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El Cenetrop pone a prueba dos prototipos de barbijo contra el COVID-19

Dos prototipos nacionales de barbijos para prevenir el coronavirus fueron presentados este lunes para su “testeo” al Centro Nacional de Enfermedades Tropicales (Cenetrop) para que puedan ser usados por personal médico y sanitario.

Las mascarillas cuentan con tres capas de filtros conformadas por un tejido aglomerado denso capaz de filtrar el virus. Son resultado de un trabajo efectuado en la capital cruceña por la carrera de Diseño y Gestión de la Moda de la Universidad Privada de Santa Cruz de la Sierra (UPSA) en alianza con la organización Open Source Covid19.

Hasta la fecha, los prototipos fueron presentados al Ministerio de Desarrollo Productivo y Economía Plural, al Servicio Nacional de Propiedad Intelectual (Senapi) y al Colegio Médico de Santa Cruz.

Según la jefa de la carrera de Diseño y Gestión de la Moda de la UPSA, Raquel Clouzet, el diseño de esos artefactos fue desarrollado cumpliendo estrictos protocolos técnicos y de seguridad. Resultado de ese trabajo este lunes los barbijos junto a sus fichas técnicas fueron presentados al Cenetrop para las pruebas correspondientes. “Hacer un barbijo no es costurar una tela, es toda una ciencia, y si Dios lo permite tendremos un buen resultado, anticipó.

Concluidas las pruebas, serán las autoridades del sistema de salud y las instancias correspondientes las que definan su producción masiva, aclaró.

“Seguimos investigando materiales y técnicas para mejorar el diseño con la finalidad de que el producto sea el mejor y sea considerado, tomando en cuenta las difíciles circunstancias que vive el país por la falta de ese tipo de insumos”, comentó.

Lamentó también que en el país no exista una normativa específica para la elaboración de barbijos, lo cual limita los aportes académicos sobre este tema.

Al respecto, el primer ejecutivo del Sindicato de Ramas Médicas de Salud (Sirmes), Fernando Romero, calificó de “notable” el trabajo desarrollado por la universidad privada y expresó su esperanza porque éste cumpla con las exigencias sanitarias para su inmediata aplicación.

“Los barbijos N95, 98 y 100 requieren pruebas de altísima complejidad porque el filtro hace la diferencia para contagiarte o no de la enfermedad”, dijo.

Agregó que esos prototipos, así como los desarrollados para respiradores, necesitan pruebas de sensibilidad y seguridad, para que tengan la total confiabilidad en un paciente.

“Dios quiera que vayan bien estos equipos y que les den la viabilidad necesaria a estas increíbles y valiosas actitudes”, dijo.

Señaló además que las empresas internacionales que fabrican barbijos y respiradores cedieron sus patentes, lo cual no debería ser desaprovechado.