Icono del sitio La Razón

Fortuna, ingresos e impuestos: las finanzas de Trump lo persiguen

A pesar de su estatus de multimillonario, Donald Trump solo pagó $us 750 de impuestos en 2016, cuando fue electo presidente, y otro tanto el año siguiente, gracias a la optimización fiscal a la que pueden recurrir grandes fortunas y millonarios de su país.

El Presidente estadounidense siempre se vanaglorió de haber hecho fortuna gracias a sus dotes de negociante y a su olfato para el sector inmobiliario. Las revelaciones del reconocido periódico The New York Times muestran una realidad distinta, la de un hombre que sabe, sobre todo, cómo promover su imagen.

Entre 2000 y 2018, el magnate ganó $us 230 millones por prestar su nombre a hoteles en Azerbaiyán o Turquía, galletitas y almohadones. En su reality show El aprendiz obtuvo $us 197,3 millones, según el Times.

Pero las empresas gestionadas directamente por Trump, hoteles, y residencias de lujo como Mar a Lago en Florida, inmuebles residenciales o comerciales, clubes de golf o atracciones como una pista de hielo en Central Park, perdieron en igual periodo $us 174,5 millones.

Aunque algunos inmuebles como Trump Tower y Trump World Tower en Nueva York son muy rentables, los terrenos de golf —posee 19 en total, en Miami o Bali, Indonesia—, son un agujero negro de pérdidas financieras que le costaron $us 315 millones. Al contrario que su padre, que hizo fortuna alquilando sin demasiados riesgos apartamentos el Presidente se lanzó a sectores complicados de gestionar, destaca Kevin Riordan, profesor de Finanzas y Sector Inmobiliario en la Universidad de Montclair.

Los negocios van bien cuando la economía va bien, destaca. Pero Trump, de acuerdo con el análisis de este este experto, “parece muy poco calificado para dirigir (sus negocios) cuando los tiempos son duros”. El ocupante de la Casa Blanca es, sin embargo, “un excelente agente de ventas”.

Su fortuna fue estimada este mes en $us 2.500 millones por la revista Forbes, que precisa que perdió $us 600 millones en un año. La emergencia sanitaria por el coronavirus  vació sus edificios de oficinas en el barrio de Manhattan, y su valor cayó, al igual que el valor de sus hoteles, desiertos con la debacle del turismo y los viajes de negocios. Todos estos inmuebles pertenecen a la Trump Organization, un conjunto de sociedades gestionadas por dos de sus hijos desde que él es Presidente.

La principal fuente de ingresos de esta entidad es el monto pagado por empresas para poder utilizar el nombre Trump. La licencia de su apellido se estima en unos $us 56 millones contra 80 millones hace un año, de acuerdo con los datos de Forbes. Donald Trump también está muy endeudado. Durante la campaña electoral de 2016, se autoproclamaba “el rey de la deuda”.

Sus préstamos y otras deudas personales alcanzan los $us 421 millones, según la publicación de The New York Times, que da cuenta de un préstamo inmobiliario de $us 100 millones a pagar antes de 2022.

La mayoría de los bancos en Estados Unidos dejaron de hacer negocios con él desde una serie de quiebras a inicios de los años 1990. Pero Deutsche Bank es una excepción.

El estado de sus finanzas podría desmejorar, estima el Times, si perdiera un diferendo en curso con el fisco estadounidense.

El Presidente utilizó mecanismos que permiten deducir diferentes pagos a título de gastos profesionales. Por ejemplo, sustrajo de sus ingresos gravables gastos para ropa de casa, platería, mantenimiento de jardines e incluso visitas al peluquero. También obtuvo créditos fiscales. Pero su estrategia es, sobre todo, invertir en negocios, como lujosos clubes de golf, que pierden dinero, lo cual le permite declarar pérdidas y así compensar sus ganancias.

“Una de las maniobras de Donald Trump para evitar pagar impuestos era inscribir sus gastos personales como gastos profesionales, incluidos $us 70.000 de peluquero cuando participaba en El aprendiz”, explicó Frank Clemente, de la ONG Americans for Tax Fairness.

“El sector inmobiliario logró beneficiarse de los vacíos (legales) más que ningún otro (sector) en Estados Unidos”, añadió.

PÉRDIDAS

La ley impositiva estadounidense permite a los dirigentes de empresa reportar sus pérdidas para reducir sus impuestos los años siguientes.

También permite a las empresas inmobiliarias utilizar sus pérdidas en el rubro para compensar el pago de impuestos por ingresos en otros sectores de actividad económica.

Las revelaciones de The New York Times despiertan interrogantes sobre la legalidad de algunas prácticas, como deducciones de gastos por $us 747.622 pagados por Trump Organization a la firma de consultores codirigida por Ivanka Trump, hija del Presidente. La Justicia neoyorquina investiga el caso.