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De combustión a eléctrico, la UMSA se suma al cambio

INICIATIVA

Un proyecto diseñado entre docentes y estudiantes de la carrera de Ingeniería Eléctrica de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA) abre la posibilidad de masificar la conversión de automóviles de combustión interna a vehículos eléctricos.

Esta iniciativa busca demostrar que el proceso de conversión es viable y puede impactar en la economía del país, a través de la generación de empleos a nivel técnico, es decir, para electricistas, mecánicos, torneros, entre otros relacionados al sector.

Pero sobre todo, un cambio en la matriz energética y la reducción de recursos destinados para subvención a los hidrocarburos.

“Si esta propuesta se aplica a gran escala, incluso dejaríamos de subvencionar la gasolina en nuestro país”, dijo a LARAZÓN el coordinador del Proyecto Electromovilidad, Juan Víctor Amonzabel.

En ese marco, anticipó que esta casa superior de estudios, a través del Instituto de Investigaciones en Ingeniería Eléctrica (IIIE), planteará al Gobierno “bajar el impacto del uso del combustible fósil en el medio ambiente y además fomentar la industria de las baterías de litio”.

Con esa perspectiva, en los próximos días efectuarán la presentación oficial del proyecto a las autoridades del Ministerio de Hidrocarburos y Energías, Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB) y representantes de empresas eléctricas, indicó Amonzabel.

PROTOTIPO. Es un Mazda modelo 1997 con una capacidad para cinco personas. FOTO. RODWY CAZÓN

PROTOTIPO. Se trata de un prototipo armado en un vehículo de marca Mazda modelo Capella de 1997 con una capacidad para cinco personas, que fue convertido en eléctrico respondiendo de manera favorable a la topografía de La Paz.

Al respecto, el ingeniero eléctrico Rodrigo Nicolás Gutiérrez explicó que “las características del vehículo convertido se concentran en que la dirección eléctrica es asistida, frenos de potencia con bomba de vacío eléctrica. La transmisión tiene cinco velocidades y retro. El motor de corriente alterna es trifásico. La tensión es de 96 V, la potencia del motor eléctrico es 15 Kw, la velocidad del motor 2200 (rpm). El peso del motor eléctrico 55 kg”, con lo cual se alcanza una velocidad máxima de 70 kilómetros por hora.

Por ahora el vehículo convertido en eléctrico funciona con baterías de plomo ácido, debido a que no existe disponibilidad de baterías de litio, por lo cual este proyecto busca despertar el interés del Gobierno para su apoyo o el de empresas privadas. Como ventajas, destacó que no emite contaminación acústica y además generará menos gastos en mantenimiento y reparación, a diferencia de un automóvil convencional, y “la recarga de baterías puede hacerse durante seis horas en cualquier domicilio a través de un enchufe común”.

Además, si se considera que el precio de 1 kwh (kilovatio-hora) es de Bs 0,80 y un litro de gasolina Bs 3,74, el consumo de energía del prototipo por cada 100 km es de 13,8 kwh (Bs 11,11), mientras que el de un vehículo convencional es de 10,10 litros de combustible que equivalen a Bs 37,77.

Es decir, el vehículo eléctrico ahorra 70,58% (Bs 26,66) del costo de un automóvil a combustión.

RECARGA. Puede hacerse durante seis horas, según Víctor Amonzabel. FOTO. RODWY CAZÓN

APOYO. Si el Gobierno decide apoyar el proyecto, un equipo de la UMSA y el IIIE, conformado por profesionales y técnicos, está dispuesto a iniciar un proceso de capacitación al personal de los talleres eléctricos que así lo soliciten.

El desarrollo de esta iniciativa implicó una inversión de $us 6.000 para la conversión del vehículo Mazda a eléctrico.

Tras ese importante resultado, los acádemicos ahora se trazaron el desafío de llevar adelante la conversión de vehículos de mayor capacidad y volumen.