reactivación económica de países altamente dependientes de las compras o inversiones de Pekín. China es el mayor socio comercial de Chile, Perú, Brasil y Uruguay y uno de los principales para otros países, entre ellos Argentina.
Impacto El Fondo Monetario Internacional (FMI), que antes del surgimiento del nuevo coronavirus había estimado que América Latina crecería 1,6% en 2020, ya incluye la epidemia entre los retos que se insinúan en el horizonte de las economías latinoamericanas.
Chile y Perú, países altamente dependientes de sus ventas de cobre, ya sufren porque desde que se disparó la epidemia en la tercera semana de enero el precio del metal perdió un 10%.
“De seguirse desarrollando negativamente el coronavirus, pronto veríamos una disminución de las inversiones en el Perú, una menor demanda de productos y servicios y podríamos crecer menos que en 2019 (se estima 2,2%) lo que ya estaría rozando con una recesión”, advirtió el analista económico Ricardo Valcárcel en el diario limeño Gestión.
En Brasil, las empresas se están preparando para una posible falta de componentes para bienes industriales debido al impacto de la crisis sanitaria china en las cadenas de abastecimiento de productos electrónicos.
Ante la eventual falta de insumos chinos, varias empresas brasileñas están considerando reducir su ritmo de producción, según medios de prensa.