Icono del sitio La Razón

Mireia Las Heras: El teletrabajo precisa personas en las que se pueda confiar

El ICWF (Centro Internacional Trabajo y Familia, por sus siglas en inglés), del IESE Business School de la Universidad de Navarra, apostó por un estudio sobre el teletrabajo. Mireia Las Heras, directora del ICWF, habla sobre él. El estudio incluye a Bolivia y tiene la participación de la Universidad Privada Franz Tamayo (Unifranz) y la colaboración de la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB).

—¿Qué características debe tener el teletrabajo exitoso?

—El teletrabajo para ser exitoso tiene una primera característica esencial y es que la tarea a realizar no requiera estar “cara a cara” o estar en el mismo lugar. Es decir, que se pueda dar en el mismo momento, pero no en el mismo lugar. Hay situaciones en las que esto no puede ocurrir, por ejemplo un médico que tiene que operar a un paciente; pero sí se aplica si por ejemplo hay que dar una conferencia. Una vez así se puede teletrabajar. Por ejemplo, un artículo lo puedo escribir desde España en la noche y mandarlo, no requiere que esté en sus oficinas. Otra característica que requiere es que las personas tengan autonomía y sean responsables. Las empresas y directivos deben estar dispuestos a delegar y dar a las personas las capacidades de decisión y autonomía para poder satisfacer las necesidades del cliente interno y externo.

—¿Qué competencias deben tener las personas que desarrollan el trabajo en remoto, tanto jefes como subalternos?

—La primera competencia de subalternos es la capacidad de decisión y gestión personal de su tiempo, su energía y espacio. Capacidad de concentración y que sean personas en las que realmente podamos confiar sin tener que supervisarlas constantemente. Esos son los subalternos que también debemos tener en las oficinas, para no tener que comprobar constantemente lo que hacen. Por lo tanto, en realidad las competencias de los subalternos son las mismas que ya deberían tener cuando están en las oficinas. En cuanto a los jefes, ellos deben ser capaces de comunicar muy bien. Las personas que trabajan para nosotros no van a poder consultarnos en el pasillo, por ejemplo. Por eso es importante la comunicación proactiva, la capacidad de delegar, que las personas puedan tomar decisiones y satisfacer a los clientes para generar productos, servicios. Los jefes no están para ver, evaluar o examinar; ellos están para ayudar, aportar, colaborar y salir al paso de posibles problemas que surjan.

—¿Cuáles son los beneficios del teletrabajo para una empresa y sus empleados en lo económico y personal?

—Cuando hablamos del teletrabajo no hablamos de personas que trabajan al 100% desde lugares alternativos, eso también generaría disrupciones y tendría efectos negativos. Cuando hablamos de teletrabajo, dentro de la empresa, hay dos modalidades que crean sinergias: presencial y remota. Un día o dos a la semana trabajo en un lugar alternativo y otros días desde el trabajo. Al convivir conjuntamente podemos capitalizar los beneficios y disminuir al máximo los costes. El teletrabajo no hace exclusivamente referencia al trabajo desde el hogar. No todas las personas tienen los espacios, luz adecuada o conexiones a la red para trabajar desde su hogar. Por tanto, el teletrabajo incluye el trabajo desde oficinas de coworking u oficinas satélites que la empresa puede tener. En cuanto a los beneficios, para la empresa tiene mayor flexibilidad en sus espacios, menor ocupación y menor gasto. Podemos alquilar un espacio más pequeño; como no todo el personal viene a trabajar, una oficina más reducida es suficiente y habrá menos gasto de agua, electricidad, calefacción, comedor. Otro beneficio es que sus trabajadores van a estar más satisfechos, con mejor salud y habrá menos días que falten. La imagen como empleador será mejor.

—La pandemia ha obligado a las compañías a optar por el teletrabajo. ¿Continuará o concluirá el teletrabajo luego de que se supere la situación?

—No podemos saber a ciencia cierta lo que va a suceder. Sabemos lo que están haciendo, hoy por hoy, las compañías y consideraciones que tienen en la cabeza. Por un lado, tenemos la consideración de empresarios y directivos de que el teletrabajo ha facilitado y ha hecho factible seguir ofreciendo bienes y servicios a sus clientes. El trabajo en remoto ha sido una gran bendición para las empresas y para la sociedad. Los directivos que toman decisiones a nivel empresarial ahora se plantean cómo hacer ese trabajo en remoto y hacer que se pueda vivir durante la normalidad cuando ésta llegue. Muchas empresas están considerando cuál es el mix adecuado para que sus empleados puedan trabajar un porcentaje de su jornada laboral en remoto. El trabajo en remoto ha llegado para quedarse. Muy distinto de lo que hemos estado haciendo hasta ahora porque fue 100% remoto; se tendrá que ir adaptando ese mix donde conviva esa modalidad presencial con la remota. Algunas empresas se están planeando venderse o dejar de alquilar, pienso que eso es un error, el trabajo presencial todavía tiene un espacio, el contacto cara a cara aporta a las relaciones entre empleados, clientes, proveedores y esas relaciones se tienen que preservar. Se tiene que hacer un mix entre trabajo remoto y el presencial.

Perfil

Nombre: Mireia Las Heras

Profesión: Ingeniera industrial

Cargo: Directora ICWF

Formación

Profesora de IESE Business School en el Departamento de Dirección de Personas en las Organizaciones. Se graduó de un doctorado en Boston University School of Management, estudió un MBA y tiene una licenciatura en Ingeniería Industrial en la Universidad Politécnica de Cataluña.