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Más del 70% de los trabajadores sanitarios son mujeres

Las mujeres están en primera línea de la lucha contra el COVID-19. Constituyen más del 70% de los trabajadores sanitarios de todo el mundo, incluidos los que llevan a cabo su labor en instituciones de prestación de cuidados. Y a raíz de la pandemia deben hacer frente a un doble reto: turnos laborales más largos y más trabajo en el hogar, advierte la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

En todo el mundo, hay casi 100 millones de trabajadoras que llevan a cabo su labor en instituciones sanitarias y de prestación de cuidados, para las que siempre sido difícil compaginar sus responsabilidades en los planos laboral y familiar. “El brote del virus ha arrojado luz sobre esta arraigada desigualdad de género. También ha puesto de manifiesto y exacerbado una crisis global en materia de servicios de prestación de cuidados”, indica la institución.

En circunstancias normales, las mujeres realizan, en promedio, 4 horas y 25 minutos de trabajo de prestación de cuidados no remunerados a diario, frente a 1 hora y 23 minutos en el caso de los hombres. La pandemia, que ha provocado el cierre de escuelas y guarderías, así como de otros centros de cuidados, ha aumentado sustancialmente el tiempo que se dedica a diario a este tipo de trabajo no remunerado.

Es el caso, en particular, de las trabajadoras sanitarias en hogares en los que son el único responsable familiar. No disponen, por lo general, de otras alternativas para cuidar a sus hijos y a sus padres de más edad al regresar del trabajo, con el consecuente riesgo de infectarlos con el COVID-19.

Para afrontar esta situación, varios gobiernos hayan adoptado medidas para apoyar a este sector laboral.

En Italia, por ejemplo, se ha introducido una «bonificación para el cuidado de niños» de hasta 1.000 euros ($us 1.104), con objeto de que los trabajadores sanitarios puedan sufragar el costo de servicios de atención infantil en el hogar. En Alemania, Austria, Francia y Holanda, lugares en los que la mayoría de guarderías y escuelas se han cerrado, algunas instalaciones permanecen abiertas, con personal mínimo, a fin de atender a los hijos de los trabajadores que prestan servicios esenciales. En Alemania se ha facilitado a los padres con bajos ingresos el acceso a prestaciones para el cuidado de los hijos, y en Corea del Sur se han proporcionado bonos por valor de 2,4 billones de wons ($us 2.000 millones) a los hogares de bajos ingresos con el fin de facilitar el cuidado de los hijos en el hogar, a falta de guarderías diurnas.

“Será necesario fomentar medidas similares para seguir ayudando a las trabajadoras sanitarias en su ardua labor de lucha contra el COVID-19 y cuidado de su familia en el hogar. También habrá que adoptar medidas a largo plazo”, sostiene la OIT.

La actual pandemia puso de manifiesto la importancia del trabajo de prestación de cuidados, tanto el remunerado como el no remunerado. “Es una buena oportunidad para priorizar las inversiones en los sectores sanitario y de prestación de cuidados. Políticas ineficaces de redistribución de trabajo de prestación de cuidados no remunerado entre mujeres y hombres, o entre las familias y el Estado, ya no son una alternativa viable o sostenible”, indica la Organización Internacional del Trabajo. (13/04/2020)