WILLIAM FOSTER: Continuos déficits fiscales y de balanza de pagos debilitaron el perfil crediticio de Bolivia
El Vicepresidente Senior de Crédito y analista principal de la calificadora de riesgo internacional Moody’s Investors Service hace un balance del riesgo crediticio del país cuya valoración fue rebajada dos veces en 2020 a B2, es decir que carece de las características de una inversión deseable y sujeto a riesgo alto.
ENTREVISTA
Moody’s es una calificadora de riesgo crediticio internacional, que emite opiniones sobre la capacidad y voluntad de un país de cumplir oportunamente con el pago de un instrumento de deuda. En 2020, en dos oportunidades bajo la calificación de Bolivia de Ba3 (contiene elementos especulativos y está sujeto a riesgo crediticio sustancial) a B2, una variación que no se debe a la crisis económica ocasionada por el COVID-19 sino a continuos déficits fiscales y de balanza de pagos que llevaron a un deterioro de las cuentas públicas y de las reservas internacionales. De éste y otros temas conversó LA RAZÓN con William Foster, vicepresidente senior de Crédito.
— ¿Cuál es la metología que aplica Moody’s?
—Los principales pasos del proceso de calificación de Moody’s son: recopilar suficiente información para realizar el análisis crediticio; llegar a una conclusión en un comité sobre la calificación pertinente; informar la asignación de calificaciones al mercado y a los participantes del mercado; monitorear continuamente el perfil crediticio de los emisores para determinar si debe cambiarse la calificación; informar al mercado y a los participantes del mercado respecto de cualquier cambio en las calificaciones asignadas como subas, bajas, cambios de perspectiva, etc.
—¿Cuáles son los tipos de calificaciones que realiza?
—La escala de calificaciones de Moody’s comprende 21 escalones que van desde la más alta Aaa, hasta la más baja C. Se divide en dos secciones: grado de inversión y grado especulativo. La calificación más baja dentro del grado de inversión es Baa3; la calificación más alta dentro del grado especulativo es Ba1.
—¿Cómo impacta la calificación entre los inversores internacionales y otros organismos?
—Los inversionistas utilizan las calificaciones como apoyo para asignar un precio al riesgo crediticio de instrumentos de renta fija que pudieran comprar o vender. Muchos inversionistas también usan las calificaciones como límite a sus parámetros de inversión y como un medio para expandir sus horizontes de inversión hacia mercados o tipos de valores que no cubren con sus propios análisis. Debido a que los grandes inversionistas globales se guían con las calificaciones de Moody’s, las calificaciones les ayudan a proporcionar a los emisores de deuda el acceso estable y flexible a esas fuentes de capital. Es importante aclarar que las calificaciones no son recomendaciones para comprar o vender, ni tampoco son una garantía de que no ocurrirá un incumplimiento.
—¿Cuál es su evaluación de las calificaciones que obtuvo Bolivia en los últimos años?
—Moody’s bajó la calificación del Gobierno de Bolivia a B2 desde B1 en septiembre de 2020, tras una baja a B1 desde Ba3 en marzo de 2020. La calificación se ha mantenido estable en Ba3 de junio de 2012 a diciembre de 2019, cuando se la colocó en revisión para la baja.
—En un escenario de crisis económica, ¿cuál fue la calificación que obtuvo Bolivia en 2020?
—La calificación de Bolivia fue rebajada dos veces en 2020 a la calificación actual de B2, desde Ba3. Sin embargo, esta baja no surge de la pandemia de coronavirus. El perfil crediticio de Bolivia ya se encontraba debilitado antes de la pandemia debido a continuos déficits fiscales y de balanza de pagos que llevaron a un deterioro de las cuentas públicas y de las reservas internacionales. La caída de la producción y los ingresos del sector de hidrocarburos contribuyó a los déficits fiscales y externos, además de tener un impacto negativo sobre el crecimiento económico. Factores políticos y tensiones sociales tras las elecciones presidenciales de 2019 agravaron aún más el perfil crediticio del soberano que, adicionalmente, fue afectado el año pasado por la pandemia.
—¿Qué factores pueden impulsar una subida de la calificación de Bolivia?
—La calificación de Bolivia podría subir si el Gobierno implementa políticas que reduzcan de manera sostenida y significativa los desequilibrios de las cuentas fiscales y las cuentas externas, además de impulsar un fortalecimiento sostenido de las finanzas públicas y las reservas internacionales. Reformas estructurales que mejoren las perspectivas de crecimiento económico de mediano plazo y permitan una mayor diversificación económica reduciendo la dependencia en el sector de hidrocarburos, brindarían un apoyo adicional al perfil crediticio de Bolivia.
—¿Qué factores podrían impulsar una baja de la calificación del Gobierno de Bolivia?
—La calificación de Bolivia podría bajar si los déficits fiscales y de balanza de pagos continúan aumentando y las políticas gubernamentales no lograran revertir de forma manifiesta el deterioro registrado en el ámbito fiscal y en las reservas de divisas. Un incremento del riesgo político, así como incertidumbre en torno al rumbo de las políticas económicas, también ejercerían mayor presión a la baja sobre la calificación.
PERFIL
Nombre: William Foster
Cargo: Vicepresidente Senior de Crédito de Moody’s Investors Service
ANALISTA
Se unió a la calificadora internacional Moody’s en 2016, luego de trabajar 10 años en el Departamento del Tesoro de EEUU. De 2012 a 2015 fue agregado financiero de la Embajada de EEUU en Nueva Delhi, siendo su principal experto económico y diplomático financiero en India.
William se incorporó a la Oficina de Asuntos Internacionales del Tesoro como economista internacional en 2006 y cubrió una amplia gama de geografías, incluidas América Latina, el sur y el este de Asia.
Trabajó también como consultor de gestión en Accenture. Tiene una maestría en Asuntos Internacionales en Política Económica y Financiera Internacional de la Universidad de Columbia y una licenciatura de la Universidad Wesleyan (EEUU).