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Se reactiva la ECONOMÍA y el país crece

ECONOMÍA

A junio de este año, la economía creció en 8,7% como resultado de la reactivación que ya se siente en el “bolsillo” y el “estómago” de la población, afirmó el presidente Luis Arce. Empresarios y analistas destacan el avance, pero también piden “cautela” y sobre todo más impulso.

“Hemos avanzado en nuestra política de reactivación y reconstrucción de la economía, y poco a poco el país siente en su bolsillo, siente en su estómago, siente en su salud, todo este progreso que estamos generando”, aseguró el Jefe de Estado el 2 de septiembre pasado en un acto público en Cochabamba.

Además, auguró que “se aproximan días mejores para la economía y para todos los bolivianos”.

No es para menos la esperanza del presidente Arce, pues tras un 2020 con números rojos, al sexto mes de esta gestión la economía del país creció en 8,7% apalancada por sectores como minería (52,4%), construcción (32,4%), transporte (22,6%), hidrocarburos (14,8%), industria manufacturera (10,7%), electricidad, gas y agua (9,6%) y comercio (9,1%), conforme a datos del Índice Global de Actividad Económica (IGAE).

A estos datos se sumó que el saldo comercial a julio de este año registró un superávit de $us 1.090 millones. La cifra es la diferencia entre los $us 5.972 millones exportados y los $us 4.882 millones importados, informó el Instituto Nacional de Estadística (INE).

De acuerdo con la entidad, durante el periodo de estudio las exportaciones implicaron un incremento de 59%, lo que representó una mejora de $us 3.754 millones a 5.972 millones. Las importaciones crecieron en 29%, de $us 3.789 millones a 4.882 millones.

FUENTE: MINISTERIO DE PLANIFICACIÓN DEL DESARROLLO

GREMIOS. El indicador de crecimiento que ponderó el mandatario fue destacado por los sectores empresariales del país, pero también el anuncio fue recibido con “cautela” porque consideraron que todavía es “insuficiente” para superar la crisis que afronta el país por la pandemia del COVID-19.

Por ejemplo, el presidente de la Cámara Nacional de Comercio (CNC-Bolivia), Rolando Kempff, dijo que el dato proyectado por el IGAE muestra un “rebote” importante de la economía nacional.

“El año pasado hemos tenido una caída del IGAE muy importante, casi al 13% y este año el Ministerio de Economía ha planteado que estamos creciendo en 8,7% lo que es positivo. Creemos que es un rebote de la economía en forma importante”, afirmó el líder de los empresarios del comercio.

En esa línea, también el presidente de la Cámara Nacional de Exportadores de Bolivia (Caneb), Danilo Velasco, consideró que el crecimiento de la economía es el resultado de un “efecto rebote” y que por ello las cifras deben ser analizadas con “cautela”.

“Este es efecto rebote, no olvidemos que el año pasado los números fueron negativos, entonces tenemos que considerar esa ponderación y a fin de año ver si efectivamente podemos llegar a un crecimiento del 4,5% con relación al PIB (Producto Interno Bruto)”, dijo a LA RAZÓN.

En tanto, el vicepresidente de la Cámara Hotelera de La Paz, Carlos Promel, al evaluar el impacto de la crisis ocasionada por la pandemia en el turismo de la región, precisó que la situación del sector es complicada, la reactivación todavía no se siente y que para hablar de un crecimiento se debe esperar por lo menos dos años.

“En 2019, la hotelería ya sufrió por los problemas políticos sociales porque pararon los turistas y después se vino la pandemia, entonces el sector está realmente muy afectado y se estima que para 2023 recién se estaría recuperando a los niveles que estaba antes”, dijo a este medio.

Apuntó que esta recuperación depende del proceso de vacunación de la población, medidas de bioseguridad en los destinos turísticos y sobre todo mayor promoción.

FUENTE: MINISTERIO DE ECONOMÍA Y FINANZAS

ANALISTAS. El crecimiento de la economía nacional del 8,7%, a junio de este año conforme el IGAE, también fue analizado por el presidente del Colegio Nacional de Economistas de Bolivia, Jorge Akamine, quien consideró que el dato muestra una recuperación “importante” pero que “tal vez no es el impulso que necesitamos” porque está condicionado con el reinicio del 100% de las actividades económicas en el país.

Además, reconoció que el impacto ya se siente en el “bolsillo” de la población, como manifestó el presidente Arce. “Yo creo que sí. Después del año desastroso de 2020, lo que venga es ganancia, lo que venga está bien”, dijo y agregó que “convivir con el virus y no seguir encerrándonos (cuarentenas) fue una decisión muy acertada de las autoridades, porque el encierro mandó a la debacle a la economía personal y colectiva, porque se restringió el ingreso”.

A su vez, el economista Horst Grebe destacó la importancia del crecimiento económico pero aclaró que todavía es desigual porque algunos sectores se benefician más que otros.

“Nadie quisiera que la economía se estanque, nadie quisiera que las cifras sean malas, el beneficio del crecimiento es para todos, claro que es mal repartido; unos se benefician más que otros, y no todos los sectores crecen uniformemente”, sostuvo tras considerar que las cifras del crecimiento deben ser evaluadas a mediano plazo.

Respecto al impacto en el “bolsillo” y “estómago” de la población, dijo que ese hecho “depende” de la perspectiva desde la cual se efectúe el análisis.

“Eso depende, pueden haber crecido los precios de las exportaciones y eso dio lugar a un aumento del valor de las ventas internacionales, pero eso va a llegar únicamente a los sectores exportadores y eventualmente a los asalariados, pero no a toda la población económicamente activa”, argumentó.

ÍNDICE. Ambos analistas también coincidieron en observar por qué la administración de Luis Arce habla de crecimiento con proyecciones del IGAE sin mencionar el estado de situación del Producto Interno Bruto (PIB) del país.

“Lo que preocupa es que no saquen la última información del PIB. El último dato que se ha tenido es a septiembre de 2020. Estamos a un año sin información del crecimiento del PIB”, cuestionó Akamine. Mientras que Grebe indicó que las estimaciones deberían tener un “sustento más sólido” a esta altura del año, pues pasaron ocho meses y ya se debería contar con datos más confiables.

“Lo que está utilizando el Gobierno es el IGAE, que es una aproximación pero que no pasa de eso. Está elaborado con base en ciertos indicadores que no dan la información completa que se necesita para este tipo de discusiones”, concluyó. 

OBRAS. El sector constructor requiere más proyectos. FOTO. MIGUEL CARRASCO

El avance es ‘insuficiente’ para los constructores

Según el Índice General de Actividad Económica (IGAE), que elabora el Instituto Nacional de Estadística (INE), la economía creció en 8,7% a junio de este año, apalancado por las exportaciones de minerales y sobre todo de la reactivación de la construcción en el mercado interno.

No obstante, los constructores consideran que alcanzar ese indicador es importante y es el resultado de las “buenas” acciones de la administración de Luis Arce pero que todavía es “insuficiente” porque los gobiernos subnacionales adeudan al sector por obras concluidas y tienen que cumplir obligaciones con el Servicio de Impuestos Nacionales (SIN), por ello requieren nuevos proyectos y liquidez.

“Por eso las acciones del Gobierno son buenas pero insuficientes, se debe buscar recursos frescos para pagar a las empresas, para seguir apoyando a los gobiernos subnacionales, para nuevas obras, porque la forma de reactivar la economía es con nuevas obras, es el dinero que rápidamente va a ingresar al mercado laboral, para trabajadores, profesionales, proveedores”, comentó a LA RAZÓN el presidente de la Cámara Boliviana de la Construcción (Caboco), Luis Bustillo.

Citó como ejemplo el Fideicomiso de Apoyo a la Reactivación de la Inversión Pública (FARIP) de Bs 2.000 millones que está destinado a financiar proyectos de inversión pública de gobernaciones y municipios, que si bien es una medida importante, los recursos son insuficientes para cubrir las deudas de los gobiernos subnacionales con los constructores.

Es el caso —dijo— de la deuda consolidada de la Gobernación de Tarija a las empresas constructoras que a la fecha supera los Bs 1.000 millones, es decir, la mitad del fondo FARIP.

“Consideramos que no es suficiente, existe demasiada cantidad de empresas constructoras sin trabajo”, reiteró el ejecutivo tras anunciar que solo el 30% del sector constructor a escala nacional se reactivó.

Explicó que Caboco tiene un registro de 11.500 empresas activas, de las cuales al menos 4.000 estarían operando con normalidad en el país, tras la crisis económica ocasionada por la pandemia del COVID-19.