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FMI prevé desplome de las reservas

Con base en datos del Gobierno, el FMI proyecta una caída del 61% de las Reservas Internacionales Netas (RIN) en un lapso de seis años. A diciembre de 2019 las RIN cerraron en $us 6.460 millones y, según la previsión, llegarán a $us 2.544 millones en 2025.

La información está incluida en la “Solicitud de Asistencia Financiera en el marco del Instrumento de Financiamiento Rápido” que hizo el Gobierno de transición ante el Fondo Monetario Internacional (FMI) “para cubrir las necesidades urgentes de balanza de pagos emergente de la variación en curso en sus términos de intercambio, la desaceleración de los flujos de capitales y el aumento repentino de las necesidades de gasto en atención de la salud, precipitados por la pandemia de COVID-19”.

Según el documento, las RIN representan actualmente el 15,3% del Producto Interno Bruto (PIB) y llegan a cubrir casi siete meses de las importaciones del país.

De confirmarse la proyección del organismo internacional, para 2025 las reservas representarán el 4,3% del PIB y apenas cubrirán dos meses de importaciones, muy por debajo de los indicadores utilizados por el FMI, que recomienda como mínimo tres meses para mantener un nivel adecuado.

Al 22 de mayo de este año, las RIN suman $us 6.538 millones, 70 millones menos que los $us 6.468 millones registrados al 31 de diciembre de 2019, según datos oficiales publicados en el sitio web del Banco Central de Bolivia (BCB).

El 15 de enero, el presidente interino del instituto emisor, Guillermo Aponte, informó durante un desayuno informativo con la prensa que las reservas internacionales disminuyeron en el periodo diciembre 2018-diciembre 2019 de $us 8.946 millones a 6.468 millones, lo que equivale a una caída del 27,7% (2.478 millones menos).

En esa oportunidad también puso en duda que la disminución de las reservas vaya a detenerse en el corto plazo. “Es aventurado aún decir que la caída de las reservas se va a detener”, afirmó.

DÓLAR. El informe del personal técnico del FMI, que examinó la evolución económica del país, aconsejó asimismo a las autoridades bolivianas “una transición gradual hacia una mayor flexibilidad del tipo de cambio a mediano plazo”, lo que “contribuiría a relajar las restricciones fiscales y aliviaría la presión sobre las reservas internacionales” que administra el BCB .

No obstante esta opinión, los funcionarios del organismo internacional coincidieron con las autoridades del Órgano Ejecutivo “sobre la necesidad de mantener la estabilidad del tipo de cambio durante la crisis” sanitaria.

“Las estimaciones del personal técnico del FMI ubican el nivel sostenible a largo plazo del déficit fiscal general en torno al 3% del PIB, e indican que un régimen de tipo de cambio fijo (como el que se aplica en Bolivia) exigiría un control presupuestario más estricto que uno flexible”, se lee en el punto 12, Recomendaciones Políticas, de la “Solicitud de Asistencia Financiera en el marco del Instrumento de Financiamiento Rápido” del Fondo Monetario.

El 30 de enero, la calificadora Fitch Ratings consideró que Bolivia ya no tiene suficientes dólares para mantener un tipo de cambio fijo debido a la reducción de sus reservas internacionales.

Según Fitch, ante la baja en el negocio de los hidrocarburos, el país sostiene esa estabilidad cambiaria gracias a que está “quemando” sus reservas a un ritmo que ya es insostenible. “Para mantener un tipo de cambio fijo en el contexto de una alta dependencia de los productos básicos (commodity), se necesita un gran stock de reservas, y ya no creemos que Bolivia tenga el ‘cofre de guerra’ que necesita”.

Desde 2006 hasta noviembre de 2011, la moneda estadounidense bajó de Bs 8,08 a Bs 6,96, es decir descendió Bs 1,12, que representa una caída del 16%.

La última apreciación del boliviano se registró el 2 de noviembre de 2011. Desde entonces hasta la fecha (24 de junio de 2020), la unidad de la divisa de Estados Unidos se cotiza en Bs 6,96 para la venta y en Bs 6,86 para la compra.

En la década de los 80 y 90 la economía se encontraba prácticamente dolarizada. La compra y venta de la mayoría de los artículos, las captaciones del sistema financiero nacional y el pago de salarios, los alquileres y anticréticos giraban en torno a la moneda extranjera y los librecambistas abundaban en las calles de todo el país.

Actualmente, el 86% de los depósitos en el sistema financiero están en moneda nacional y en la cartera de créditos llega al 99%.