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Judith Hoffmann: ‘Se debe priorizar el turismo receptivo’

El duro golpe que sufrió el turismo con los conflictos políticos de 2019 y la pandemia del COVID-19 han generado un desafío para reactivar esta industria, que ha perdido en este tiempounos $us 600 millones y 250.000 empleos en toda su multisectorialidad. Judith Hoffmann, experta en el sector y quien trabaja hace más de tres décadas como operadora de turismo, analiza la situación en Bolivia.

— ¿Cuál es la tendencia mundial del turismo hoy en día?

—En la década de los 60, los turistas visitaban ruinas arqueológicas de Mesoamérica. Cambiaron por las culturas vivas indígenas y ahora, antes de la pandemia, la tendencia son los espacios abiertos ya que el mundo tiene tal vorágine que la gente busca lugares donde pueda escuchar el ruido del silencio. La gente comienza a sentirse en paz y hace introspección porque estamos en una época pragmática, en la que la gente necesita espiritualidad.

— ¿Qué sitios naturales tenemos para explotar con las características que describe?

—Indiscutiblemente son el salar de Uyuni y el lago Titicaca, hoy más que nunca. Europa al igual que Japón y China son los mercados más grandes. Ellos tienen dos vacaciones que hay que aprovechar. El turismo es estatus y todo el mundo es atractivo por tener otras culturas y paisajes. Nosotros tenemos que estar en los catálogos internacionales para tener presencia y traer turistas, porque sin turistas no hay turismo.

— ¿Cuál es el objetivo del turismo en la actualidad?

— Es impulsar la economía de un país. Lo que pasa es que el turismo es multisectorial. Los operadores son articuladores, pero no son menos importante los hoteleros, líneas aéreas, gastronómicos, transportistas y balseros, entre otros. Es un sector multisectorial. Hay dos formas de ingresos en el turismo, que son el directo y el indirecto. Cuando se habla de las 250.000 personas que han dejado de trabajar en turismo en este país, se está hablando de la transversalidad. Desde el proveedor de las bebidas o los artesanos son considerados como los beneficiarios del turismo indirecto.

— ¿Cómo el Ministerio de Culturas y Turismo podría ayudar a este sector?

—Nos tienen que ayudar facilitando la operación turística y no complicándola; es decir, con caminos buenos, buena comunicación en rutas, postas sanitarias y cuando hay un bloqueo tienen que ayudar a los pasajeros. Cuántas veces ha sucedido a turistas atrapados en caminos con gente tratando de atacarlos. Llamábamos para pedir ayuda y nada. El turismo es muy importante para la economía del país y se debe entender ello en estos espacios.

— Tras la crisis política de 2019 y la pandemia, ¿cómo está la situación del sector?

—El golpe de Estado de 2019 fue fatal para las empresas, ya que han tenido que devolver gastos en pasajes, hoteles y excursiones. Luego  llega el COVID-19. El adagio es claro, sin turistas no hay turismo. Al cerrar las empresas, los guías no tenían trabajo, los artesanos no vendían, los restaurantes quebraron, el transporte en turismo entró en crisis, miles de trabajadores perdieron sus trabajos y empresarios del turismo sus colchones financieros. La economía nacional quedó muy perjudicada con pérdidas de $us 600 millones y 250.000 empleos en toda la multisectorialidad del turismo.

— ¿Qué se espera en el mercado del  turismo con la pandemia que golpea al mundo?

—Hemos hecho entrenamientos de bioseguridad y no es nada del otro mundo. La estrategia es otra. Pienso que en abril se reactivará el turismo con la vacuna.

— ¿Qué se debe hacer en Bolivia para reactivar el sector?

—En este momento ya estamos bastante atrasados. El turismo en Bolivia se divide en tres líneas. Una es el turismo doméstico o nacional. La segunda es el turismo receptivo, que se refiere a mercados extranjeros, y el último es el turismo emisivo, que son los intermediarios de venta de pasajes aéreos, paquetes, cruceros y otros. El turismo receptivo es el que debe ser prioridad en este momento. Desde la cartera ya deberían haber preparado las estrategias para que tengamos una buena base de acción para reinsertarnos en el turismo mundial. Mi propuesta es que se debería conformar un equipo de expertos que asesoren a quienes haya que asesorar en esa institución. Por lo menos se necesitan tres expertos en promoción que hablen al menos dos idiomas, además del castellano, y que conozcan el funcionamiento de los mercados. Tenemos que saber qué esperan los mercados después del COVID-19.

— ¿Qué recomendaría para hacer más visible a Bolivia?

—Las embajadas bolivianas son clave para promover el país fuera. Está claro que Bolivia vende y tiene gran potencial. El otro día me contactó un secretario de un sindicato en Inglaterra. Ellos suelen ir a Cuba en sus vacaciones, pero están interesados ahora por visitar Bolivia. Esto ayudaría al turismo comunitario para que haga dinero. Un ejemplo, vienen unos 50 sindicalistas de Inglaterra, ellos se quedarán en hoteles de cinco estrellas y qué quieren ver en Bolivia. Ellos quieren ver el Legislativo, conocer a algún diputado indígena, ver procesos históricos y políticos. Es una veta que se puede explotar. También se debería trabajar el sello del viaje seguro, otorgado por World Travel & Tourism Council, como lo están haciendo en Machu Picchu (Perú) y en otros atractivos del mundo.

Perfil

Nombre: Judith  Hoffmann

Profesión: Operadora de Turismo

Cargo: Crisis, Conflict and PR Manager

Experiencia

Habla inglés, francés y español perfectamente. Trabajó casi una década en la aerolínea Lan, conoce más de 20 países por su trabajo y se desempeña, por más de tres décadas, como operadora de Turismo en Crillon Tours.