El transporte terrestre a Arica es el más caro de la región
Costos. El sector requiere plataformas logísticas y opciones multimodales.
ECONOMIA
Anualmente se efectúan 12.000 operaciones de exportación de carga boliviana por Arica, en las cuales participan entre 48.000 y 52.000 camiones. El precio del transporte y distribución llega al 45,5% del coste logístico total, muy superior al de países vecinos.
Estos datos fueron revelados en la Encuesta Nacional de Logística (2019), elaborada por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la cual cuantificó los precios de transporte y distribución, que representan el 45,5% del coste logístico total, concluyendo que son superiores; por ejemplo; a los costos de transporte de Colombia, donde éstos representan solo el 35% del citado costo logístico.
El estudio también observa que los camiones de transporte de carga al puerto chileno, principalmente, están el 50% de su tiempo parados, ya sea por causa de trámites, documentación o a la espera de mercadería.
Además, solo el 23% de los viajes tienen carga de retorno y la utilización de la capacidad de carga de los vehículos alcanza solamente el 60%. De la misma forma, de acuerdo con estándares internacionales, una unidad de transporte (camión) debería recorrer cerca de 11.000 km por mes; sin embargo, en el país más del 80% de los camiones recorre menos de 6.000 km por mes.
Según el presidente de la Cámara Nacional de Exportadores de Bolivia (Caneb), Danilo Velasco, los números citados pueden mejorarse rápidamente con la implementación decidida de Centros de Inspección Simultánea (CIS) o Puertos Secos, que pueden optimizar el sistema logístico comercial, incidiendo en menores tiempos de espera o de demora y una mayor utilización de la capacidad de carga, tanto en viajes de ida como de retorno.
Precisó que la desventaja actual del transporte terrestre hacia Arica —que no solo afecta a la ruta de salida hacia la ciudad portuaria— es que no se cuenta con plataformas logísticas multimodales en el país. De igual manera, en relación con esa ruta de exportación, no se cuenta con diferentes modos de transporte operando en simultáneo.
TREN. Bolivia, al no tener una salida soberana a costas marítimas, requiere contar con la mayor cantidad de alternativas posibles para movilizar su carga. Esto no solo mejorará el desempeño logístico sino que incidirá directamente sobre la competitividad de las exportaciones, aseguró a LA RAZÓN el líder de los exportadores al referirse a las pruebas técnicas para la reanudación de operaciones del tren La Paz-Arica.
Agregó que como país, podemos ampliar las exportaciones de minerales, agroindustria, alimentos y bebidas, manufacturas, y una serie de otros productos con valor agregado. Lo que se requiere es contar con la mejor combinación posible de modos de transporte y mejorar las condiciones tramitológicas por la vía de la desburocratización.
“Ambos modos de transporte (terrestre y ferreo) son necesarios y complementarios. La carga de exportación continuará utilizando de manera intensiva camiones debido a que no toda la carga puede trasladarse indistintamente en cualquier medio de transporte”, sostuvo.
De acuerdo con la Caneb, en el sector exportador existe carga que utiliza con mayor frecuencia el transporte aéreo (exportaciones de oro), también hay carga que utiliza principalmente el ferrocarril (minerales y agroindustria), o el modo fluvial (combustibles y agroindustria), entre otros.
“El transporte rodoviario (por camión) es complementario a cada uno de los otros modos, y tiene posibilidades de integrarse de manera estable porque presenta condiciones de flexibilidad que son superiores a otros modos, entre ellas: posibilidades de transportar una gran variedad de cargas, mayores frecuencias de operaciones, mayor disponibilidad de unidades de transporte según capacidades, variabilidad y competitividad de fletes cobrados, y la comodidad que implica realizar traslados completos (de punto a punto)”, complementó Velasco.
La encuesta del BID también evidencia que el costo logístico sobre ventas en Bolivia alcanza 18,1%, es decir, de cada Bs 100 en una venta, un total de Bs 18 se gasta en el proceso logístico.
Un costo que se encuentra por encima de los precios de EEUU (8,7%), Europa (11,9%), América Latina (14,7%), Paraguay (12,9%) y Colombia (13,5%).
Además, el estudio identifica que las empresas más afectadas con ese precio son las de micro y pequeña escala, las cuales soportan costos logísticos del 21%, muy superior a los que enfrentan las compañías de mediana escala (16,5%) y gran escala (15,1%).
Velasco detalló que además de los costos fijos y variables del propio proceso productivo de exportación, incluyendo costos de empaque y embalaje, se deben considerar los costos que implica la tramitación de registros, certificaciones, autorizaciones y licencias necesarias para la exportación que las diferentes agencias de gobierno solicitan, dependiendo del tipo de producto a exportar (ABT, senasag, Senarecom, Dgbap, etc.).
Si se desea optar por una determinada preferencia arancelaria al amparo de un acuerdo comercial o un esquema de preferencias, debe considerarse también el costo por la emisión de certificados de origen que, dependiendo de si el acuerdo comercial estipula que sea posible una autocertificación, supondrá o no costos para el exportador. En caso de que sea requerido que una autoridad nacional emita el certificado de origen, éste se deberá tramitar ante el Senavex, con tarifas que van en función al valor exportado, desde Bs 120 hasta Bs 576, que se encuentran entre las más altas de la región.
Deben considerarse también las comisiones que cobra una Agencia Despachante de Aduanas, en caso de requerirse sus servicios para una exportación.
A todo esto hay que sumarle los costos que supone la logística de exportación que son en general costos de transporte ( fletes interno e internacional), almacenamiento, seguros y otros costos administrativos y de planificación logística.
Los fletes son generalmente variables, en función al tipo de términos comerciales acordado y en función al tipo de carga que se exporta. Por ejemplo, se tienen diferentes costos dependiendo de si se tratara de carga suelta, contenerizada, refrigerada, especial, sostuvo Velasco.
COMERCIO. Conforme a una evaluación del presidente de la Caneb, el flujo de carga de exportación que Bolivia transportó por carretera hacia el puerto de Arica fue en promedio entre 2016 y 2020 de $us 1.383 millones, habiéndose movido también un promedio de 1.134.002 toneladas (t), en el mismo periodo.
Durante la pasada gestión, las exportaciones por carretera hacia Arica fueron de $us 1.218 millones, equivalentes a 1.136.792 t, lo que representó un 24,2% de la carga total de exportación que sale del país sin contar la exportación por ductos, apuntó Velasco.
De igual manera, datos del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), indican que el flujo de carga de exportaciones e importaciones por Arica en 2019 alcanzó las 2,7 millones de toneladas, mientras que el pasado año 2,3 millones. Y entre enero y marzo de la presente gestión sumó 685.814 toneladas.
En cuanto al valor de estas operaciones comerciales, en 2019 sumaron $us 4.634 millones, en 2020 se redujeron a $us 3.421 y al primer trimestre de este año llegaron a $us 1.062 millones.
Por día transitan 300 camiones la frontera con Chile
Según evaluación del presidente de la Cámara Boliviana del Transporte Nacional e Internacional, Alfredo Borja, alrededor de 300 camiones, por día, transitan Tambo Quemado, en la frontera con Chile. Más de 7.500 toneladas de carga boliviana se mueve por la zona.
Los principales productos que transporta este sector hacia Bolivia son resinas de polietileno, planchas, bobinas de papel, detergentes, repuestos, lubricantes, entre otros. Y desde el país sale por ese paso fronterizo: oleaginosas y derivados, harina de girasol, sorgo, madera, fideo, cuero y derivados, chatarras, marcos de puertas y ventanas, machimbre.
“El 75%, del comercio internacional boliviano ingresa por ese puerto (Arica)”, dijo el ejecutivo al destacar la importancia del servicio que brindan los transportistas de carga pesada para el flujo de las operaciones comerciales del país con los mercados vecinos.
No obstante, reconoció también que el sector enfrenta serias dificultades como la competencia desleal que existe entre sus miembros por los costos del transporte, a la cual calificó de “canibalismo”, que solo beneficia al importador.
En criterio de Borja, el costo del servicio de transporte de carga terrestre está por debajo de la media de la región.
“Nos estamos moviendo en un sistema de canibalismo, nos estamos autodestruyendo dentro de las empresas (transporte de carga terrestre) a nivel internacional. Se está llegando a precios bajos, se ofrece 25 toneladas la ruta a Arica- La Paz por $us 900, $us 800 y hasta $us 700”, lamentó.
De acuerdo con el líder de los transportistas, los citados precios ofertados no responden a los costos operativos.
“Perfectamente el costo operativo es de $us 1.200 a $us 1.100. Según el tipo de mercadería, el riesgo que éstos asumen, todas las mercancías, deberían ser analizadas en función al riesgo y a otros parámetros como formas de pago”, dijo a LA RAZÓN.
Complementó señalando que “hay una competencia totalmente desleal que beneficia al importador, que es destrucción del sector” para lo cual buscan soluciones en coordinación con autoridades del Gobierno.
CRECIMIENTO. En una última reunión de la dirigencia de la Cámara Boliviana del Transporte Nacional e Internacional, se efectuó un análisis de la situación del sector, estableciéndose que existe un crecimiento “descontrolado” que necesita regulación.
“Reconocemos que hay un crecimiento descontrolado al interior”; frente a ello, “nos tenemos que autorregular”, afirmó.
Otro tema que preocupa al sector es la falta de información sobre la cantidad de empresas que operan, toda vez que a 2019 se contaba con 12.000 transportistas y a la fecha la cifra llegaría a los 15.000.
“Hay un crecimiento vegetativo, pero no hay una estadística a la fecha; analizando la tendencia estamos bordeando los 15 mil transportistas”, apuntó.
Pese a esa situación, Borja destacó el efecto multiplicador del sector de transporte de carga internacional, pues éste genera actividad económica desde ayudantes, cajeros, muelleros, chaperos, mecánicos, que son manos de obra indirecta.
“Nos damos cuenta de que el transporte es un cuarto o quinto poder, porque aglutina a mucha gente; el efecto multiplicador es considerable, nosotros generamos mano de obra a lo largo de la carretera, en provincias, áreas urbanas (…). Damos movimiento económico a esos lugares”, finalizó.