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Cierra un año complicado para los gremios

La economía del país ingresó al último mes del año en medio de una crisis de la cual todavía no se recupera. Los gremios productivos hacen un balance de una gestión “complicada”, la antesala de un 2021 que anticiparon será de “incertidumbre”. 

Empresarios, exportadores y productores coincidieron en calificar a este 2020 como una gestión “complicada”, no solo por la crisis sanitaria ocasionada por el nuevo coronavirus o COVID-19, sino por su impacto y secuelas en la producción y el comercio del país; números rojos que figuran en casi todos los sectores de la economía.

“Complicado, es un año que nos trajo bastantes complicaciones al sector empresarial no solo al comercial, sino también servicios, industria y otros ámbitos”, resumió el gerente general de la Cámara Nacional de Comercio (CNC-Bolivia), Gustavo Jáuregui.

Según un cálculo del ejecutivo, esta gestión cerrará con una contracción del 30% tanto en las operaciones de importación como de exportación. “Ese es el golpe (…), es un dato que desalienta” a los sectores productivos, sostuvo.

Con datos a octubre, precisó que las compras internacionales experimentaron una caída de casi el 31%, mientras que las ventas internacionales bajaron un 27%, lo que significa que aproximadamente $us 2.000 millones en divisas dejaron de ingresar al país.

Estas cifras fueron corroboradas por el presidente de la Cámara Nacional de Exportadores de Bolivia (Caneb), Gonzalo Molina, al coincidir en que finaliza una gestión complicada para ese sector. “La contracción mundial nos ha golpeado muy fuerte. La pandemia en Bolivia nos ha generado problemas muy serios en la producción, en el cumplimiento de compromisos, los conflictos fueron críticos porque no pudimos llegar a tiempo a los puertos y cumplir compromisos internacionales”, comentó a La Razón.

Por su parte, el presidente de la Cámara de Exportadores, Logística y Promoción de Inversiones de Santa Cruz (Cadex), Oswaldo Barriga, detalló que la contracción de las ventas del país se concentraron sobre todo “en el sector de minería, que cayó un 36% en sus exportaciones, mientras que el sector hidrocarburos cayó el 26% y el sector de productos no tradicionales 7,5%”.

Añadió que si bien las restricciones en el país, al igual que en las otras naciones se están levantando, “las nuevas medidas sanitarias para frenar la pandemia del coronavirus representan problemas logísticos”.

REACTIVACIÓN 

Foto: Álvaro Valero

El comercio informal se incrementó en diferentes regiones del país.

Foto: Álvaro Valero

Foto: Álvaro Valero

Foto: Álvaro Valero

AGENDA

“Una gestión tremendamente complicada con prácticamente todos los macroindicadores en rojo con preocupaciones desde el punto de vista de la salud, pero también de la producción, comercio, servicios, empleo, las reservas internacionales netas, el endeudamiento del país”, apuntó el gerente general del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), Gary Rodríguez.

Agregó que es “un año para el olvido, pero también para recordar” porque en función a la experiencia el sector productivo debe trazar una agenda conjunta de largo plazo, con visiones y responsabilidades compartidas entre los sectores público y privado, “ya que de otra forma será imposible que el país salga sin dificultad de la recesión en la que se encuentra y que ojalá no se prolongue para 2021 y caigamos en otra crisis”.

Y si de situaciones complicadas se habla, el sector de la construcción continúa enfrentando una crisis económica, ya que de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) los permisos para obras civiles cayeron un 69%, mientras que el consumo de cemento bajó 36% al mes de agosto. Un panorama al cual se suma la falta de desembolsos por parte del Gobierno central así como de las entidades subnacionales por obras ejecutadas en 2019 y en lo que va de la presente gestión.

“Estamos sin rumbo, no sabemos cómo vamos a enfrentar las obligaciones que tenemos para fin de año”, manifestó a este medio el presidente de la Cámara Boliviana de la Construcción (Caboco), Luis Bustillo.

Como ejemplo, citó que solo la Administradora Boliviana de Carreteras (ABC) adeuda Bs 1.000 millones a las empresas constructoras. “Estamos hablando de una sola entidad contratante, entonces la situación es muy complicada y aún no se ha reactivado la obra pública y no se ha logrado conversar con el Gobierno”, dijo. Respecto al sector agropecuario, pese a que estuvo activo durante las cuarentenas aplicadas por la pandemia, también experimentó pérdidas.

“Nosotros hemos estimado una pérdida, producto de la pandemia, de más de Bs 500 millones, detrás de los cuales existen miles y miles de familias productoras que han sido duramente golpeadas”, aseguró el gerente general de la Cámara Agropecuaria de Cochabamba, Rolando Morales, quien también calificó de complejo el año que termina.

Explicó que por la crisis se registró una caída de la demanda agregada en el sector agropecuario del país, en particular de Cochabamba, pero pese a ello siguió produciendo alimentos. “Infelizmente la falta de liquidez en los bolsillos de las familias bolivianas no ha permitido tener ventas como en 2019”, señaló.

Esa situación ocasionó que el sector agropecuario se “debilite”, inclusive a nivel de capital de operaciones para garantizar la producción de alimentos, sostuvo.

Tras la crisis, es ‘incierto’ el próximo año

Si el 2020 está cerrando con números rojos, la expectativa de los gremios productivos para el próximo año se encuentra marcada por la “incertidumbre” sobre el proceso de reactivación de la economía boliviana y el desenvolvimiento del comercio mundial.

“Las perspectivas no son las mejores, el país se enfrenta a un escenario internacional muy complejo. El rebrote del coronavirus está haciendo que países en el primer mundo estén bajando su ritmo de crecimiento y eso puede impactar en la economía mundial con precios hacia la baja”, según el gerente general del IBCE, Gary Rodríguez.

En ese contexto, el ejecutivo señaló que los desafíos para 2021 deben concentrarse en revertir esa tendencia que “se ha tornado estructural”, debido a que la pandemia fue simplemente el detonante de una situación que ya se veía venir en los últimos años.

De igual manera, los exportadores esperan con incertidumbre el nuevo año, debido a que este 2020 fue complicado para las operaciones comerciales.

“Nuestra perspectiva es incierta para la próxima gestión”, aseguró el presidente de la Caneb, Gonzalo Molina, quien consideró que frente a ello es importante generar una dinámica de trabajo con el Gobierno central, con la finalidad de reactivar la economía, generar empleo y sobre todo impulsar las ventas externas  del país.

“Estamos con mucha incertidumbre, con mucha duda”, coincidió en señalar a este medio el presidente de la Caboco, Luis Bustillo, al recordar que anualmente, entre enero y febrero, las entidades contratantes presentan sus Planes Operativos Anuales (POA) y los aprueban para que en marzo se proceda a los pagos. No obstante, tras la crisis de 2020, la situación es compleja.

“Se puede venir una cadena de incumplimientos del sector constructor, tenemos aguinaldos, sueldos de diciembre, enero, febrero, los pagos al sistema financiero que comienzan en enero. ¿La pregunta es cómo cumplimos o con qué cumplimos? Estamos muy preocupados”, alertó el ejecutivo.

MEDIDAS

Pese a la incertidumbre que hacen referencia estos gremios, el Gobierno lanzó el 27 de noviembre un primer paquete de siete medidas anticrisis a fin de iniciar la reconstrucción política y económica del país.

Entre éstas se destacan el Bono contra el Hambre, el impulso al turismo interno, la creación del reintegro al IVA y el impuesto a las grandes fortunas.

Asimismo, se anticipó que preparan nuevas medidas para los próximos días que dinamizarán la economía del país a partir de este mes. “Optimizaremos los gastos y reactivaremos la inversión pública para generar empleos”, escribió en un tuit el presidente Luis Arce.